𝐈𝐕

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"Algunas personas creen que están siempre en lo correcto. Otros son callados y tensos. Otros parecen muy bonitos, pero por dentro pueden sentirse tristes y equivocados"

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YOU ONLY LIVE ONCE - The Strokes.

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La sala de entrenamiento había sido ocupada por el equipo gracias a Sam, que se había encargado de correr la voz varias veces esa mañana, y hasta ese momento, no ocurría absolutamente nada porque prefería dar las instrucciones como si estuviera leyendo la enciclopedia. «Era un jodido manual» términos de Natasha, quien no sabía si empezar o volver a la cama y seguir con su descanso. Todo los ojos con fastidio, pero no era la única en la quien estaba muriendo del aburrimiento; a su vez, Wanda estaba a punto de retirarse y Rodhey por poco se dormía recostado en la pared; balanceando su cabeza hacia adelante y siendo despertado por visión de rato en rato. Una vez más, la voz de Sam con el mismo memo que había repetido once veces, se hizo presente y hasta Barnes juraba que podía recitarlo de memoria.

—Recuerden, el primero que deje en el suelo a su oponente en los próximos veinte minutos, gana la partida.

—¡Sí, lo sabemos! Llevas repitiéndolo durante una hora—James no pudo contener su tono ácido con lo mucho que le irritaba verlo y oírlo hablar, dándole vueltas al asunto. Le provocaría jaqueca— ¿Vas a dejarlos empezar o no? Han durado más los créditos introductorios, que lo que va a durar la pelea.— murmuró sarcástico y con una media sonrisa poco amistosa que Sam devolvió. A pesar de todo y su mal humor, nos e llevaban tan mal como parecía.

—Bien, bien, ya entendí— Sam dio una mirada rápida a su reloj de pulsera para calcular el tiempo exacto —. Supongo que pueden empezar ya. ¿Listos?

—Yo nací lista, Wilson.

Natasha le respondió, mirando a su oponente con desafío en las pupilas. Steve no bajó la mirada y se colocó en posición; pero antes de que alguno iniciara algún movimiento, se vieron interrumpidos de Nueva cuenta...por Sam.

—¡Alto ahí!— escucho el «no puede ser» que corearon sus compañeros, en protesta—. Solo para corroborar en caso de injusticias; Romanoff, sin trampas, te estoy vigilando de cerca.— estiró dos largos dedos, apuntando de sus ojos hacia ella.

—Si no cierras la boca ahora, no voy a cometer una injusticia; cometeré un asesinato—lo amenazó entre dientes—. Así que será mejor que me dejes de hacer perder mi valioso tiempo con tu discurso presidencial. Eso déjaselo a Steve para cuando quiera verse heroico.

—Solo me aseguraba— Sam disimulo su temblor con un tono de reproche y recibió la mirada fulminante de su compañera—.Correcto, esta vez sí pueden empezar.

Los espectadores en la sala soltaron un suspiro de alivio, mientras que en el cuadrilátero, ambos contrincantes se miraban cómplices.

Natasha le dirigió a Steve una sonrisa lasciva, de esas que lograban descolocarlo y distraerlo con facilidad; pero él se antepuso, sabía que eso significaba problemas, así que le devolvió el gesto y le guiñó un ojo; confiando en que ella no haría nada para romper el acuerdo que establecieron horas atrás.

—Tranquilo, Capitán. Seré buena.

Su tono suave y seductor era una cosa que junto con sus habilidades se volvía peligroso. «Funcionaba para distraer al enemigo» le dio ventaja, así que propinó el primer golpe en el costado derecho con su pie descalzo, que lejos de ser una caricia suave como cualquiera podría pensar, era un dolor uniforme que se almacenaba en el centro y se extendía como el veneno. Steve perdió el equilibrio muy brevemente, aun así, se tambaleó antes de retomar el control de su posición y moverse hacia ella. Eso hizo que Natasha se mantuviera alerta a pesar de conocer sus movimientos. Ambos podían esquivarse con facilidad, pero ahora que Steve estaba recuperado y se movía con soltura a su al rededor, eso la frustraba. Su buen humor menguaba de a pocos y no porque iban a la par o por la manera en que Steve se comenzó a mostrar confiado, sino porque en realidad no estaba dando pelea. No estaba luchando ni con la fuerza y menos las ganas que debería; solo la rondaba como un león a su presa.

Love You MADLYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora