Ese día había trabajado tanto que no tuve tiempo para comer, estaba demasiado cansada como para cocinar algo, por lo que luego de apagar mi portátil llamé a mi hermano golpeando su puerta y gritando su nombre para que me escuche, él estaba, como casi siempre, escuchando música, metal, para ser precisa, en un muy alto volumen encerrado en su habitación, cuando frenó la canción y salió de su pieza para acercarse a mi le ofrecí ir a un café, yo prefería un restaurante, pero él no iba a querer nada de lo que ahí ofrecían, salvo el postre, en los restaurantes que están cerca de casa los postres son mas caros de lo que deberían, no me puedo permitir gastar tanto y tampoco puedo dejarlo solo en casa mientras voy a comer, podría asustarse al no verme o lastimarse, tenía que llevarlo conmigo. No solemos salir muy seguido, no le gusta, pero esta vez me dijo que si, siempre y cuando le compre una porción de torta de chocolate.
Me puse la campera y él su extraño gorro de papel de aluminio. Suspire al verlo así, pero no podía decirle nada, se que de verdad cree en que el gobierno nos maneja o alguna cosa de esas, desde que terminó el servicio militar hace cuatro años que tiene esos extraños pensamientos. De niño los tenía, pero eran mas imaginaciones y juegos de un chico de corta edad.
Salimos de casa y fuimos a la cafetería mas cercana, luego de elegir una mesa, cerca de la pared para que no haya mucha gente a nuestro alrededor, pedimos lo que queríamos, un cheesecake para mi, la torta de chocolate para Varick y un vaso con agua. Ya tranquilos nos quedamos hablando sobre el final de un cuento infantil que conocíamos, "La muerte de la gallinita", para ser un cuento infantil es muy cruel, no solo muere la gallina, si no que todos los animales lo hacen al final.
Las cosas llegaron rápido, comimos en casi completo silencio, si no fuera por que a Varick se le ocurrían algunos chistes sin sentido y me los contaba, eran tan sin sentido que lograba hacerme reir igual. Una vez terminamos todo pague, la camarera era muy linda y nos había atendido muy bien, le deje bastante propina y mi número de teléfono anotado, tal vez esta vez tenía suerte.
Salimos del lugar, estaba lloviendo, no muy fuerte, pero hasta casa nos íbamos a mojar mucho, le dije entonces a Varick que vayamos caminando rápido a nuestro hogar, pero él estaba completamente inmóvil, me preocupé mucho, se que cuando eso pasa puede terminar en tres situaciones y ninguna de las opciones son buenas, o se pone a llorar, o se va corriendo, o se pone violento, se que no lo hace con maldad, pero puede ser peligroso para él si no estamos en casa, si comienza a correr, un auto podría atropellarlo, o si grita y golpea cosas, podrían llamar a la policía, ya pasó una vez y no fue algo agradable para ninguno de los dos, después tardé días en hacerle entender que ya estaba seguro.—Varick, tranquilo, estas conmigo, vamos a casa, ¿si?—Dije en un intento de sacarlo del lugar en el que su mente se encontraba —. Vamos a casa a jugar a las cartas, voy a dejar que ganes esta vez.
Él seguía sin reaccionar, me acerqué despacio y tomé su mano con cuidado, pero me equivoque al hacer eso, solo logré que se asustara y comenzara a correr, intenté seguirlo pero tiene piernas mas largas y corre mas rápido que yo. Tuve que volver a casa y llamar a la policía para que me ayuden a buscarlo, aunque sabía que no iban a hacer mucho a menos que hayan pasado mas horas, también sabía que mi hermano se pondría aun peor si ellos lo volvían a atrapar, pero prefiero estar días tranquilizandolo que no verlo nunca mas.
Agarre un paraguas y salí a buscarlo, tenía en la mente algunos lugares a los que podría llegar a ir, se que por esta zona hay una casa donde venden droga ilegalmente, si ya había vuelto en sí tal vez estaba por ahí. Odio que se drogue, quiero a mi hermano de vuelta, al verdadero Varick, la droga lo cambia mucho, pero se que él sigue en alguna parte, se que el me quiere y me necesita, no lo voy a dejar.Pase horas buscándolo, sin encontrarlo por ninguna parte, ya estaba empapada, sentía mis pies fríos y me dolían los huesos. Volví a casa muy preocupada, pero no había mucho mas que hacer. Al llegar, solo por las dudas, fui hasta la puerta de su habitación, estaba cerrada, trabada, pero por fuera no se podía bloquear. Apoye mi oreja contra la madera y logre escuchar su respiración, parece que había vuelto mientras yo no estaba, logró recordar el camino a casa, eso era un buen avance. Toque la puerta suavemente pero no tuve respuesta, seguía escuchando solo su respiración. Tal vez estaba dormido, decidí dejarlo descansar y me fui a bañar, no quería resfriarme.
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Heimweh
General Fiction❝Todo vuelve a empezar, solo me dijeron "tenemos que viajar". Y hoy me levanto sin entender, como puedo volver a la tierra que me vio nacer. Suspiro con cansancio como cada dia, respiro el aire de otra cercania, sigo sin entender como puede ser, que...