𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 45 (𝒫𝒯. 2)

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—Si. Está allá. —Jin señaló a Jungkook, quien estaba en mis brazos.

—¡Jungkook! —Jimin gritó y corrió hacia él.
Jungkook se soltó de mi abrazo y se levantó. Los dos chicos se abrazaron.

—Creí que no vendrías. —dijo Jungkook, aún seguían abrazados.

—Claro que iba a venir, ¡feliz cumpleaños! —Jimin felicitó al menor.

—Gracias, mejor amigo. —agradeció Jungkook.

Después se separaron y me levanté. Jimin me miró, esta vez no fue con desprecio.

—Hola, Taehyung. —saludó amable.

—Hola, Jimin. —le devolví el saludo.

—Bueno chicos, la comida ya está lista. Tomen asiento, por favor. —dijo Jin mientras llevaba una olla a la mesa.

Nos sentamos en la mesa, Jungkook junto a mi y del otro lado de sentaría Jin junto a Jimin.

Me quité el saco y cuidadosamente lo puse en el respaldo de la silla. Jungkook me sonrió y me tomó de la mano. Me senté.

Jin comenzó a traer toda la comida, había preparado muchas cosas, entre ellas, carne, arroz, kimchi y una pasta. También había puesto dumplings en la mesa.

—Sírvanse. —dijo Jin.

Todos empezamos a servirnos comida, empezamos a comer, la conversación en la mesa era muy tranquila, Jungkook y Jin conversaban y Jimin a veces participaba en la conversación.

Todos aportábamos cosas, Jimin y yo habíamos decidido que cada quien por su parte iba a tratar de no hacer de esta comida algo incómodo. Parece como si nos hubiéramos leído la mente.

Todo iba tan tranquilo hasta que se me ocurrió tomar un dumpling. Jimin, quien estaba frente a mi había tomado el mismo dumpling, solo quedaba uno.

Entonces me miró, yo lo miré. Su mirada decía "suéltalo" pero yo no iba a soltarlo, era mi dumpling, así que lo miré de la misma manera.

Jin se dió cuenta de la pelea por el dumpling y pareció pasar su mano por abajo de la mesa, de repente Jimin saltó e hizo una mueca de dolor. Era muy probable que el mayor hubiera pellizcado al rubio.

Jimin dejó de apretar sus palillos y soltó el dumpling, lo tomé y lo llevé a mi boca. Jimin me veía como si quisiera matarme. Jungkook no se dió cuenta, él seguía comiendo.

En algún momento de la noche, terminamos de comer. Entonces, Jimin trajo una caja, la abrió y colocó velas sobre el pastel que traía dicha caja.

Eran seis las velas que colocó.

—Cada vela equivale a tres años. —explicó el rubio.

—¡Genial, Jimin! —exclamó Jungkook. —Gracias por el pastel. —le sonrió.

—Eres mi mejor amigo, Jungkook. No tienes que agradecer. —dijo Jimin con una sonrisa.

Comenzamos a cantarle las mañanitas a Jungkook. Las velas estaban encendidas, la flama del fuego hacia que los ojos de Jungkook se vieran aún más hermosos, su sonrisa era tan perfecta.

Me quedé viendo su perfección durante toda la canción, Jungkook se veía tan feliz.

Al terminar la canción, Jungkook me pidió que soplara las velas con él.

—¡Pide un deseo, Jungkook! —Jin preparó la cámara de su celular.

—Una, dos, tres. —Jimin contó.

𝑺𝒕𝒓𝒂𝒘𝒃𝒆𝒓𝒓𝒊𝒆𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒄𝒊𝒈𝒂𝒓𝒆𝒕𝒕𝒆𝒔 - [𝙑𝙠𝙤𝙤𝙠 ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora