Angeline POV
Han pasado dos días y la fila de inscripciones sigue en su máximo apogeo. Camino a paso apresurado serpenteando como puedo la aglomeración de testosterona que se reúne frente a la plaza. Cuando me he alejado unos pasos del gentío un cuerpo trajeado me hace detenerme en seco. Ante mi se alzaba la figura de Roger Monroe con su "coqueta sonrisa".
-Buen día, Señorita Thompson- dice poniendo frente a mi su mano para que le deje la mia, y eso hago, lenta y desconfiadamente.-Buenos días- susurro
-No se si Amelia le habrá contado de nuestro casual encuentro. Pero de no haber sido así quisiera darle a conocer yo mismo mi interés por conocerle mejor, señorita- dice observándome de pies a cabeza.
-Algo me comentó, pero siento decirle que estoy realmente muy ocupada por estos tiempo. De hecho, voy tarde, asi que si me disculpa, debería irme- digo intentando con mi pequeña mentira salir de esta….incómoda situación.-Oh pero por supuesto. No seré yo el que haga que la señorita llegue tarde a su destino. Estoy completamente seguro de que tendremos otra oportunidad para hablar más tranquilos- decía mientras se hacía a un lado dejándome pasar.
-Claro- dicho esto salí como alma que lleva al diablo hacia la pastelería.
Cualquiera a quien pregunten diría que estoy loca al rechazar la propuesta de Roger, mi padre y Amelia de seguro lo dirían, o que no tengo modales, pero compréndame, Roger Monroe representa todo lo que aborrezco de esta sociedad, por lo que a pesar de lo que puedan opinar de mi, me niego a ser el trofeo decorativo e incapaz de pensar o actuar por si mismo que un hombre rico pueda poseer, o una chica más que cae en el huracán de engaño verbal que representa el adinerado Roger Monroe, que cabe recalcar, no ha movido ni un dedo para ganar nada de lo que presume. Porque sí, aunque los demás finjan no ver, o se fijen simplemente en los trajes caros, no es un secreto que más allá de esas almidonadas caminsas y costosos complementos no es más que un jugador retrógrado e incapaz de ver a la mujer como algo más que un objeto al que usar a su antojo.
Voy pensando en eso cuando me detengo en seco por segunda vez en el día. La escena que encuentro al llegar a "Le Pastrie" me hace plantearme regresar por donde mismo vine directo a mi casa.
Este día se vuelve cada vez más interesante. Ante mis ojos se encuentra Monick hecha un mar de lágrimas y sollozos ante su novio que parece estar a punto de perder los nervios.
-Por el amor de Dios Nathe, cariño, como vas a creer los chismes de todas la pueblerinas sin gracia-dice con una voz excesivamente chillona.
¿Nate? ¿Así se llama el chico sin nombre? La situación es que esta discusión se está llevando a cabo frente a mis ojos y simplemente quisiera salir corriendo pues parece ser un momento muy íntimo, pero sencillamente mis pies se han negado a moverse, asi que desde fuera, contemplo la escena como una simple espectadora. El recién nombrado Nate suspira cansado y esto se puede observar en su rostro.
-Monick, entiende que si estoy terminando nuestra relación no es por lo que digan de ti y de ese hombre, simplemente esto no está funcionando y no voy a cambiar de opinión respecto a eso, asi que para de llorar por favor-Esperen, ¿Él dijo terminando? ¿Él está terminando con Monick? Mis dudas silenciosas se ven interrumpidas cuando Monick que pasa llorando junto a mi, decide apartarme de un empujón.
-¿!Tu qué miras!?-Chilla dejándome atrás y sentada en el suelo.
"Nate" se acerca y me ofrece su mano
-Yo, lo siento por eso. Monick puede ser bastante descortés e infantil cuando no cumples sus caprichos.- Me dijo mientras me ayudaba a ponerme de pie
-Que me vas a contar a mi- susurré sacudiendo mi ropa, y escuché que reía, genial, me escuchó
-Cierto-dijo sonriéndome, su rostro era realmente lindo y masculino-tu trabajas aquí- se irguió y me tendió su mano una vez más, pero en esta ocasión a modo de saludo- Nathaniel Clarckson señorita- estreché su mano y me sonrojé al ver que esperaba mi nombre, se lo dije algo perdida en sus ojos.
-Angeline, Angeline Thompson
-Lindo nombre señorita Thompson- dijo mientras se alejaba- un placer conocerla- y con eso se alejó del local a paso lento por la calle.
Solo cuando hubo doblado la esquina fue que pude apartar mi vista y me puse a trabajar recordando todo el día el tacto de sus manos callosas por el trabajo contra la piel de las mias, y el ligero roce de sus labios en mi mano, pensamiento que no me abandonó hasta que fui a la cama…
Hola personitas. Aquí dejo otro capítulo. Estuve ausente y lo siento, no les daré excusas. Solo prometo actualizar siempre que me sea posible. Espero que les guste el capítulo algo cortito pero aún asi con mucho amor...en los próximos capítulos iremos avanzando un poquito más rápido. Si has leído hasta aquí muchas gracias, aunque no sea la mejor, me dejo un pedacito de mi corazón en lo que escribo para ustedes, asi que espero estar haciéndolo bien😕. Si te gusta mi historia no olvides dejar tu estrellita y comentar. Estaré encantada de leerte y responder me hará muy muy feliz
Besitos, los amoo💚💚💚
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A 13 Otoños de ti
RomansaEstados Unidos Louisiana Año 1940 Bien dicen que las promesas son ligeras, y que como a las hojas, se las lleva el viento. Era viernes y era Otoño cuando juraste que siempre, pase lo que pase, volverias a mi lado. Mi corazón te creyó. ¡Dios librara...