Sangre, Sudor Y Fama |KookTae| FINALIZADA

Capítulo 4

Les dejo la hermosa canción arriba que, aunque no suena triste, la letra si lo es.

Taehyung iba de regreso hacia su departamento después de comprar suficiente comida instantánea para esa semana y tal vez para la próxima. Normalmente la comía durante las madrugadas para mantenerse despierto, ya que era el momento donde mejor le fluían las ideas y también había menos ruido.

Justo unos metros antes de llegar al edificio donde vivía se encontró a su atractivo vecino tirado sobre el pavimento aunque un cono anaranjado tapaba su cara, el castaño reconoció la silueta de inmediato.

 ¿Que rayos?...

Dudando si debía acercarse o no, lo miro unos instantes, para finalmente ceder, estiro su pierna, moviéndolo con la punta del pie. El azabache soltó un quejido y Taehyung un suspiro de frustración, su conciencia no le permitía irse y abandonarlo.

Con la bolsa de compras aun en mano, se agachó, retiró el cono de la cabeza contraria para después darle palmadas en la cara intentando que se despertase.

-Jeon- Cuando el nombrado lo miro directamente a los ojos, hizo que un sentimiento extraño se instalase dentro de el.

Los ojos que antes reflejaban una intensa pasión ya no existían, ahora solo había dolor e incertidumbre en ellos. Jeon Jungkook había sido su inspiración por años, lo había admirado tanto que inevitablemente quiso ayudarlo. 

-Levántate, alguien te va a reconocer- Con gran esfuerzo y poca, casi nula, ayuda del contrario Taehyung logró levantarlo y prácticamente arrastrando, llevarlo hasta la puerta de su departamento.

Una vez estando ahí y después de haberle buscado por todos lados la llave, encontrarla y abrir la puerta, entró mientras aun ayudaba a Jungkook a caminar. Aguantando el aroma a basurero que desprendía el lugar, lo llevó hasta su habitación, tirándolo sobre su cama y salió corriendo antes de vomitar por el olor. 

Cuando pudo respirar tranquilamente retomó su camino inicial, deteniéndose al escuchar un crujido bajo su pie derecho. Extrañado, levantó la finísima caja, ahora dañada, buscando algo que denotar el contenido del disco, sin éxito.

¿Quién usa discos en pleno siglo XXI?...

Entró a su departamento con el disco en su mano, lleno de curiosidad comenzó a buscar el viejo DVD que tenía guardado por ahí. En cuanto lo tuvo en sus manos lo conectó a la televisión que rara vez ocupaba e insertó el disco. Esperó pacientemente a que algo apareciera, la pantalla que seguía en negro le indico que tal vez no tuviese ningún contenido y no podría regresarlo a su dueño. Justo cuando iba sacar el disco el sonido de la guitarra lo detuvo.

"Desde que te fuiste un tiempo bastante largo pasó volando. Estaba viviendo pensando que estabas a mi lado"

La voz era extremadamente suave haciéndolo relajarse inconscientemente y de inmediato reconoció al dueño de aquella maravillosa voz y probablemente también compositor de aquella canción desconocida.

"Otra vez mi cuerpo reacciona a ti. Para poder usar el anillo lo tengo en el bolsillo de mi pantalón"

A medida que la canción avanzaba Taehyung comenzaba a viajar al pasado, no era la melodía, era la voz y la letra. 

"Esto debe ser lo que ellos llaman un hábito. El hábito de mi mano al tocarte, mi hábito de llamarte. Aunque no estés aquí, es como si estuvieras a mi lado"

Podía sentir el dolor como propio. Si de hábitos hablaban, él sabía perfectamente de ellos y cada estrofa la entendía a la perfección, el hábito de tenerlo siempre a tu lado, el hábito de sentir su piel.

Las lagrimas comenzaron a resbalar por su rostro mientras continuaba escuchando la canción que le había gustado más de lo que le dolía escucharla. A pesar de los años la herida seguía ahí.

Taehyung apretó nerviosamente la caja de analgésicos y el disco en su mano izquierda y golpeteo la puerta de su vecino. Su corazón se aceleró cuando escucho la manija de la puerta ser girada.

-Hola. Soy tu vecino- El castaño se encontraba completamente nervioso delante del mayor -Vine a regresarte esto- En cuanto le mostró el disco, Jeon se lo arrebató de las manos.

-¿Lo escuchaste?- El ceño fruncido y tono de voz del azabache no le dio buena señal.

-Si, yo lo- 

-¿Con que derecho escuchas algo que no te pertenece?- Taehyung se sorprendió por la actitud tan grosera de su vecino, ni siquiera le había dejado explicar la situación -¿Porque lo tomaste? ¿Querías vender las canciones - 

Kim olvidó su sorpresa inicial para sentirse profundamente ofendido, el no lo había tomado, se lo había encontrado.

-El que hayas sido alguien famoso no te da derecho de tratarme así. Ahora no eres más que un cobarde que se refugia en el alcohol, ayer tiraste el disco cuando te venia cargando, pero estabas tan borracho que no lo recuerdas. Si alguien te viese ahora, serias una burla, más de lo que ya eres. Me gusta tu música, tienes talento, pero prefieres revolcarte en tu mugre antes que afrontar que te fueron infiel. - La caja de medicamento que aún estaba en su mano se estrelló contra la cara del contrario - Si quieres seguir viviendo así, hazlo, pero no molestes. Tomate las píldoras y deja de ser un imbécil-

Taehyung se retiró de ahí dejando al azabache dolido por todo lo que le había dicho, cosas que eran completamente verdad. 

Jungkook había estado así desde que regresó de China, cuando las cosas parecían mejorar, volvió a caer. Llegó a Busan decidido a reiniciar su vida, entrar a alguna universidad local y olvidarse de la música pero la curiosidad pudo mas que su voluntad y terminó viendo las declaraciones que dio IU sobre ellos.

"Lo amo mas que a nada pero se que esta vida no es fácil, no quiero que se vea atado a algo que le lastima" 

Las frases se repetían una y otra vez en su cabeza, torturando sus sentimientos y haciéndolo dudar de sus decisiones.

"Cariño, si vez esto, si puedes escuchar mi voz en un futuro, regresa por favor"

Jungkook sintió las lagrimas comenzar a formarse, el dolor seguía ahí y tal vez nunca se iría.

Su vista cayó en la caja de medicamento que le había sido aventada hace unos segundos y entonces las palabras de Jieun fueron reemplazadas por la cruda verdad dicha por el castaño.

Limpió sus lagrimas fuertemente y recogió la caja, ya no viviría así.