Por un instante, pensó que se había vuelto totalmente loco. Porque sus brazos se quedaron tiesos y su respiración dejó de fluir, otra vez. Quedando en un estado de shook del cual sería muy difícil salir.
Y es que se estaba sofocando, sentía un tic nervioso en su ojo derecho al estar atrapado nuevamente entre los brazos de Yoon Hyunsuk. Parecía que duraría una eternidad, porque juraba que llevaba mucho tiempo así, ya su nariz estaba comenzando a picar por lo fuerte que le resultaba el aroma de su perfume.
Maldición, debería alejarlo, pero que acariciara su cabello de esa manera le hacía sentir un cosquilleo extraño en su pecho. Era raro, no lo soportaba pero quería seguir sintiéndolo.
Por eso decía que se había vuelto loco, porque quería una cosa, pero también quería otra y eso le causaba tanta rabia consigo mismo. Subió sus manos temblorosas, y las apoyó en el pecho del castaño, enroscando sus dedos en la tela inconscientemente. Hizo fuerza para que le soltara, pero su intento fue más bien como un pequeño golpecito para Hyunsuk. Quien rió y acarició el pelo teñido del más bajo.
Se dió la oportunidad de enredar sus dedos en las hebras onduladas y disfrutó de causar esto en él. Lo que no sabía es qué causaba, y era confuso.
Seonghwa no recordaba haber sentido algo así en su vida. Nadie le ha estrechado entre sus brazos de ésta manera, y mucho menos; apretado con tanta seguridad y calor. En su mente no estaba claro, ni el porqué la gente era así con él, y porqué Hyunsuk era...
¡Basta!
Se estaba torturando por nada.
—¿Qué crees que haces?— Habló entre dientes, sintiendo como ese agarre se intensifica, el como las caricias en su pelo se hacían cada vez más suaves y... Reconfortantes. Estaba comenzando a enojarse. Hyunsuk no quería contestar, pero eso sería caer bajo, hacer que Jinyoung sintiera como si tuviese el control de su mente.
No sabía porqué le seguía abrazando así, pero igualmente recargó su mentón sobre la cabellera azulada y volvió a sonreír cuando Jinyoung escondió el rostro en su cuello. Sentir la casi nula respiración sobre su piel le causaba cosquillas y cierto gusto extraño.
—La verdad, no tengo idea.— Jinyoung bufó irritado.
—Entonces suéltame...— Uhm, pero no quería hacerlo, su cuerpo se sentía tan delgado entre sus brazos que unas extrañas ganas de protegerlo le atacaran de pies a cabeza. Con su mano libre acarició su cintura por encima de esa prenda tan grande que traía y volvió a reír cuando le sintió removerse. —Te gusta.— Susurró, haciendo que separe bruscamente la cara de su cuello.
—Clar...-
—Oow... Tienes las mejillas rojas ¡Que lindo!— Tomó su rostro con la mano que acariciaba sus cabellos, y apretó con fuerza, sacándole un quejido lastimero a Jinyoung. Hyunsuk sonrió, el chico era muy bonito y tenerle atrapado en esa faceta suave, le causaba mucha ternura. Le gustaban mucho las personas tiernas.
—¡Maldito loco!— Bueno, ser suave no era algo que le durara demasiado. Estaba aprendiendo muy lentamente el como era su manera de ser. Y le encantaba que esas mejillas hubiesen tomado ese bonito color rojizo. —¿Quieres que te mate en serio, no?— Los ojos oscuros le miraban con tanta rabia, sus hombros pesaban, pero igualmente, mantenía un brazo enroscado a su cintura, estaban tan cerca que sus abdómenes se pegaban el uno al otro.
Jinyoung hizo fuerza nuevamente y le empujó, haciendo que la espalda de Hyunsuk choque contra la pared del pasillo. El alto no lo vió venir, sus reflejos le fallaron y no supo en qué momento el de cabellos azules había puesto sus manos sobre su cuello, apretando su tráquea con ambos pulgares.
Soltó una risa al ver como la expresión de alegría se iba descomponiendo, conocía esa mirada. Siempre la causaba en la gente cuando estaba a punto de acabar con sus vidas. Mordió su labio inferior con diversión. Y la corriente eléctrica que acariciaba su espina dorsal le hizo reír nuevamente.
—¿Cómo puedes decir que soy lindo?— Apretó con más furia, queriendo acabarlo. Y el castaño gruñó, tomó sus muñecas y forcejeó con él, logró separar aquellas manos de su cuello y tosió levemente, intentando tomar aire. —Estás realmente mal de la cabeza.
—¡No me importa!— Aferró sus dedos a la suave piel de Jinyoung, tenía un dolor insoportable pegado al cuello y su respiración agitada solamente le dificultaba el querer quitárselo de encima. -Sé que es diferente para ti, también lo es para mí, Jinyoung. ¡En verdad sé que esto no es para nada sano!- Con esfuerzo puso las manos del peliazul tras su espalda. Lo inmovilizó aún más, apegándose a él como una plaga lo haría a un animal inocente. Hyunsuk quiso hacer algo para quitar esa expresión de enfado que esos ojos tenían.
El peliazul se removió incómodo, el rostro de Hyunsuk estaba tan cerca que le resultó asfixiante.
—Eres idiota.
—Quizás, pero puedo hacer con mi vida lo que quiera, y si me da la gana estar atrás de un asesino, entonces lo haré; no me importa si no te agrada esa idea. ¡Puedes decirme loco cuantas veces quieras! Pero no me harás cambiar de opinión.— Frunció su ceño, al igual que su voz se tornaba más seria y dura. Jinyoung aguantó la respiración por la cólera que le provocaron esas palabras. Apretó los dientes y volvió a retorcerse entre los brazos de Hyunsuk. —¿Entiendes?— Y joder, que le estuviese hablando con ese tono, le causaba tanta furia.
Chasqueó la lengua, asintió de mala gana y se aguantó las ganas de gritarle para que le soltara.
—Sí, ya.— Pero... ¿Por qué no se alejaba? ¿Era idea suya o se había acercado más? Las manos le temblaron a pesar de estar siendo sostenidas con fuerza. —A-Aléjate.— El calor abrasador se le subió a la cara en menos de un segundo. Hyunsuk se rió entre dientes, acercándose más para intimidarlo. Estaba consiguiéndolo.
—Solo déjame...— Unió sus frentes, rozó su mejilla sonrojada con su nariz y sonrió porque Jinyoung se sentía como una piedra bajo su afectuoso toque. Se estaba pasando... Pero a él le gustaba la sensación que tenía su corazón al latir tan fuertemente contra su pecho. Entonces, le miró a los ojos, y Jinyoung quiso gritar porque había visto un extraño brillo en ellos. Un brillo cruel, que se volvió extraño. Entonces respiró hondo, intentando guardar la poca cordura que le quedaba.
Estaba seguro que se desmayaría.
Porque estaba cerca, mierda. Estaba muy cerca de su cara y estaba comenzando a sentir agobio.
Hyunsuk simplemente no lo pudo aguantar, y le robó un pequeño beso en los labios.
Uno solo.
Le dejó libre sin quererlo del todo. Y sonrió, sintiendo sus mejillas cálidas por lo que acaba de hacer. ¡Jinyoung ni siquiera se movió! Estaba estático, procesando lo que acababa de pasar. Pero no podía. Estaba como una computadora sin sistema, o una cosa así.
Exhaló, sintiéndose tan incrédulo. Volteó para saber a dónde carajo se había ido Hyunsuk y le vió husmeando en su cocina. Se fue corriendo hasta allá, sus pies descalzos golpeando el suelo, sus manos sudando y picando por querer darle una bofetada que le voltease la cara hasta el punto de romperle el jodido cuello.
Pero al llegar lo halló de espaldas, entonces sus pasos se detuvieron, las manos se apretaron en puños y... Sus ojos se enfocaron en la espalda levemente ancha.
Tembló al ver un cuchillo sobre el mesón. Su instinto le dijo que lo tomara, pero no se movió hasta que Hyunsuk se giró y le sonrió con... ¿Burla? No supo descifrarlo.
Solo supo que sus ojos se fijaron mucho más en esa sonrisa que en todo el estúpido rostro de ese alto castaño.
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。†.dead balloons (死气球) ; yoonbae
Fanfiction[ 没有什么比他的嘴唇令人愉悦的味道和他脑子里疯狂的想法更像的了] ¿Por qué le había gustado tanto ver como ese chico asesinaba a ese hombre sin compasión? Era enfermizo, pero aún así pensaba que se veía bonito con las mejillas llenas de sangre y el brillo en sus ojos luego de est...