XVIII

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Querido Diario:

No puedo creer que este día haya sido real. Aún tengo la esperanza de no despertar, porque si de verdad estoy un sueño, es el mejor sueño que he tenido en mi vida.

     En la escuela, necesitaba saber que era lo que Matt quería decirme. No aguantaba la curiosidad. Al final lo dejé pasar, ya que si seguía enfermo dudaba que fuera.

     Después de clases, llegué a mi casa, que estaba sola, lo cual no era para nada raro. Así que decidí salir a caminar.

     Cuando llegué a un parque, me senté y cerré los ojos respirando el aire puro. De repente, sentí a alguien sentarse a mi lado. Abrí los ojos y mi corazón se aceleró al ver que era Matt quien estaba a mi lado. Me saludó y yo aún seguía algo en shock, lo cual lo hizo reír. Después de que volví a la normalidad, me dijo que quería preguntarme algo. Lo noté algo nervioso, y eso es muy raro en él. Yo soy la que siempre está nerviosa.

     Creo que nunca había estado tan feliz en mi vida como cuando escuché esas palabras. Era difícil de asimilar para alguien como yo.

     "¿Quisieras tener una cita conmigo el sábado?"

     En ese instante me quedé callada. Creo que se asustó un poco creyendo que no iba a responderle, pero después de asimilarlo todo, por supuesto que acepté.

     Al momento en que dije que sí, vi como formaba una sonrisa en sus labios. Me dijo que me pasaba recogiendo a las 7:00 pm y se despidió con un beso en la mejilla.

     Ahora viene la gran pregunta. ¿Qué rayos voy a ponerme?

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