≽𝐢𝐧 𝐚 𝐦𝐨𝐫𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐫𝐨𝐮𝐭𝐢𝐧𝐞.

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—Doyoung... Doyoung... Doyoung...— La ronca voz que su novio tenía más notoria en las mañanas se coló por los oídos del mayor, provocando que este se removiera, abrazando más el pecho en donde estaba tumbado.

—Déjame dormir— Murmuró casi inconscientemente suspirando.

—Tenemos que ir a trabajar— Rió el contrario, observando lo perezoso que se encontraba— Te dije que era mala idea quedarnos hasta tarde viendo esa película— Lo único que recibió por parte de su novio fue un "shhh" acompañado de un manotazo en su boca para que guardara silencio.

Jaehyun le miró por un par de segundos, buscando una mejor forma de despertarle, pues sabía lo complicado que era. Agarró su cintura con más rudeza, girando hasta dejarle boca abajo.

—¿Ya me vas a dejar dormir?— Ante la pregunta, el menor no respondió, más bien empezó a dejar pequeños besos en su cuello, agradeciendo que justamente esa noche Doyoung hubiera dormido sin camiseta por el calor que se empezaba a hacer presente en la ciudad— ¡Eso no vale!— Exclamó un poco más alto que la vez anterior, intentando apartarle de su cuello, pero Jaehyun aprovechó eso para descender los labios hasta su pecho, recorriendo cada centímetro del cuerpo de su amado, hasta llegar a su cadera en donde dió una suave mordida, y el jadeo que Doyoung estuvo aguantando durante tanto rato salió de sus labios sin percatarse o darle tiempo a reaccionar— ¡Me levantaré ya!— Se quejó mordiendo su labio inferior cuando sintió como Jaehyun dejaba un beso alrededor de la zona de su ombligo— Te odio— Murmuró cubriendo su rostro con las manos.

El causante del falso enojo matutino de Doyoung alzó su cabeza para dejar un sonoro beso en su frente, sentándose en la cama mientras tiraba de la mano de su novio para ayudarle a incorporarse.

—¿Vas escogiendo la ropa mientras preparo el baño?— El menor sólo pudo asentir con la cabeza débilmente, arrastrándose de manera perezosa.

Sabían que no contaban con mucho tiempo antes de que les fueran a buscar para que bajaran. Así que decidieron tomarse una ducha en vez de quedarse más rato de lo normal en la bañera como solían hacer en las mañanas que tenían libre. Aunque el tiempo no fue un impedimento para que se besaran tranquilamente, ni para que Doyoung se relajara al sentir el masaje en el cabello que estaba recibiendo por el adverso, ni tampoco para que Jaehyun no le molestara intentando tocarle más de lo permitido para la hora en la que se encontraban.

Ya vestidos, fue Doyoung el encargado de secar el pelo de Jaehyun, este estaba frente al espejo del baño, observando la cara de concentración que poseía el mayor mientras pasaba la toalla por su cabello, y con un poco de secadora y plancha fue peinándole hasta dejarle unos pequeños ricitos cayendo por su frente.

—¿Qué tal me veo?— Cuestionó tocando con cuidado su peinado.

—Mas bonito que nunca— Doyoung sonrió, inclinándose para dejar un beso en su mejilla, que fue seguido de otro cerca del hoyuelo que se le marcó al sonreír— Estás precioso, cariño— Jaehyun giró para enfrentarse a este, tomándole de las mejillas para dejarle un pico sobre sus labios.

—Que nos pusieran en el mismo dormitorio fue una casualidad bastante buena— Rió dándole un beso esquimal, acompañado a continuación de una pequeña mordida en su labio inferior, tirando de él para causarle una sonrisa a su novio, ya que era consciente de lo mucho que le agradaba que tuviera ese gesto con él— Vamos a desayunar con los demás venga— Un puchero fue ubicado en sus labios cuando le oyó pronunciar eso— A mi también me gustaría quedarme en la cama contigo todo el día pero hoy debemos ir a grabar un videoblog así que no podemos llegar tarde— Dió un toque en su nariz, agarrando su muñeca para tirar de él hasta el comedor.

Después de ayudar a Taeyong y a Taeil con el desayuno, se sentaron alrededor de la mesa, distribuidos por diferentes zonas de esta, intercambiando palabras unos con otros, matando el tiempo que tenían libre. Sin embargo, mientras conversaban tranquilamente, Jaehyun aprovecho para posar su mano sobre la pierna de Doyoung, quien bebía de un zumo a su lado. A causa de la inesperada acción por parte del contrario, comenzó a toser atragantándose, llamando la atención de varios que le preguntaban si estaba bien, y eso fue como una vía libre para que Jaehyun ascendiera la mano hasta dejarla más cerca de su entrepierna, acariciando la zona interna de su muslo, tan lento que torturaba. El mayor ante las preguntas de los chicos, únicamente asintió, sabía que como se atreviera a pronunciar una sola palabra la mano de Jaehyun iría más arriba. El menor conocía tan bien el cuerpo de el adverso que sabía en donde posar sus dedos para que este temblara en cuestión de milésimas de segundos.

Doyoung tuvo que terminar de desayunar sintiendo las manos de su novio recorrerle de arriba a abajo como si fuera algo tan común y normal. Y mientras eso ocurría, sabía que no quedaría ahí, si Jaehyun quería jugar, él le iba a dar el juego que pedía en forma de gritos silenciosos, porque entre sus planes no estaba perder, nunca, daba igual lo que fuese. Cuando se incorporaron para recoger, le dedicó una mirada desafiante. Quizás si fuera otra persona se hubiera intimidado, pero Jaehyun no entraba en esa categoría, ya que en respuesta le sonrió de la misma forma.

Todas las mañanas eran un tira y afloja entre ellos dos, aunque tenían que ser discretos y no llamar la atención. A veces era como una tarea imposible. Compartían la misma rutina desde que empezaron a ser roomies, y aunque en un principio Doyoung pensó que perdería la paciencia en nada, al final resultó ser más divertido de lo que tenía en mente.

𝟥𝟢 𝑑𝑎𝑦𝑠 ⇝ 𝑗𝑎𝑒𝑑𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora