capítulo 32

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No necesito que sea fácil, solo que sea posible
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Narra Angie:

Estábamos tomando las últimas copas de champan que habían traído los meseros.
Brisa aviso que se retiraba al baño

Bri-voy al baño ahora vuelvo-dijo levantándose de su silla y fijando su rumbo.

Mar-cuando le vas a decir?-me habló

Angie-mi idea era hoy, pero creo que no me animo

Lu-daaaalee boludaa, me estoy fumando a esta pesada de mierda-dijo refiriéndose a Martina

Mar-EEEH, no es mi culpa que el puré de batata este jodidamente bueno y sea un orgasmo culinario

Lu-callate 0mar-la fulmino con los ojos mientras sonreía sutilmente-ahrrre

angie-bueno, lo voy hacer pero no quiero que estén ustedes, me da vergüenza

Lu-aaaaaah buuue-rodó los ojos

Mar-bueno, si vos lo querés así-le pegó un codazo a Lourdes el cual no te, y ella disimuló

Bri-che no saben lo bueno que están estos baños-habló la pelinegra sentándose al lado mío nuevamente

Mi idea era declararme en un ambiente lindo, pero con mis amigas y en este lugar no era el indicado.
Martina y Lourdes entendieron lo que quería hacer, así que les mandé un mensaje de texto disimulando que el mensaje era para mi mamá.

El mensaje decía: necesito que pongan una excusa para irse, déjennos a mi y a brisa solas. (Enviar)

Sí, no podía tomar valor si mis amigas están conmigo, entendieron el mensaje..
Se disculparon con nosotras, nos saludaron y se retiraron.

Bri-bueno, vos qué vas hacer?

Angie-em.. me voy a mi casa

Bri-ah okey-dijo algo decepcionada y confunfida-llamo un remis?

Angie-nono, vamos caminando si querés

Bri-caminando? sos la persona menos indicada para caminar tanto

Angie-y.. dale tonta, vamos

Bri-bueno... JAJA

Pagué la cuenta, tomamos nuestras cosas y salimos del restaurante.
La noche estaba estrellada, había luna llena y se escuchaban muy pocos autos pasar cerca de las calles por las cuales caminábamos.

En mi mente pasaban muchas ideas, muchas maneras de como decirle a brisa lo que me pasaba, pero ninguna se me hacía especial.

Hasta que me acordé que a unas cuadras de mi casa hay un parque donde me podría declarar, ya que nunca había nadie en esos lugares.

Bri-donde estamos yendo?-preguntó debido a que nos habíamos desviado del camino a mi casa

Angie-ah un parque que está por mi casa, te molesta que vayamos?

Bri-mm.. no-dudo por una milesima de segundos

Angie-bueno, entonces camina, que falta poco

Llegamos a la entrada, en mi mente era una escena de televisión.
Apenas pise el parque mi mente me dijo: Y UN PEQUEÑO PASO PARA EL HOMBRE Y UN GRAN PASO PARA BRISA.
Me reí inconscientemente, lo que causó duda en brisa, obviamente no le dije de que me reía y le inventé un chiste paupérrimo que se me había pasado por la cabeza en el momento.

Bri-qué lindo lugar aquel

Angie-cual?

Bri-aquel del árbol gigante ese

Brisa había encontrado el sitio que yo buscaba, era un árbol enorme, alumbrado por la inmensa luna y cubierta por hojas que caían de los demás árboles

Hermoso lugar, me quedé viendo por un momento
el árbol y Vi como brisa se acomodaba en el.

Me acerqué con el corazón latiendo a mil, el sudor no podía tardar en salir, intentaba controlar el balbuceo, mis manos temblaban junto a todo lo demás.

Bri-vení, tiene una re vista este lugar.

Angie-ss..si, mal

Me acerqué y me senté junto a ella, sentí que era el momento perfecto para decirle todo

Angie-brisa, se que capaz vos no vas a pensar lo mismo o tampoco sientas lo mismo que yo, pero te quería decir una cosa..

Bri-¿qué? ¿es algo malo?

Angie-pensarlo para mí si es malo, tengo miedo de que por decirte algo ya no quieras ser mi amiga

Bri-ANGIE cualquier cosa que me digas no me va a importa tanto como para enojarme con vos, si sabes que te re quiero-dijo tomando mis manos dandome con ellas un poco de confianza.

Angie-brisa.. me gustas, estoy sintiendo cosas que ni yo sé cómo explicarlas, me haces sentir distinta al resto de las personas con las que estuve.
Nadie me dió tanta seguridad como me la estás dando vos, nadie me transmitió tanto amor y paz como lo haces vos.
Nadie...

Bri-vos también me gustas-me interrumpió




La mujer de mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora