Me perteneces. (Alastor x tú)

17. Obsesión.

La mañana había llegado al infierno, los rayos carmesí del cielo iluminaban  la habitación del demonio Seviathan.

Había dormido placenteramente después de pasar toda una velada contigo.

El demonio se levantó de su cama para tomar una ducha rápida.

Después de unos cinco minutos salió y camino hasta su armario, hasta que recordó las fotos.

Las tomó y las miró por muchos segundos, estaba fascinado, estaba encantado y no sabía porque, ni siquiera quería saber o deshacerse de lo que empezó a sentir por ti.

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En tu habitación se encontraba un Alastor algo desvelado, y lo estaría por un buen rato ya que aún no tenía pistas con lo de Mimzy.

No se preocupo por el beso de anoche, había borrado ese breve momento de tus memorias, y aún que se sentí feliz de poder besarte de nuevo no caería, no podría amarte.

Abriste los ojos despacio al sentir los rayos de luz en tu rostro, para después ver el rostro de Alastor mirándote fijamente.

_____: ¿Tienes que estar mirándome fijamente cada que despierto?

El demonio se sonrojo un poco y luego volteo a otra parte.

_____: Bueno se que no soy fea pero tampoco es para tanto.

Dijiste riendo.

Alastor: No estaba viendo tu fea cara, estaba viendo tus feas pecas.

Dijo molesto para levantarse de la cama y encerrarse en el baño.

Tú solo reíste por la situación, Alastor era demasiado tierno cuando decía esas cosas.

Hoy era un día libre así que no había mucho que hacer, te dedicaría a pasear por ahí o hablar con Angel Dust.

Te levantaste de la cama y tomaste un overol en color negro y una camiseta amarilla para cambiarte.

Una vez lista bajaste para poder desayunar y ver que harías el resto del día.

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Sevitahan estaba ya abajo sentado en la mesa solo tomando una taza de café negro.

Y en cuanto te vio bajar sola sintió una enorme felicidad, amaba los momentos que compartían a solas y este aunque sería breve de igual manera lo atesoraria.

Seviathan: Buenos días linda.

Dijo animado.

______: Buenos días señor cantinero.

Dijiste bromeando.

Seviathan se sonrojo un poco mientras reían al mismo tiempo que se levantó para ofrecerte café.

Seviathan: ¿Te gusta el café oscuro o...

_______: Prefiero las cosas dulces.

Mientras Seviathan preparaba tu café otros cuantos entraron a la cocina incluyendo a la princesa Charlie.

Charlie: Buenos días chicos.

Dijo alegremente como era de costumbre.

Charlie: ¿Y Alastor?

Preguntó mientras te veía.

Tú te quedaste en silencio un momento y luego la princesa reaccióno.

Charlie: De seguro anda por ahí jaja

Charlie era la única que sabía que tú y el demonio radio compartían habitacion y cama.