Cada capítulo, un nuevo reto. Donde la creatividad no tiene escrúpulos y los límites no tienen barreras. La galaxias son tan inciertas como el futuro mismo, como nuestro interior, que creemos conocer pero no lo hacemos del todo...
Cuando regresé a Judas con las treinta monedas de plata no pude negarme a concederle su último deseo —o tal vez sí, pero a los productores les gusta el drama y hacerte sufrir—. Por lo que todo fue una vil trampa de Caliban para entregar la reliquia y convertirse en rey del Infierno.
Por suerte —o por pura ocurrencia del escritor—, mi yo del futuro llegó a rescatarme, ¿a qué os sorprendisteis cuando apareció? Y la forma en que evitamos el apocalipsis, ¡Bastante épico! ¿Quien iba a imaginar que la bruja de la destrucción iba a matar al Hombre verde de los paganos? ¿o que terminaría gobernando el infierno después de todo? Vale, tengo que admitir que los de producción se lucieron con ese viaje al pasado. Ahora puedo ser reina y una adolescente normal.
Pero no puedo ser novia de Nick.
Nick, ¿por qué tuviste que decir ese dialogo tan hiriente? “No vales la pena” os juro que hasta a mi padre —Lucifer, que estaba sentado esperando en el set de grabación—, le dolió.
Si en la 4ta temporada no nos reconciliamos, no quiero nada. Que lo veo muy difícil. ¿Visteis cómo nos tuvimos que tratar, como si fuéramos desconocidos, cuando estábamos tratando de evitar el apocalipsis? ¡Como todo unos críos! Y ¿qué del hechizo de las velitas? ¿Realmente dejé de amarlo? Para morirse, que feo que tu vida la controle un ser superior.
Contra toda advertencia de Ambrose sobre los problemas que puede ocasionar tener a la Sabrina del presente y del futuro, ahí voy como estúpida a ignorarlo y hacer lo que me da la gana. Bueno, supongo que de haber sido de otra forma, no podría llamarme Sabrina Spellman y la serie acabaría ahí.
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Serie: El mundo oculto de Sabrina. Personaje: Sabrina.
