Cuidaré de ti

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Al levantarme, note que en la entrada de aquel bar estaba un hombre sentado en el suelo, tenía una botella de bakardi en la mano, estaba muy ebrio y estaba llorando. La caída me había bajado la borrachera, me acérque a él y le dije.

Grace: (tocándole el hombro) ¿se encuentra bien?

- se negó a hablarme, solo me toco la mano la misma que sostenía su hombro-

Hombre: ¿quién es usted?

Grace: No importa quién sea, el detalle es que usted está mal.

Aquel hombre se dio la vuelta sin dejar de sostener la mano de Grace, en ese mismo momento sus ojos hicieron contacto con los ojos de Grace.

Grace: (miro fijamente a aquel hombre) Alejandro, ¿eres tu?

Hombre: ¿tu me conoces? (Sorprendido)

Grace: si, claro que te conozco.

Hombre: ¿Eres tu, mis ojos bonitos?

Grace: (sorprendida) Alejandro, no sabes cuanto he esperando verte de nuevo.

Alejandro: (llorando) Grace, no me dejes de nuevo, por favor.

Grace: No lo haré, pero esta muy ebrio. Ven (le sostiene la mano) te llevaré a casa.

Alejandro: Yo no tengo hogar, solo soy un hombre que anda vagando, soy hombre muerto Grace.

Grace: Por favor, no digas eso.  Vamos te llevaré a casa, ¿recuerdas la dirección?

Alejandro: No, Grace.

Grace: pues entonces te llevaré a la mía, esta cerca de aquí. Ven vamos ( le toma las dos manos y lo jala hacia ella) cuidaré de ti.

Cuando Alejandro escuchó esas palabras sólo asintió con la cabeza, cada vez más estaba perdiendo el equilibrio de su cuerpo, no se podía mantener por sí solo.

Alejandro: pero antes, ten ( le da las llaves de su auto) nos iremos en mi coche, dime ¿sabes conducir?

Grace: claro que se conducir. (Toma las llaves)

Alejandro: (señaló donde estaba la ubicación de su coche) ¿ves aquel auto? Es ese, vamos si. (Su voz cada vez sonaba debil)

Grace: ¡vamos!

Como Alejandro no podía mantener su equilibrio, Ashely lo tomó de la mano izquierda y se la pasó por encima de la cabeza haciendo que este la abrazara y pueda conducir a Alejandro hasta donde estaba el coche.

Alejandro: (riéndose) sabes que... (se detiene) eres bella, Grace.

Grace: (sonrojada) vamos Alejandro, no te detengas.

Cuando llegaron al interior de coche, Ashley encendió el coche y se dirigió hasta la dirección de su casa, en el trayecto Alejandro solo se reía a carcajadas, de repente esas carcajadas pasaron a ser lágrimas, el lloraba como niño pequeño Ashley no sabía porque, ella se desesperó y solo pretendía llegar lo más pronto posible a su casa.

Alejandro: (sollozando) Romina, mí amor.

Al oír eso, Ashley quedó petrificada su corazón tomo un curso nuevo, esas piezas que por un momento empezaban a tomar su lugar volvieron a desmoronarse.
Al llegar a la casa de Grace, estaciono aquel coche y ayudo a Alejandro a bajar, dirigió a Alejandro hasta el interior de la casa.

Grace: ...

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