Narra Alejandro. No recuerdo nada, solo se que desperte cuando la puerta de mi recámara fue azotada. A mi lado estaba Montserrat mi ex mujer, al verla en mi cama desnuda solo me maldije a mi mismo.
Alejandro: Montserrat, ¿qué haces aquí?
Montserrat: ¿Te gusto mi amor? Hicimos el amor, ¿no recuerdas nada?
Alejandro: (levantándose de la cama) Vete, porfavor tu y yo no somos nada.
Montserrat: No me iré, recuerda que hay algo que nos une y nos unirá.
Alejandro: no hay nada que nos una, ¡lárgate por favor!
Montserrat: ¿y nuestra nena?
Alejandro: a ella no la incluyas, (levantando el tono de voz) ¡vete por un demonio! No quiero saber más de ti, me has destruido la vida.
Montserrat: Si es por ella, al menos se que presenció todo.
Alejandro: (jalando a Montserrat del brazo) ¡lárgate, por un demonio!
Empece a hacer memoria, solo se que llegue a mi casa y al entrar a mi recamara tenía el celular en mano a punto de marcarle a Ashley, pero me estuve cuando vi que las paredes de mi cuarto estaban tapizadas con las fotos de mi nena, Romina. Al ver todas aquella fotografías me volvieron loco, un sin fin de recuerdos me llenaron el alma fui a la cocina y tomé la única botella de tequila que tenía, me dirigi de nuevo a mi recamara bebí de manera desenfrenada, hasta que sentí que alguien me cubría los ojos con sus manos, era Ashley eso me dictaba la mente. No recuerdo nada más, hasta que vi a Monserat en mi cama. Se aprovechó de que estaba complemente ebrio, Ashley no se merece esto, de seguro fue ella quien azotó la puerta, me vio con ella. Soy un completo desastre estoy a punto de perder a la mujer de mi vida. Intente llamarle al celular de Ashley, pero no me contestó le dejé un sin fin de de mensajes y llamadas pero no obtuve respuesta.
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Ya eran las 3 de la mañana así es que decidí ir a buscarla al llegar a su casa, su auto no estaba así es que pensé que estaría con su hermana al llegar a la casa de Hanna como supuse su auto estaba ahi, no toqué ni nada mejor regrese a a la casa de Grace y me quedé a esperarla porque se que tarde o temprano regresará. Caía en pedazos, mis miedos eran cada vez más latentes estaba perdiendo a la mujer de mi vida, mi vida solo sería miseria sin ella estoy seguro que todo esto me conduciría a la muerte.
Hanna: (despertando a Ashley) Ash, despierta.
Grace: ¡Hola Hanni!
Hanna: Debes de comer algo, ya es tarde.
Grace: perdóname por todo lo que te hice pasar anoche.
Hanna: No, por favor tranquila. Ashley eres mi hermana.
Grace: pero en vida ya es otra.
Hanna: y... Juan Carlos es mi esposo y como esposo su labor también es apoyarme de eso consta el amor.
Grace: Hanna, no se que haría sin ti.
Hanna: Vamos, haz llorado mucho. Necesitas comer.
Grace: esta bien Hanni, (la abraza) te amo Hanna. Se que mañana debemos de estar temprano en el aeropuerto, ahí estaré.
Hanna: Si quieres mejor cancelamos todo.
Grace: claro que no, mis problemas no deben de involucrarse con el trabajo.
Hanna: esta bien, pero date un baño y te espero en la cocina.
Grace: me parece perfecto, pero me tendrás que pretar ropa. (Sonrie)
Hanna: si, ahora busco entre mis ropas.
Narra Grace.
Mi vida sin Hanna no tendría sentido, ella se ha vuelto todo para mi pero también se que es momento de que mis problemas los resuelva yo misma, ella no se merece todo lo que le hago pasar. Baje a desayunar y cuando termine decidí ir a casa a terminar de empacar. Cuando llegué note que el auto de Alejandro estaba ahí, me llené de rabia al verlo sentado en la puerta de la casa.
Grace: (enojada) ¿qué demonios haces aquí Alejandro? Vete, no te quiero ver.
Alejandro: Mi amor, déjame explicarte.
Grace: explicarme que imbecil... ¿en como le hiciste el amor? y yo como idiota llegando a tu casa a presenciar todo...
En ese momento Ashley estaba llena de cólera y rabia, Alejandro trataba de explicarle todo pero ella se negaba.
Alejandro: amor, nada es lo que aparente ser.
Grace: (abriendo la puerta de su casa) ahh, si. ¿Entonces?
En eso, Alejandro la abraza fuertemente apear de que ella lo trataba de alejar.
Alejandro: yo te amo Grace, no estoy dispuesto a perderte.
Grace: ¿Por que no puedo odiarse por mas que quiero?
Alejandro: ¿podemos hablar como gente civilizada?
Grace: (tragando saliva) Esta bien, pasa Alejandro.
