≽𝐠𝐞𝐭𝐭𝐢𝐧𝐠 𝐦𝐚𝐫𝐫𝐢𝐞𝐝.

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Doyoung daba vueltas por la habitación, desesperado y causando que los otros dos chicos que le acompañaban, empezaran a inquietarse también.

—Doyoung, te lo digo de corazón, ¿podrías estarte quieto? Por favor— Gruñó entre dientes Jeno, incorporándose para agarrarle de los hombros.

—Para que Jeno pierda la paciencia, algo grande tiene que suceder. Así que hazle caso, te lo suplico— Soltó una pequeña risa Taeyong, incorporándose para ir junto a ellos.

—Lo siento, es que...— Un suspiro se escapó de sus labios, estaba nervioso y exasperado, su rostro reflejando lo frustrado que se sentía.

—Todo va a ir bien cariño, habéis estado preparando esto por mucho tiempo, ha sido un proceso largo pero ya tenéis la recompensa— Una bonita sonrisa se centró en la cara del menor de los tres, acariciando suavemente el pelo del casi recién cansado— Ahora tenemos que ir saliendo, es ya la hora.

Doyoung asintió, sintiendo su corazón bombardear más sangre de lo normal. Taeyong y Jeno se colocaron a su lado, abrazando cada brazo suyo mientras le daban ánimos y les susurraban palabras bonitas. Doyoung no sabía que hubiera hecho en ese mismo momento si no le acompañaban dos de sus pilares más fuertes y a los que más amaba.

El traje estaba ajustado a sus medidas, ciñéndose tan bien a su figura que cualquiera que le viese quedaría embriagado por su belleza.

Sus mejores amigos le miraban con una pequeña sonrisa, aunque antes no conociesen a Jaehyun, ahora que ya lo hacían y eran totalmente conscientes de la persona tan hermosa y pura que tenía Doyoung a su lado. Estaban felices por poder acompañarle en el casamiento con el amor de su vida. Además, el orgullo estaba presente en ellos, dado que tenía a alguien que le entendiese, cuidase y amase de una manera tan única y apasionada.

Las puertas del local en donde habían realizado la boda fueron abiertas unos minutos después de que se ubicaran frente a ellas. Doyoung había pedido que fueran Jeno y Taeyong quienes le acompañasen, porque ellos siempre eran los que habían estado a su lado, con los que compartía sus desgracias y sus alegrías, los que le habían visto crecer y acompañado en el proceso. 

Realmente, nunca pensó que podría encontrar a alguien como Jaehyun, que encajara también con él, que con sólo una mirada fueran capases de comprenderse. Entre ellos había una conexión, algunos podrían llamarlo suerte, mientras que otros lo llamarían "hilo rojo", aunque él no creía en ninguna de esas dos opciones, confiaba en que su relación era tan fuerte y madura porque los dos se habían estado esforzando para que las cosas fueran bien y saliesen adelante. Obviamente habían tenido discusiones, no eran pocas las veces en las que sus carácteres chocaban, pero al final del día terminaban cediendo y escuchando lo que tenía que decir el contrario.

Sólo de pensar en eso, los ojos de Doyoung se aguaron, recordando tantos buenos momentos con él, aún parecía algo irreal el hecho de que se estuvieran casando, de que habían estado tres años y medio juntos. Nunca pensó que Jaehyun le pidiera casarse en sus vacaciones de verano en Florida, ni que hoy, 20 de noviembre, su boda estuviese sucediendo. Casi se desmaya en el momento que subió al altar y agarró las manos del menor.

El lugar no podía estar decorado de una mejor manera, cada pequeño detalle de la estancia hacía que el corazón de Doyoung diera un vuelco, todo estaba tal cual lo habían diseñado. No era extravagante, rozaba lo sencillo, pero el gusto de ambos y los colores claros hacían del local un lugar simplemente mágico y encantador.

Sus amigos se retiraron, para ir al lado contrario de los de Jaehyun. El menor quería abrazarle en ese momento, quería decirle que le amaba más que a ninguna otra persona, que estaba totalmente seguro de que quería pasar la eternidad a su lado. Pero debía aguantarse, debía esperar unos minutos más hasta que el anillo de ambos estuviera colocado en el dedo.

𝟥𝟢 𝑑𝑎𝑦𝑠 ⇝ 𝑗𝑎𝑒𝑑𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora