Chico Solitario (Emiliaco)

Día de Campo part 1

Emilio.

Ha Sabrina se le había ocurrido la maravillosa idea de ir a un día de campo para celebrar que pudieron encontrar a Bibo, lo cuál a mi me hizo feliz porque estaría todo el día con Joaquín, además de que esto ayudaba a mi promesa de sacarlo de su casa y enseñarle el mundo real.

Miraba por la ventana el estaba mirando las estrellas, tal parece era su pasatiempo favorito, y el observarlo a el, se estaba volviendo el mio, sabia que cuando lo miraba me quedaba cogelado, viendo la obra de arte más hermosa y tierna del mundo.

-Deberías de invitarlo a salir, tener una cita real- escuche la voz de mi hermano.

-Creo que ya la tuvimos, bueno lo lleve a ver la nive-.

-Eso es un gran avanza-.

Lo pensé varios segundos pero al final se lo dije -Y también nos besamos-.

-Ese si que es un gran avance, vaya me sorprende, mi hermano el que yo conozco se tarda meses en dar un beso- Emiliano tenía razón cuando tuve mi primera novia tenía 16 años, pero no fue hasta que cumplimos 7 meses que nos dimos nuestro primer beso, tiempo después ella termino conmigo, porque el chico más popular de la escuela la invito a salir, luego conocí a Estrella pero esa es una historia que quisiera olvidar.

-Bueno es que con Joaquín es diferente, el me produce una ternura, su calidez humana es tan hermosa, siento que debo cuidarlo, tenerlo en una caja de cristal donde nadie pueda lastimarlo, siento que debo cuidarlo hasta de mi mismo-.

-Hermano aveces por mas que uno quiera cuidar a las personas que ama, no podemos porque el dolor es parte de la vida, es donde se aprende ser fuertes, llegara el momento en el que Joaquin por alguna razon sufra, pero si en verdad quieres cuidarlo, debes estar ahi para el, apoyándolo y alentandolo a seguir adelante -.

-Bueno creo en eso tienes razon, sabes cuando nos besamos, senti como todo lo que estaba a nuestro alrededor desaparecia, y solo eramos el y yo-.

-Me gusta que enserio estes comenzando a sentir cosas reales por alguien, sabes que tienes todo nuestro apoyo, el mio y el de Sabrina, bueno ahora me ire a dormir porque si despierta y ve que no estoy a su lado me mata-.

-Descansa hermano-.

Yo me quede observando un rato más a Joaquín, y estaba por irme a mi habitación cuando nuestras miradas se conectaron, ambos reimos, el levanto a Bibo para que me saludará, lo cual yo también lo salude.

Me fui a mi habitación, mañana seria un buen día, todos nos iriamos de día de campo.

Joaquín.

Me desperte y tenia que cambiarme rapido, Emilio estaba por venir por mi y yo aun no estaba listo, ademas quería preparar algo de comida, nunca antes había ido a un dia de campo, así que en la noche investigue un poco, y ahi decia que muchos suelen llevar muchas comida, asi que decidi preparar un pastel, el cual mi Abuelita Lita me enseño de niño.

Después de preparar el pastel, me meti a bañar, no tarde mucho porque no quiero que Emilio llegara y no estuviera listo, por suerte toco el timbre justo cuando había acabado de cambiarme.

-Pequeño ¿ya estás listo? -.

-Si, ya, yo- yo hice un pastel -.

-Hay que delicioso, estoy seguro te salio muy bien - Me sonroje al escucharlo.

Tome mis cosas, y a Bibo, Emilio decidió llevarse el pastel, al salir del edificio Sabrina y Emiliano ya nos estaban esperado.

-Ho-hola buenos días - Dije al verlos.

-Buenos días Joaquín -.

-Buenos dias niño hermoso- Esa había sido Sabrina que me jalo de las mejillas.

-¿Como esta Bibo? - Me pregunto Emiliano.

-Bien, por suerte no se enfermo-.

-Me alegro mucho, bueno vámonos o se nos hará tarde-. Despues de que Emiliano hablara nos subimos al carro.

Emiliano era el que iba manejando y Sabrina a su lado, Emilio y yo íbamos atrás con Bibo, al que parecer le gustaba mirar por la ventana.

Iba mirando por la ventana al igual que Bibo cuando sentí que Emilio tomo mi mano, lo mire y me sonrio, su sonrisa era tan hermosa que me sonroje, no me atreví a quitar mi mano, además de que me gustaba sentir su calidez.

El camino se estaba haciendo muy largo, aun tenia la mano de Emilio sobre la mía, pero de un momento a otro la quito, eso me hizo sentir un poco mal, pense que tal vez hice algo que lo molesto, pero me congele al sentir su cabeza sobre mis piernas, para que luego tomará de nuevo mi mano y la abrazara.

Después de un rato más llegamos, todo era hermoso, era muy verde, hacia más frío que en la ciudad pero era hermoso, tenía una gran laguna, y había más personas, se notaba que era un lugar turistico conocido, había hasta renta de caballos para montar.

Nos sentamos sobre un lugar un poco retirado de todos, Sabrina y Emiliano pusieron un manta, comenzaron acomodar las cosas.

-Vayan a jugar con Bibo, nosotros terminamos - Hablo Sabrina.

-Pero dejen que los ayúdemos-.

-Tranquilo Joaquín, Sabri tiene razón, ustedes vayan, nosotros terminamos aquí -.

-Esta bien, vamos Bibo-.

-Así es mi hermano, se porta como el papá, pero vamos a jugar con Bibo- Emilio volvió a tomar mi mano.

Comenzamos a jugar con Bibo parecía ser que el también se estaba divirtiendo, comenzaba a seguir a Emilio y luego a mi.

Después de un rato, Emilio decidio rentar dos caballos para dar un paseo, me dio miedo, pero el me dijo que me iba a cuidar.

-Es hermoso ¿verdad? -.

-Si, es hermoso-.

-Si miras para aquel camino, veras que te transmite una vibra extraña, ¿has visto la película un camino hacia terror? - Negué con la cabeza - Bueno pues ese camino se parece al de esa película, y en esa película te matan para luego comerte-.

-¿Que? - Tenia mucho miedo, no querían que me comieran.

-Tranquilo yo te protegere-.

Seguimos en caballo un rato, más hasta que llegamos a un lugar donde había un pequeño río, Emilio se detuvo para bajar, luego trato de ayudarme a mi, bajo a Bibo, y a mi me tomo de la cintura para poder bajar, pero sin darse cuenta resbalo y yo caí encima de el.

-¿Es-estas bien? - Asentí.

Nuestras miradas estaban conectadas, pude sentir que me sonrojaba, el miraba mis labios y yo los suyos, nos mirábamos a los ojos y poco a poco nos comenzamos acercar, podía sentir su respiracion sobre la mía, ya eran centimetros lo que separaba a nuestros labios, y sin más los juntamos, nos estabamos besando de nuevo, estaba volviendo a probar sus labios, sus dulces labios.

No siempre la primera persona que llega a tu vida es la indicada, cuando menos te des cuenta la tendras frente a ti para hacerte feliz.

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Espero les haya gustado.

Dejen sus comentarios para saber su opinión.

Gracias.

Los quiero.

Cuidense mucho.