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Caminamos entre besos y resbalones hasta la puerta que se encontraba al lado de donde hace unos instantes estábamos. Abrí la puerta como pude y Yoongi me empujó hasta caer en una cama. Abrí los ojos y lo pude ver, estaba en su habitación. Yoongi comenzó a besarme y fue bajando hasta mi cuello donde me besó hasta que se cansó. 

-Voy a marcarte, para que todo mundo sepa que eres mío-. Comenzó a desabotonar mi camisa y cuando dejó mi pecho a su vista, esparció besos por todo lo que podía ver. Yo estaba hecho un manojo de nervios, y cuando lamió uno de mis pezones, el primer jadeo salió de mi boca. Quise taparme para no hacer ningún sonido, pero Yoongi me lo impidió. 

-No te contengas, hazme saber que te gusta lo que estoy haciendo-. Las pupilas de Yoongi estaban dilatadas, y su mirada me derretía.

-Y-Yoongi, p-por favor, quítate la camisa- hablé con un hilo de voz. Mis deseos se cumplieron cuando se comenzó a levantar su camisa. La arrojó al suelo y mi vista no pudo estar más maravillada cuando noté los tatuajes que tenía en su pecho. Maldita sea, después de esto, querría ver a Yoongi sin camisa más a menudo. 

-¿Te gusta lo que ves?- Una sonrisa socarrona salió de él, asentí y lo jalé para que siguiera consintiéndome. 

Sus besos llegaron hasta el inicio de mi pantalón, y sabía de sobra lo que iba a pasar a continuación. Me los fue quitando sin prisas, disfrutando de los jadeos y de las palabras sin sentido que soltaba, cuando logró su cometido, besó mi entrepierna encima de mi ropa interior. 

-Y-Yoongi, p-para, n-no- pero estaba muy lejos de querer que parara. - A-Ah, mierda-. 

Cuando creyó que era suficiente de estarme molestando, me quitó la única prenda que tenía aún y se quedó contemplando mi miembro. 

-H-Hazlo, hazlo cariño…- lo necesita ya. 

-¿El qué?- Yoongi se acercaba peligrosamente a él pero no lo tocaba -Dime qué es exactamente lo que quieres que te haga Hoseokie-. Ver a Yoongi ser así me hacía no querer nunca terminar lo que estábamos haciendo. 

-B-Bésame ahí-.

Yoongi empezó a dar pequeños besos por todo mi miembro, y seguido de esto se lo metió a la boca. 

-A-Ah, s-sí, sigue así-. Yoongi siguió succionando mi miembro, y cuando estaba a punto de correrme, se detuvo. 

-Resiste un poco bebé- se levantó y tomó sus pantalones para quitárselos. Los fue bajando poco a poco para ser cómplice de mi reacción y de todo lo que me estaba haciendo sentir. Cuando los bajó pude ver su erección e inconscientemente me relamí los labios. 

Comenzó a prepararme para estar listo para él. Se metió un dedo a la boca y empezó a meterlo dentro de mí. 

-D-Duele Yoongi- esperó unos segundos hasta que me acostumbrara a la intromisión y después metió un segundo dedo. Gemí alto y tomé a Yoongi del brazo para poder soportarlo. Un mete y saca lento fue lo que siguió y pronto, un tercer dedo ya estaba dentro de mí. 

-Yoongi, ya no resisto, por favor hazlo ya- pequeños espasmos comenzaban a recorrer mi cuerpo, y me sentía tan perfecto y completo. 

-Si es lo que quieres mi amor… - me dió un beso y se alineó para comenzar a meter su pene dentro de mí. 

-¡AH! ¡YOONGI!- cuando estuvo dentro por completo, acercó su rostro al mío y de sus labios salieron las palabras más bonitas que me pudo decir en esos momentos. 

-Hoseok, pintaste mi alma la cual creí que era indeleble- comenzó a moverse mientras yo me aferraba a su espalda y gemía en su oído. 

Unos minutos más tarde, Yoongi salió de mí y soltó. 

-Date la vuelta Hoseokie-. Obedecí a sus órdenes y me puse sobre mis rodillas y codos. Yoongi se volvió a unir a mí y grité por la nueva postura en la que nos encontrábamos. 

-Eres perfecto Hoseok, eres lo mejor que me pudo pasar- Yoongi seguía dando embestidas y yo sentía que estaba cada vez más cerca de tocar el cielo. 

-¿Estás a punto Hoseok?- Asentí como pude y Yoongi decidió entonces hacer más fuertes las estocadas. 

-J-Joder, Yoongi… ¡AAH!- Y fue ahí cuando llegué a mi clímax. Yoongi siguió follándome unas cuantas veces más y fue cuestión de minutos para qué él igual llegara a su éxtasis. Esa noche, Yoongi me hizo sentir hermoso, algo que ningún otro chico me había hecho sentir antes. 

Salió de mi interior y nos cubrimos con las sábanas; me recosté en su pecho y lo besé. Estaba tan cansado que cuando me habló apenas si podía escucharlo. 

-Algo malo sucedió otra vez ¿Verdad?- Yoongi me conocía tan bien que sabía cuándo estaba mal. Le respondí que sí, y rogué que no preguntara la razón. -¿Qué pasó?-. 

-Mi padre quería presentarme a una chica para casarme con ella, y simplemente me harté de todo-. Me dolía pensar en eso. -No quiero estar con nadie más que no seas tú, eres mi mundo Yoongi-. Alcé mi vista hacia él y seguí. - Así que celebremos nuestro retorcido destino, pues somos los únicos destrozados-. 

Nos quedamos dormidos después de eso y aunque tal vez las cosas parecían ir mal para los ojos de las demás personas, yo me sentía que había nacido de nuevo, pero con la diferencia de que ahora no estaba solo en este mundo, tenía a Yoongi y eso me animaba demasiado. 

****

Desperté con el rayo de luz que se asomaba por la ventana de la habitación de Yoongi. Me estiré en mi lugar y sonreí cuando lo vi. Aún estaba durmiendo, y no podía dejar de mirar lo lindo que se veía, su rostro parecía estar relajado y su piel relucía con los rayos del sol. Me acerqué a él y le dí un pequeño beso en sus labios. 

-Despierta cariño- cuando noté que comenzaba a abrir sus pequeños ojos, le regalé una de mis mejores sonrisas para que pudiera ver lo feliz que era estando a su lado. 

-Buenos días, mi príncipe- me atrajo a sus brazos y me devolvió el beso. Estuvimos recostados disfrutando la presencia del otro por unos momentos, hasta que decidí alejarme de él para ir a preparar el desayuno. 

Cuando éste estuvo listo, Yoongi se acercó a la cocina y se sentó en la mesa que había ahí mismo. Comenzamos a desayunar en un silencio que era cómodo para los dos, pero necesita hablar con él sobre lo que pasaría ahora con nosotros dos. 

-¿Debería volver a casa?- Yoongi alzó su vista de su plato y me dijo. 

-¿Es en serio?-. Su rostro ahora estaba serio. -Ayer me dijiste que querías estar conmigo, entonces ¿Qué es lo que te hizo cambiar de opinión?-. 

-Es que no lo sé, no quiero ser una carga para ti y molestarte, es eso- y era la verdad, yo no quería que Yoongi tuviera más problemas. 

-Vamos Hoseok, cómo puedes llegar a pensar que eres una carga para mi. Saldremos adelante de esto, juntos.- Cuando me hablaba así, me sentía seguro, me hacía creer que todo estaría bien. Esos fueron los mejores años de mi vida sin duda alguna.

QUEEN OF DISASTER; yoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora