Special Abilities.

Capítulo 1.

Cam.

Realmente intento pasar desapercibida entre las personas, aunque, no puedo decir que lo he conseguido al cien por ciento, lamentablemente me he enfrentado a situaciones en las que mi ayuda es necesaria, no voy a desperdiciar estas habilidades que me han sido entregadas.

Nadie tiene conocimiento de mis poderes, mucho menos mis padres y espero que se mantenga así, es claro, no podré estar todo el tiempo bajo una roca, pero hago el intento. Me considero alguien inteligente, sé camuflarme en este mundo, y como dije antes las veces que he tenido que "salvar el mundo" nadie descubrió que yo lo había hecho, pero lo intentaron.

No creo que sea importante contar todos mis días y relatar historias mitad emocionantes, mitad aburridas. Por lo que me enfocaré en los detalles relevantes de mi vida.

El día en el que todo comenzó, había amanecido frío, un día martes como cualquier otro, me dirigía a la universidad la que se encontraba en el centro de la ciudad. Como mis padres, había decidido estudiar neurocirugía, más que nada para poder conocer más a profundidad de donde surgen mis habilidades, aunque no tengo muchas esperanzas en encontrar alguna respuesta. Salí de mi pequeño departamento, no vivo con mis padres, necesito mi espacio y no ponerlos en riesgo ante nada, sonara gracioso, pero he tenido que cambiar de departamento unas 2 veces, es mejor prevenir que lamentar.

Volviendo a mi día, vivo a una distancia considerable desde mi hogar a la universidad, así que tomo el metro para poder llegar. Cierro con seguro la puerta de mi apartamento, camino por un pasillo bastante iluminado mientras saludo a uno que otro vecino que al igual que yo está empezando su rutina diaria. En vez de usar el ascensor, bajo los tres pisos por las escaleras de emergencias para hacer un poco de ejercicio, saludo al conserje y salgo a la calle, abro mí mochila y desde dentro saco mis audífonos conectándolos a mi teléfono para poder escuchar música. El camino es bastante largo y hay que intentar hacerlo placentero, camino tranquilamente cruzando varias calles y me detengo en una luz roja, veo a las demás personas caminar sumergidas en sus propias mentes, sin mirar más allá de sus teléfonos celulares. Es interesante ver las expresiones faciales de la gente a mi alrededor.

Por fin la luz cambio y pude continuar mi camino, ya estaba llegando a la estación, pero antes de entrar escucho un grito femenino, me quito con cuidado los audífonos porque esa era mi señal, miro para todas partes mientras me pongo la capucha de mi poleron. A mi derecha a unos 10 metros visualizo a un tipo correr con un bolso rosa con diseño de panda, algo extraño para que lo lleve un tipo como el... espero a que se acerque y con mi mente hice que mi anillo de plata volara directo a su cabeza, dejándolo un poco aturdido ¿qué puedo decir? después de tanto tiempo controlando mis habilidades aprendí algunas cosas para detener a las malas personas... solo a las malas claro. Antes de que se recuperara del golpe, lo derribe con un basurero dejándolo tirado en el suelo. Hice flotar el bolso de la chica en su dirección y me retiré sin ver las reacciones, es lo que siempre hago de todas formas.

Este día en especial fue diferente, sentía una mirada sobre mí al mismo tiempo en el que una corriente recorrió mi cuerpo y eso no me agradaba para nada, avancé por entre la multitud que se había aglomerado alrededor del ladrón y entré rápidamente a la estación, caminaba veloz esquivando a todo aquel que se me cruzara por delante, logré subir al primer vagón justo antes de que se cerraran las puertas y comencé a respirar tranquila otra vez, estaba muy segura de que no pudieron seguirme tan rápido.

Seguí mi camino hasta llegar a la universidad mire el gran edificio y me adentre a mis clases. El resto del día había pasado muy normal, no me había preocupado por el pequeño incidente de esa mañana, pero como dije prefiero prevenir que lamentar, así que baje tres estaciones antes de mi destino usual, y camine el resto. Fue un gran ejercicio físico.