Seductor Irresistible - Kookmin

02 (Parte 2)

Con los horarios de trabajo demenciales de Mimi, Seokjin y Taehyung, no pudieron quedar los tres hasta el fin de semana, pero, por suerte, al final lo consiguieron, porque ver a Mimi corriendo cada mañana con los brazos cruzados y las piernas apretadas para que no le doliera nada al correr, estaba empezando a hacer que hasta a mí me doliese todo.

Ese sábado por la tarde, Yoongi estaba sentado a una mesa en el Blue Smoke cuando llegué, jadeando después de mi carrera de diez kilómetros y muerto de hambre. Como pasaba siempre con ese grupo, habían preparado un plan sin que yo interviniese para nada, así que cuando me desperté descubrí un mensaje de texto de Seokjin diciéndome que ese día Mimi iba a quedar con ellos para desayunar y salir de compras, lo que significaba que iba a ser la primera vez que salía a correr solo en varios días.

No me importó. Me alegré, incluso. Y a pesar de que el recorrido fue más bien silencioso y extrañamente aburrido, Mimi necesitaba salir y comprar algunas cosas. Necesitaba zapatillas de correr. Necesitaba ropa deportiva. Hasta podría tirar la casa por la ventana y comprarse ropa normal si de verdad quería salir con algún chico, porque la mayoría son unos idiotas superficiales para los que la primera impresión es lo que realmente cuenta. En el caso de Mimi, la ropa no era su fuerte, desde luego, pero una parte de mí se negaba a presionarlo con eso. Me gustaba admirar a las personas bien vestidas, pero curiosamente, con Jimin, lo más intrigante es que esos detalles parecían traerle sin cuidado. Supuse que lo mejor sería que siguiera con lo que ya le daba resultados.

Sin levantar la vista siquiera, Yoongi desplazó la pila de periódicos de mi silla e hizo señas a la camarera para que me tomara nota.

—Agua —pedí, limpiándome la frente con una servilleta de papel—. Y unos cacahuates de momento. Dentro de un rato pediré algo para almorzar.

Yoongi se fijó en mi ropa y volvió a enfrascarse en la lectura de su periódico mientras me pasaba la sección de Negocios del Korea Times.

—¿No estabas tú con los chicos antes? —preguntó.

Le di las gracias a la camarera cuando me colocó el vaso de agua delante y di un largo trago.

—Dejé a Mimi con ellos esta mañana. No estaba seguro de que supiese orientarse muy bien por la ciudad él solo más allá del campus donde está practicando.

—Qué padre más sobreprotector estás hecho, Kook...

—Ah, ¿tú crees? Pues es para mí un placer informarte que Taehyung se ha equivocado y le ha enviado sin querer a Namjoon un mensaje con una foto de su culo.

Nada me gustaba más que tocarle los huevos a Yoongi con la obsesión que tenían él y Taehyung con las fotos.

Me miró desde el borde superior del periódico y su rostro se relajó cuando vio que estaba bromeando.

—Serás cabrón... —masculló.

Hojeé la sección de Negocios durante unos minutos antes de dirigir mi atención a Ciencia y Tecnología. Tras el muro de su periódico, sonó el teléfono de Yoongi.

—Hola, Jin. —Hizo una pausa y dejó el periódico encima de la mesa—. No, solo estamos Kook y yo tomando algo. ¿A lo mejor Nam está de camino? —Asintió con la cabeza y luego me pasó el teléfono.

Cogí el móvil, sorprendido.

—Hola... ¿Va todo bien?

—Jimin es un encanto, Kook —dijo Seokjin, maravillado—. No se compraba ropa nueva desde la época de la universidad. Te juro que no lo estamos tratando como a un muñeco, pero es la cosa más linda que he visto en mi vida. ¿Por qué no nos lo has presentado antes?