penultimo capitulo part2
– También por eso tengo miedo, no quiero pasar por lo mismo Aron, no quiero tener que explicarle el día de mañana a mis hijos porque su padre y yo no estamos juntos, no quiero ser juzgada ni tener una familia rota.
– Mi amor, a nosotros no nos va a pasar lo mismo – le aseguré separándome para tomar su rostro entre mis manos – nunca permitiré que nuestra relación se enfríe, te conquistaré día a día durante toda la vida, aunque tenga 80 años, siempre te voy a cuidar y a amar.
– Yo también a ti – puso su mano sobre mi mejilla – ayer tuviste tanta razón al decirme egoísta, una relación es de dos y ambos tienen que poner de su parte para que funcione, he sido una tonta todos estos días, exigiéndote cosas que no debía, imponiéndote reglas absurdas sólo por justificar mis temores y tú sí has sido un santo, aceptando sin chistar mis idioteces, hasta que ayer logré sacarte de tus casillas y con toda la razón del mundo.
– No son tan absurdas tus reglas, sólo la tercera, esa sí lo es y mucho – ella se rió y me sentí feliz de haber logrado ese objetivo – tú tuviste mucha razón al pedir sinceridad, te había ocultado muchas cosas, también por miedo, sé muy bien que invadí tu privacidad, que hice cosas nada honorables como hurgar en un celular que no era mío, propiciar "encuentros casuales", como si fuera un mafioso y en cuanto a los celos, era más que justo que me pidieras que no tuviera esos ataques.
– Yo tampoco debí haber tenido el de ayer, las reglas eran para ambos y yo la rompí.
– Ya te penalizaré por eso – dije con una sonrisa.
– Y con justa razón, aceptaré el castigo que me impongas.
– Cuando lo decida te lo haré saber.
Le besé la frente, la nariz, la comisura de sus labios y luego nos unimos en un beso apasionado, el estruendoso ruido de un trueno hizo que rompiéramos el beso y Madison se aferró a mí como si de un salvavidas se tratara.
– Tranquila corazón, no pasa nada, ¿por qué te asusta la lluvia?– Después de que Esteban se mudó, una noche empezó a llover muy fuerte, me asustó el ruido que hacía el agua al golpear la ventana, así que me levanté y corrí a la recámara de Leyla pero no estaba, la busqué por toda la casa y no la encontré, no había luz y al subir las escaleras corriendo se me dobló el pie y me caí, no supe cuanto tiempo me quedé tirada en el suelo ni cuando me encontró Leyla, sólo recuerdo haber despertado en el hospital y cada que llueve me acuerdo de esa noche, jamás me he sentido tan sola como aquella vez.
– Yo nunca te voy a dejar sola y ahora te voy a demostrar lo divertida que puede ser la lluvia – dije levantándome de la banca y tendiéndole la mano.
– ¿Qué tienes en mente?
– Confía en mí, sólo déjate llevar.
Me sonrió nerviosa y tomó mi mano, la ayudé a levantarse y tomamos las bicicletas para entregarlas, toda la gente empezó a correr para cubrirse, apenas caían unas ligeras gotas y poco a poco se fueron intensificando hasta convertirse en un gran aguacero, Madison se aferraba a mi mano que la tenía entrelazada a la suya, le pedí que cerrara los ojos y respirara profundamente, temerosa lo hizo, pero fui notando como se relajaba hasta que conseguí soltarme, entonces me eché a correr y le grité que me alcanzará, se quedó parada unos minutos observándome, así que me detuve, extendí los brazos y levanté mi cara al cielo, sentí como la ropa se me pegaba al cuerpo por lo mojada que ya estaba y de pronto los brazos de Madison me rodearon por la cintura, entonces la miré, tenía su cabello completamente empapado y una parte caía sobre su rostro, se lo retiré y luego la besé intensamente.
Después de unos minutos nos separamos y nos echamos a correr tomados de la mano, Madison sonreía y yo junto con ella, caminamos rumbo a su departamento, en una esquina se había formado un charco y brincamos en él, como si fuéramos dos niños pequeños, realmente nos estábamos divirtiendo, esa era la mujer de la que me había enamorado, atrevida, decidida a seguir sus impulsos, al fin estaba superando sus miedos y era muy gratificante poder contribuir con ello.
Llegamos a su departamento hechos una sopa, de inmediato nos quitamos la ropa y nos metimos a bañar, le lavé todo su cuerpo y luego ella a mí, algo que se estaba convirtiendo en un ritual entre ambos. Salimos y nos vestimos, después ordenamos una pizza, cuando terminamos de comer vimos una película en la televisión y más tarde le conté otro episodio de mi vida.
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¿𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐬 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞? : 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐚𝐬 𝐫𝐞𝐠𝐥𝐚𝐬 [𝗮𝗽]
Fanfictionsegunda parte de *¿estas libre esta noche?* ( recomendable leer la primera parte antes ; completa en mi perfil <3 ) Un afán por comprobar que sea verdadero amor lo que sienten y no sólo algo físico, repite la cuestión del primer encuentro, imp...