XI. One day more/ Un día mas

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(Narrador Omnisciente)

*En la Isla Prohibida*

La líder de la isla se encontraba en sus apocentos, recostada sobre su cama, revisando unos viejos pergaminos con escritos que parecían ser antiguas alianzas de tribus ya extintas o mas bien desaparecidas, parecía ya saber el contenido de todas sin embargo se detuvo en una carta muy bien cerrada y arqueando una ceja la separo del resto y dedico toda su atención a esta

-Aquí estabas-

Abrió suavemente el sobre que sostenía en sus manos y se encontró con una pintura ya algo descolorida pero aun se podía reconocer quien estaba en ella. En aquella silla de madera con lo que parecía era una mesa estaba una niña bien parecida de ojos azules como el cielo despejado y su rubio cabello recogido en una coleta alta, su piel blanca destacaba en toda la pintura, sus mejillas rosadas le daban el toque de ternura, llevaba unos aros de oro como pendientes, collares y pulseras del mismo material que le combinaban con su blusa roja sin mangas y su chaleco de piel también sin mangas.

Parecía estar posando con su mano en su barbilla y su codo sobre la mesa, su otra mano haciendo puño sobre su cintura pero sin perderse de vista, su mirada hacia un lado y con la mas tierna sonrisa, esa era la pintura que años atrás le traía recuerdos, con aquella la cual había prometido guardar secretos del pasado, una simple pintura que le demostraría a todos la mas dolorosa verdad-

-¿Por qué será que guarde esto tanto tiempo?- Se acomodo un poco para poder poner la pintura separada de las demás cosas y se puso en pie preparándose para salir de su habitación sin olvidarse de llevar la pintura en sus manos.

Se quedo un momento en la ventana de su habitación y contemplo su isla y todo lo que había en ella; la arena de entrenamiento, los lugares de comercio, las casas de los soldados y cazadores.

A lo lejos miro a quien se había convertido en su mejor soldado, alguien al que le solía decir Capitán, ahora era su mejor guerrero que tras la perdida de sus hijos, el parecía ser una buena opción para tal vez en al algún futuro tomar su lugar. Su mente viajo hacia unos meses atrás cuando recibió la noticia de sus hijos y cuando unos bandidos pedían rescate para su soldado.






*Unos meses atrás*

--La mente de la Reina estaba perdida en un encierro donde el dolor y la desesperación eran sus compañeros, sus propios hijos habían luchado entre si y habían terminado por destruirse el uno al otro, no podía creerlo ni mantenerse en pie. Pero ella conocía bien a sus hijos; la inteligencia de Viggo y los celos de Ryker, al ser el hijo mayor y por jerarquía el seria el siguiente líder de los cazadores de dragones, pero sus celos y su inmadurez no lo dejo avanzar y la Reina escogió a su segundo hijo para que tomara el lugar de un líder, por eso ella había enviado al Capitán Ezra a vigilarlo y contarle cada acción de Ryker y a modo de espía, este siempre le contaría todo. Entonces ¿Qué paso? ¿Por que ya no supo mas de ellos? y ¿Por que todo había acabado así? ¿Dónde estaba Ezra?.

En uno de esos días en los que esas preguntas rondaban por su cabeza, uno de sus guardias se acerca a ella con noticias, a las que ella había dejado de escuchar hace mucho tiempo, pero la presencia de ese guardia la alarmo ya que no había pedido permiso para entrar y solo se puso al frente de ella.
La Reina saca su espada y la pone en el cuello del guardia -¿Que crees que estas haciendo?-

-Traigo noticias, inquietantes noticias mi Reina.

No me interesan -quita la espada- solo vete.

--Es sobre Ezra, unos negociadores dicen que lo tienen desde ya hace unos meses.

Ella reacciono y miro de frente al guardia -Habla completo y sin rodeos-

-- Nuestro informante en los mercados nos dijo que estaban pidiendo oro para liberarlo y si no se lo dábamos, lo tirarían al mar.

El pasado no debe ser olvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora