𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 19

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La luz del día entraba por la ventana y dió a mis ojos, odiaba cuando eso sucedía. Estaba apunto de gritar de enojo y cerrar la cortina hasta que sentí un brazo sobre mi cintura.

Miré hacia abajo y ahí estaba, mi bebé, mi pequeño.

Jungkook estaba durmiendo como un tranquilo bebé, sus ojitos cerrados y su expresión inocente hicieron que me derritiera de ternura. Estaba muy feliz de tenerlo ahí.

Parecía como si ésta fuera la primera vez que Jungkook dormía en una cama realmente cómoda.

Tenía a Kookie casi a la altura de mi hombro, me estaba abrazando por la cintura y yo lo rodeaba con mis brazos.

De nuevo la tentación me perseguía, no podía dejarme un momento en paz. Ver esos labios tan cerca de mi y no poder besarlos a mi gusto, eso era tortura.

Subí una mano a la altura de su cara y con mi dedo pulgar acaricié sus delicados labios. El tacto de sus deliciosos labios contra mi dedo era tan exquisito.

A pesar de acariciarlo, Jungkook no despertó, seguía más inmerso en su sueño que un perezoso.

—Jungkookie, es hora de despertar. —dije mientras acariciaba su cuello.

—¿Jungkookie? ¿Quieres desayunar?

No obtuve respuesta. Me levanté de la cama dejándolo ahí envuelto en las sábanas y me fui a dar una ducha.

Tuve tiempo para reflexionar un poco mientras tomaba esa ducha. En realidad me estaba enamorando de Jungkook. Jamás me imaginaría con alguien que no fuera él. Justo en ese momento entendí aquellas palabras que me dijo mi abuelita antes de mudarme a la cuidad.

"Un hilo rojo une a aquellos que están destinados a encontrarse"

Por fin lo entendí, y entendí que Jungkook y yo estábamos destinados desde que éramos chicos. No, no me estaba ilusionando, era en serio.

El pequeño Jungkook al lado de mi era lo único que yo necesitaba para ser feliz.

Estaba en la cocina tratando de hacer el desayuno cuando un Jungkook adormilado, con la pijama desabotonada y el cabello revuelto caminaba por el pasillo

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Estaba en la cocina tratando de hacer el desayuno cuando un Jungkook adormilado, con la pijama desabotonada y el cabello revuelto caminaba por el pasillo.

Se estaba tallando sus ojitos mientras se acercaba a la barra de la cocina.

—¡Buenos días, Kookie! —dije mientras me dirigía a él.

—Hola, TaeTae... —saludó mientras se sentaba en la silla que estaba enfrente de la barra.

—¿Dormiste bien?

—Um, si, si claro. —dijo algo inseguro. ¿Era posible que jamás le hubieran preguntado eso antes?

Terminé el desayuno y se lo serví. Jungkook relamió sus labios al ver el plato lleno de alimentos. Empezó a comer los fideos que había preparado para él junto con la carne y las verduras.

𝑺𝒕𝒓𝒂𝒘𝒃𝒆𝒓𝒓𝒊𝒆𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒄𝒊𝒈𝒂𝒓𝒆𝒕𝒕𝒆𝒔 - [𝙑𝙠𝙤𝙤𝙠 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora