18.- Demasiado bueno para ser verdad.

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Baekhyun se levantó y empezó a preparase alegre.

Era sábado, lo que significaba que entraba tarde al trabajo, salía temprano y se dirigía enseguida a la galería, donde estaría con Chanyeol toda la noche y el domingo saldrían a alguna cita.

Entre semana el chico había mencionado un museo al cual quería ir por una exposición y Baekhyun quería acompañarlo.

Al salir de casa y subir a su auto le mandó un mensaje.

"Buenos días. El día está muy lindo así que intenta levantarte y aprovechar la luz para hacer algún boceto, recuerda que prometiste enseñarme alguno pronto.
Lindo día, te veo en la tarde.  ☺️"

Al llegar a la oficina Seulgi ya lo esperaba para empezar con su día y no pararon de trabajar hasta las dos de la tarde.

— ¿Comerás conmigo o quieres salir corriendo con tu amado? — Preguntó la chica, divertida.

— Eso veré ahora. — Baekhyun sacó su celular.

La respuesta de Chanyeol era realmente extraña.

Chan  😝💕- "Hoy no puedo verte, te marco luego. Lo siento, ten un buen día en el trabajo"

"Oh... claro. Hablamos luego."

— ¿Entonces?

Guardó su celular.

— Tienes suerte, puedo quedarme contigo.

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— Baekhyun... Baekhyun ¡Baekhyun!

El nombrado volteó y notó que todos en la sala de junta lo veían extrañados.

— ¿Que pasó?

— Los balances.— Leetuk soltó irritado.

— ¿Qué?

— El balance de actividades de la semana pasada. — Taeyong intervino. — El que presentas cada martes...

— ¡Ah! — Agitó la cabeza. — Claro.

Observó a Seulgi en busca de ayuda.

— Aquí los tengo. — Le tendió el portafolio con las copias y él le sonrió agradecido.

Se levantó y empezó a repartir las hojas.

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Seulgi se cruzó de brazos con su bolsa cargando.

— Ya es la hora de la salida, por si no te habías dado cuenta. — Se dirigió a su jefe que estaba en su escritorio con la mirada perdida.

Baekhyun suspiró.

— Me quedaré un poco más... puedes irte.

— ¿Me dirás qué pasa?

— Nada.

— No dejas que algo afecte tu trabajo nunca, y esta semana todo te sale mal, hoy estuviste realmente tonto, juraba que Leetuk te sacaba los ojos en cualquier momento.

Sonrió ligeramente.

—¿Tan mal estuve?

— Pregúntale a Taeyong y a su asistente con la camisa llena de tu café.

— Fue un accidente. — Recargó sus codos en el escritorio.

— Ya suéltalo o le diré a Jongdae.

— Está bien. — Suspiró. — No se nada de Chanyeol desde el sábado en la mañana.

— Oh... casi cuatro días.

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