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– Creo que me quiere – exclamé feliz y suspiré.

– Eso me da mucho gusto, ¿entonces se acabo el juego de los celos?

– Sí, muchísimas gracias amiga, ya no es necesario que estés tan cariñosa.

– Que bueno, empezaba a incomodarme el asunto, sólo espero que pronto lo deje y sea tu novia, no me gusta que seas el otro, no te lo mereces.

– Yo también lo espero Katy, es lo que más anhelo.


Más tarde Madison entró a la cocina, me miró seria al verme con Katy, pero yo le guiñé un ojo y la expresión de su rostro cambió. Después nos pusimos los cuatro a preparar la cena, como si fuéramos los grandes amigos. Luego cenamos, vimos una película y jugamos Jenga. Hubo un momento en el que Madison entró a la cocina y la seguí.


– Por favor, quédate esta noche conmigo, es la última que estaremos aquí, el lunes viajo muy temprano a Londres a ver un nuevo hotel y regresaré días antes de la boda de Angie– dije en tono suplicante.

– Pero, Aron, ¿cómo me pides eso?, ¿qué quieres que le diga a John?


"¿Hasta cuándo iba a estar ese imbécil entre nosotros?", pensé en tanto le sugería que discutiera con él y se fuera a dormir a la otra recámara, pero ella se negó, así que volví a suplicarle, quería dormir con ella, amanecer a su lado, entonces me dijo que mejor esperaría a que se durmiera y le sonreí acariciando sus dedos, en eso entró Katy y nos soltamos, ésta se despidió y subió a su recámara.

Jacob también dijo que se iba a dormir y entonces Madison le puso de pretexto, para no subir con él, que lavaría los platos, él quiso darle un beso y ella lo esquivó alegrándome. Cuando se escuchó que cerró la puerta, me acerqué y le agradecí su ocurrencia, la besé y luego caminamos a la cocina tomados de la mano.

Empezó a lavar los platos y le pedí que me contara sobre ella, estaba seguro que aún ignoraba muchas cosas de su vida, entonces me pidió que primero le contestara una pregunta y acepté, me cuestionó la razón por la que tenía esos encuentros en lugar de ligarme a alguien de forma tradicional, cosa que sí había hecho alguna vez y le expliqué brevemente que James me había involucrado en esa sociedad secreta y que me había gustado el rollo de los desconocidos, así que aproveché para preguntarle quién le había dado mi teléfono, eso me había inquietado desde un principio y me contó que fue una chica en un bar a la que casi ni recordaba, yo no tenía idea de quien pudiera tratarse, pero, le agradecía su imprudencia porque eso me había llevado a conocer a Madison.

También le pregunté el por qué me había llamado la primera noche y me respondió lo que ya sabía, que era su cumpleaños y estaba sola, otra razón para odiar a John, aunque a la vez debía agradecérselo, porque su abandono fue lo que hizo que ella me buscara. Se molestó cuando le comenté que no imaginaba quiénes estaban involucradas en la secta y me dijo que se le revolvía el estómago de imaginar con cuantas había estado, así que la abracé por detrás.


– ¿Ahora entiendes lo que yo siento al pensar que John pueda tocarte?

– No es lo mismo, él es mi novio.

– A eso precisamente me refiero, ustedes han hecho el amor, sé que suena trillado, pero es la verdad, yo sólo he tenido sexo con esas mujeres, ninguna se había significado nada – ella me había hecho conocer esa diferencia – hasta que tú apareciste una noche y me cambiaste la perspectiva de todo – agregué.

– ¿Entonces no soy una más?

– ¿Y todavía lo preguntas?, jamás había roto las reglas Madison, sabía perfectamente que esas mujeres estaban con otros de la misma forma que conmigo, así que ninguna valía la pena, pero contigo fue muy diferente, por eso no te dije la última regla, desde un principio supe que no le darías mi teléfono a nadie, así que no era necesario decirla.

¿𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞? : 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚𝐬 𝐫𝐞𝐠𝐥𝐚𝐬 [𝗮𝗽]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora