Magia y deseo

121 10 17
                                    

Ashley no respondió a aquella pregunta, se dirigieron al auto y durante el trayecto solo se propagó un silencio abrasador que leía  cada espacio de sus pensamientos. Hasta que Ashley rompió aquel silencio.

Grace: (llevando su mano hacia la nuca de Alejandro) ¡que serio! (Soltó una risa picara)

Alejandro: amor, quítame esta seriedad.

Grace: Tú dime como.

Alejandro: Cantame bonita.

Grace: A sus órdenes.

Grace busco en su biblioteca de músicas una de sus canciones, mantuvo su mirada hacia el frente mientras cantaba, nuevamente acarició la nuca de Alejandro.

Alejandro: seré la envidia de tus fan amor, eres melodía pura para mis oidos

Grace: Eres arte Alejandro.

Al llegar a la casa de Grace, Alejandro se bajó y ayudó a Grace a bajar.

Alejandro: Bien amor, sana y salva y estas en casa.

Grace: amor, ¿te quedarias conmigo esta noche?

Alejandro: (asombrado) No creo que sea lo correcto Grace.

Grace: Amor, ¿por qué dices que no es   correcto?

Alejandro: No es normal que un hombre esté a solas con una mujer.

Grace: Lo sé perfectamente. Pero esta noche quiero que seas mi compañía y mi despertar bonito.

Alejandro: ¡Te amo Grace!

Narra Ashley.
Esa noche conduje a Alejandro hasta mi habitación, cerré la puerta y me dirigí al baño estando ahi mi mente se desbordó, deseaba a Alejandro como nunca lo había hecho con alguien más.

Grace: Alejandro, mi amor. Se que esa camisa que traes no es cómoda para dormir.

Alejandro: Si amor, pero no te preocupes.

Grace: ¿Me dejas ayudarte? (Se dirigió hacia la cama y se sentó a un lado de Alejandro mientras le empezó a desabotonar la  camisa así como lo hizo la noche anterior).

Narra Alejandro.

Ashley estaba desbordado todo el amor que siento por ella, sus manos en contacto con mi abdomen me estremecía, por momentos ellas desviaba su mirada a mis ojos y cuando lo hacía tenía ganas de besarla, así es que lo hice. La bese delicadamente pegándola a mi,   sus labios eran perfección, su aliento en mi era ya mi fortaleza.

En ese instante Grace, se detuvo sus labios se encontraban a muy poca distancia.

Grace: Alejandro, eres el aire que respiró eres mi centro de equilibrio, mi luz y mi debilidad, mi fortaleza y perdición.

Alejandro: Sin ti mi vida sería la misma miseria de siempre, mi amor. Ya eres mi vida entera, quiero tenerte hasta el fin de mi vida  entregarte cada soplo de mi existencia y dedicarme a amarte eternamente.

Al escuchar esa palabras Grace, abrazo fuertemente a Alejandro. Se quedó a abrazado a él con la cabeza pegada al costado de aquel hombre, su corazón latía a una gran velocidad. Alejandro se levantó en  busca de una cobija, la tomó y se acomodó entre los brazos de Ashley ahora era el quien quería estar pegado al pecho de Ashley, ella tiernamente le dio un beso en su negra cabellera, la acarició y lo sostuvo entre sus brazos como un niño pequeño.

Alejandro: Eres perfecta Ashley Grace, no se que hice para merecer.

Grace: Ya no digas más amor, solo quiero disfrutarte esta noche. Amor, hoy descubrí que hacer el amor no solo es tener sexo y estar desnudos con lás sábanas cubriendo nuestros cuerpos, hacer el amor no solo es tener sexo por placer sino que hacer el amor va más allá de los prototipos de un mundo material.

Alejandro: Me has desnudado el alma, con cada soplo de aire en mi ser, me he vuelto tuyo desde que tu mirada posa sobre mi. Hemos hecho el amor solo con el simple hecho de entregarnos cada porción de nuestras almas, te he hecho mía Grace. Eres mía mi amor.

Narra Grace.
Se perfectamente las consecuencias de todo esto que acaba de frenar, nos dejamos con ganas de más pero yo queria que esta noche sea distinta si me he equivocado mucha veces ahora ya no quiero ser el librero de siempre, conocí el nuevo significado de amar. Sé que haré el amor con él, hablando de la pasion carnal pero ese momento quiero que sea algo inolvidable para los dos y se que lo mismo desea, quiero que me haga el amor y consumirnos en este fuego abrasador que nos consume y nos fortalece. Quiero sentirlo mio y que el me haga suya.
Pasamos la noche abrazados contemplando la luz de la luna que entra por mi ventana, ambos disfrutábamos de nuestra respiración la habitación poseía magia y deseo esa noche. Hasta que de repente ambos nos quedamos dormidos, con la luna como testigo de nuestro amor.

NO DEJA DE LLOVER Donde viven las historias. Descúbrelo ahora