El shinobi de la oscuridad

La apuesta más grande.

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En una isla flotante había un palacio en aquél lugar se sentía colosales chakras reunidos eran vários encapuchados reunidos lentamente aparecían de la nada.

Saben porque estoy haciendo su llamado a cada uno de ustedes. — la voz se escuchaba por todo el lugar.

Los humanos debemos destruirlos de inmediato no han cometido tantos abusos. — decía otra voz más suave.

Y eso nos aran  igual o peor que ellos o me equivoco. — el solo se recargó en el trono echo de rocas. — hicimos un juramento jamás intervenir en el mundo humano.

Un figura espectral de movió entre las sombras fue el último en llegar.

Yo diría que solo ponemos las cosas en el camino y veremos qué pasa que sea el destino que guíe sus pasos así sabremos si ellos están destinados a morir. — el lentamente se sentó en el lugar más alejado de todos.

Pero estás loco si asemos eso el tendría que ser rápido y muy astuto. — ahora decía uno que estaba sentado en el penúltimo lugar.

O quieren ser igual que ellos. — todos estaba totalmente preocupados por lo que podía pasar.

Les propongo algo para que sea digno serán diez preubas que debe de pasar y ser al menos digno  de portar los dones divinos. — decía el que estaba oculto en las sombras.

Miraron el mundo shinobi sería mejor en ese lugar quien más podría llevar y cumplir aquella misión miraban atentamente todo.

10 años después.

Un niño rubio caminaba lentamente por las calles buscando algo de comida fue echado  del orfanato miraba atentamente las estrellas brillaban tan intenso que incluso se sentía que alguien lo protegía.

Caminaba entre cada callejon después de encontrar un lugar seguro solo se puso sus manos en sus oídos antes de dormir metido en una caja.

El rubio buscaba algo que comer en el bosque pudo lograr encontrar un río y un buen lugar para comer tenía algunos hongos y algunos pescados.

Comía con una sonrisa sabía que era lo mejor que había cocinando tomo un poco de té antes de dar otro bocado al pescado.

El rubio estaba acostado mirando las estrellas se preguntaba si sus padres lo miraban desde el cielo, las lágrimas lentamente salían de sus pequeños ojos azules.

Porque lloras. — el se levantó y miraba para todos lados pero solo había un bosque y los animales de aquel lugar. — porque lloras?

El rubio entonces miro a una encapuchada de un momento a otro se sentó a su lado no podía ver su rostro.

Quien es usted y que hace aquí. — pero por alguna razón podía confiar en ella.

Soy alguien muy especial no puedo decir quién soy. — el rubio solo por instinto abrazo aquella mujer ella se sintió rara lentamente la abrazo.

Todos me odian no tengo nada en la aldea no siento que formó parte de ella soy tratado como basura y no tengo dónde ir tengo frío miedo, hambre que les hice para que me odien tanto. — el rubio lloraba y se aferraba tanto a ella solo sintió una caricia suave jamás en su corta vida lo había sentido.

Aún tiene un largo camino que recorrer no es fácil y te aseguro que caerás pero tú eres un niño especial. — aquellas palabras no estaba vacías estaban llenas de amor y cariño. — has de caminar por un largo y angosto camino solo tú podrás ir por aquel lugar.

Quiero morir nadie me quiere en esta aldea no se porque debería de caminar si aquí tu puedes enviar al cielo donde están mis padres.  — ella sintió algo que jamás había pasado.

No pequeño aún debes de luchar en este mundo cruel y duro tu eres la esperanza de este mundo. — por primera la capucha era retirada una luz emanaba de ella al verla juro ver lo más hermoso del mundo.

Mis padres sabes si me querían. — decía el rubio quien miraba a aquella mujer.

No lo sé gaki pero tanto tu padre como tu madre se que te aman mucho y por qué lo sé estás vivo y darían sus vidas para proteger a su tesoro. — el rubio se acorruco en sus piernas ella le acaricio su cabellera rubia.

No eres una ilusión verdad mañana nos podemos ver aquí... — el rubio se quedó dormido profundamente.

Ella miraba atentamente al rubio quien estaba totalmente dormido no sabía que hacer no tenía ni la remota idea de que hacer.

Ella lentamente lo cargo hasta la cueva dónde lo acostó usando su capucha se la colocó para que no pasará frío.

Ella miraba atentamente a sus guardianas quien protegían y daban luz en la obscuridad.

XXXXXXXX.

Los días pasaban el rubio pasaba en el bosque más noches de lo acostumbrado en aquél pedazo de tierra se sentía que todo valía la pena proteger incluso si su vida de pendía de él.

Ella lo cuidaba le enseño todos los que ella conocía incluso se atrevió a romper algunas reglas y enseñar más allá de lo que el podía ver para ella aquella sonrisa era genuina incluso las estrellas brillaban aún más de lo acostumbrado.

Los noches que no podía estar ella siempre lo vigila en silencio sabía que no lo podía preteger siempre algunas veces quería bajar del cielo solo para darles una buena paliza a esos.

El rubio siempre tenía una sonrisa para ella incluso si sus mundo era un infierno llegó a crear en su corazón un paraíso ella lo acaricio suavemente.

Mira como te han dejado ahora sí que no. — pero el rubio la sujetó de sus manos.

No los juegues ellos sufren mucho también lo veo en sus ojos y lo siento en mi corazón además usted es muy gentil y amable no ensucie sus manos por mi. — eso conmovió a la diosa otro hubiera deseado aniquilar a esas escorias solo bastaba un movimiento de ella y sería el final de la aldea.

Naruto sabes cómo me llaman mis amigos en el mundo. — el nego con la cabeza ella lentamente se quitó su capucha. —Tsukuyomi.

Eso quiere decir que eres mi amiga. — decía el rubio quien saltaba de alegría.

Si somos amigos cuando te sientas solo ve la luna y ella te escuchará incluso si hay obscuridad di mi nombre y yo parece. — ella beso la frente lo había bendecido y lo puso bajo su protección.

El la mano del rubio aprecio una medida luna y en la otra un sol.