XIII. Two/ Dos

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(Narrador omnisciente)

Dos días, solo dos días quedaban para esta unión que había dado camino a tantos contratiempos pero de igual manera había traído mucha felicidad a la familia de la novia.

En esa mañana Astrid se encontraba desayunando con quiénes se convertirían en su nueva familia, por un lado estaba ella y su padre y del otro lado estaba Hanna y el ya recuperado Edvin que estaba contando historias de sus viajes y de como traía cosas para su sobrina y  a pesar de su lejanía, siempre trabajo por ella.
--Cuando Hanna cumplió sus 20 años le traje unos libros que me pidió y le traje unos vestidos hermosos y sabían que antes siempre me decía que quería salir de Berk y buscar una isla, pero me sorprendió tanto que un día que vine a verla me dijo que ya nada la movería de este archipiélago.--

Ya basta tío --Se empezó a sonrojar-- ya pasó mucho tiempo de eso.

Ahora se que la razón por la que te quedaste es buena y eso me alegré.-dice Astrid mirándola con mucha calma-

Eso también y me llena de alegría, no saben cuanto esperé para poder vernos así. -sonrie Oliver y toma la mano de su hija-

Hanna ¿Aún te gustaría salir de Berk? Es decir, viajar y conocer otras islas -pregunta Astrid

Pues, hace mucho que no pienso en eso, pero sería lindo viajar aunque sea una vez pero me gustaría volver a Berk, este es mi hogar y el lugar donde... Lo conocí... -mirando a Oliver-

--Astrid sintió una corriente al escuchar esas palabras y notó como su padre y su prometida se miraban muy profundo--

Sería lindo que viajarán --se le hizo un nudo en la garganta--

Jamás creí que volvería a salir de Berk, pero me gustaría cumplir ese sueños tuyo querida. -no notaba la incomodidad de su hija-

-Ustedes son tan lindos que ya me están desesperando --el hombre sonreía de manera pícara, el traía una corta barba roja y al igual que Hanna traía su cabello rizado y pelirrojo agarrados con una coleta no muy firme de la cual se sobresalían sus rizos entre rojos y blancos, no era más alto que Oliver pero si más que Hanna.

Creo que deberíamos dejarlos a solas un momento. --Astrid torció los ojos pero después los cerro muy rápido y muy fuerte ante su propia reacción-- Es decir... Si ustedes quieren...

No, si no les molesta quisiera que Hanna me enseñara Berk ha cambiado tanto desde la última vez que estuve aquí. -dice Edvin-

Sería un placer ¿Ustedes qué dicen? -pregunta Hanna.

Por mi está bien, así podré pasar un momento con mi hija. -responde su prometido aún me la mano de su hija.

Si supongo que estará bien --balbucea ella al hablar--

Vamos de una vez querida. -se pone pronto de pie.

¿A dónde quieres ir? -pregunta la joven.

-Quisiera ver el lugar donde será la unión.

Entonces acompáñame, verás el lugar que escogió Astrid es hermoso. --se levantan de la mesa y caminan fuera de la casa dejando a Oliver y a su hija a solas--

¿No le dijiste que fueron los gemelos los que eligieron el lugar? -pregunta Astrid sorprendida.

Creo que no hemos tenido tiempo para eso, está tan emocionada con todo que a veces no se si me está escuchando. --la mira y se da cuenta de que está algo distraída-- ¿Estás bien hija?

Si, papá solo estoy muy agotada por estos días y aún me es estoy acostumbrando a la idea de que nuestra familia crezca. -su mirada estaba baja-

Entiendo, que te parece si vas en tu linda dragona a dar unas vueltas, eso te ayudará a calmarte un poco. -le alza la cabeza levemente-

El pasado no debe ser olvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora