🌟 Epílogo 🌟

637 52 27
                                    

Estaba rebuscando en mi armario el atuendo perfecto para esta noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba rebuscando en mi armario el atuendo perfecto para esta noche. Rose descansaba en mi cama mientras veía como mi ropa se desperdigaba sobre el colchón.

-Da igual lo que te pongas a Michael le gustas hasta con una sabana puesta.

-Hace más de un mes que no lo veo y quiero causarle buena impresión.

-Pues ponte el rojo que te ha traído Asael, te queda de infarto.

-¿No es demasiado? Solo vamos a cenar.

-Eres la diosa del cielo, para ti nada es demasiado.

Aun me costaba asimilar todo lo que había pasado. Que hubiese derrotado a Evangeline un mes atrás me parecía un sueño. Pero había sido real y había provocado que me convirtiera en la nueva diosa celestial, aunque Michael debido a sus poderes que le había devuelto había hecho que se proclamara señor del infierno y por ende debíamos de estar separados. Haciendo que solo nos pudiéramos reunir en contadas ocasiones para no desequilibrar el universo.

Cogí el vestido que había traído mi amigo, tenia un escote pronunciado en forma de uve y era ceñido en todo lo demás. No dejaba mucho a la imaginación.

-Además vas a cenar en una nube rodeada de estrellas, si eso no es la ocasión perfecta para lucir ese vestido no se cual seria mejor.

-Tienes razón, Rose.

Chasqueé los dedos y el vestido estaba puesto sobre mi. Me miré al espejo y me quedé sorprendida, me quedaba mucho mejor de lo que pensaba.

-¿ Lo ves? Si es que no haces caso a tu mejor amiga.

Las dos nos miramos al espejo y sonreí amargamente.

-Se que debes de irte, pero te voy a echar de menos.

-Tranquila, volveré a verte. Solo necesito tiempo para mi misma, sabes que quiero recorrer el mundo.

-Se que debes de hacerlo, pero eso no quita que te vaya a echar de menos.

Nos abrazamos y acaricié el pelo verde de mi amiga.

-Además te quedas con Asael y Eric asi que no vas a estar sola del todo.

-Son muy buenos consejeros, no se que haría sin ellos.

Rose me miró con cara de sabes que yo soy mejor, y me reí.

🌟 🌟

Estaba sentada en la silla delante de la mesa esperando a que llegará Michael. Normalmente él era el que siempre llegaba antes que yo, pero esta vez debido a los nervios había llegado antes.

Apareció delante de mi vestido con un traje de color negro. Le quedaba tan bien. Me levanté y corrí hacía sus brazos.

-Te he echado de menos -dije antes de besarlo.

-Y yo también a ti.

Nos sentamos en la mesa y ante nosotros se materializó la comida, había deseado comida china para los dos.

-Buena elección -dijo sonriendo.

-¿Cómo llevas ser el nuevo señor del infierno?

-Cansado, mañana debo de ir al Instituto Infernal a ver una especie de concurso.

-¿Instituto? ¿Eso existe?

-Pues si, es el lugar donde enseñan a los demonios a ser buenos torturadores.

-Parece interesante -me llevé un poco de arroz frito a la boca.

-¿Quieres venir conmigo? Estamos poco tiempo juntos y bueno... me gusta estar contigo.

-Me encantaría, pero ¿crees que podemos?

-Claro que si, eres mi novia y la diosa de la creación. Debemos de buscar una solución para estar juntos y no solo para poder estar en la cama.

Me atraganté con la comida, no me esperaba esa salida aunque tenia razón.

-Por ahora vamos poco a poco hasta que el universo de adapte, total somos los jefes ¿no?

-Bien dicho.

-¿Fuiste a ver a tu padre y tu hermano?

-Si, no pude estar mucho con ellos, pero me alegre tanto de poder verlos.

-Yo fui a ver a mi madre, quiere conocerte y mudarse al infierno conmigo. Le he dado largas.

-Como han cambiado nuestras vidas, un día somos estudiantes universitarios y al día siguiente héroes que deben de salvar el mundo.

-Pero volvería a repetirlo si eso significa que puedo estar a tu lado -dijo Michael mirándome a los ojos.

Se levantó y me tendió la mano, yo se la cogí y nos levantamos para contemplar las estrellas. Me envolvió entre sus brazos y nos quedamos mirando el firmamento.

Estábamos juntos de nuevo y esta vez nadie nos podía separar. Apoyé mi cabeza en su brazo y pensé en todas las cosas buenas que nos deparaba el futuro juntos.

WingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora