Un amor, una lección

Capitulo 28

Segundo amor, segunda lección

Estoy sentada en las gradas del colegio escuchando música y mirando lo que ocurre a mi alrededor, siento que alguien me coloca la mano en el hombro, giro para ver quién es y quedo sorprendida al ver a Santiago al frente de mí, desde ese momento me sentí tan nerviosa por el hecho de haber cruzado miradas con él antes.

Se sentó al lado y me pregunto cómo estaba y todas esas cosas por educación de modo que pasé mucho tiempo hablando con él, tanto así que perdí la siguiente hora de clases que tenía.

Luego me sonó mi celular era una compañera avisándome que debo entrar a clases, luego terminé de hablar le dije que tenía que irme y me despedí de él.

En el trayecto de las gradas al salón, no sé, pero no dejaba de pensar en él y estaba en una lucha con mi mente porque no debo pensarlo, no debo dejar que sus intereses cambien los míos.

Finalmente salí de clases, me dirigí hacia mi casa, al llegar saludo a mi mamá como es de costumbre y subo de inmediato a mi habitación me acuesto y encuentro un mensaje de Santiago que me hizo sonreír como una tonta.

Quede sin palabras, trato de borrar la sonrisa de mi rostro, pero no lo logro hacer, deje el mensaje ahí no lo responderé.

Me niego a tener una nueva ilusión, me niego a salir lastimada de nuevo.

Mensaje de Santiago

Sabes, cuando estabas hablando me quedaba embobado mirándola.