Quién diría que aquella alma
Se vería tan perjudicada por lo mundano."Dudo estar hecho para este tormentoso mundo".
"Duele, duele mucho."
Me decía."Vámonos a Marte o quizás a Saturno."
A un lugar donde ya no quede nada.
Donde pueda cuidar de tu corazón de cristal.Pero nunca lo dije.