El chico de la mochila Roja (LS)

Capítulo 1

Louis maldijo internamente mientras se apresuraba a recoger las pocas cosas que había alcanzado a desempacar. La lluvia se había dejado caer, sorprendiendo al castaño mientras este armaba su tienda y se preparaba para prender el fuego que lo acompañaría esa noche, pero ahora, solo corría de un lado a otro intentando juntar sus cosas antes de que la lluvia lo estropeara todo.

Estaba seguro de que al salir de la ciudad se había detenido a ver el clima y según el estúpido chico que transmitía el clima por la radio de la cafetería en la que se había detenido a desayunar, en el Bosque Epping no llovería esa noche... o eso se suponía. Bufó una vez más y terminó de guardar la carpa completamente mojada en su estuche y emprendió el largo camino fuera del bosque que lo llevaría a la ciudad más cercana, esperando que en algún lugar encontrara hospedaje para refugiarse de la pesada lluvia que lo cubría.

*

Harry llegó cerca de las 9 de la noche a la posada Thames, escapando de la lluvia bajo su paragua. El rizado, como siempre, precavido sabía que en la región de Essex no era difícil toparse con una lluvia repentina, por lo que decidió ir preparado para ello, a pesar de que sabía que estaría pocos días en el lugar.

Al ver la posada, se apresuró a entrar al lugar y tras ser bienvenido por el tintineo de la campanilla de la puerta se acercó al mesón.

-Buenas noches- Saludó Harry- ¿Tiene alguna habitación disponible para pasar la noche?

-Buenas noches- Saludó el recepcionista.- revisaré, si no me equivoco tengo solo una habitación disponible

- Bien me gustaría pasar la noche aquí- dijo sacando su billetera- ¿Cuánto es?

Harry se disponía a pagar cuando sintió el sonido de unas pesadas botas cubiertas de agua llegar por su espalda tras el tintineo de la campanilla, anunciando que otro huésped estaba llegando.

-Dios, pensé que jamás encontraría algo abierto a estas horas- gimió Louis dejando su equipaje mojado en el suelo- digame que tiene alguna habitación disponible.

Harry miró al desconocido de mochila roja un buen rato. Algo en él le había atraído aunque debido a su personalidad no estaba dispuesto a aceptarlo.

-Me temo que no, él acaba de alquilar la última habitación disponible - explicó el dueño- por las lluvias se ha hospedado mucha gente en el lugar.

-No me molesta compartir con el- dijo Louis con una sonrisa- ya sabe, entre nosotros muchas veces debemos compartir carpa, no es gran cosa

-Harry lo miro sorprendido- ah, no se si quiera compartir mi habitación con un completo desconocido

- Vamos, no te robaré nada-se quejó Louis- no puedes dejar que duerma ahí afuera con esta tormenta, ¿o si?

- Harry pasó sus manos por su largo pelo, tirándolo hacia atrás. Suspiró pesadamente y volvió a mirarlo- bien, pero si hay una cama es mía, tu dormirás en tu saco.

-Louis aplaudió de felicidad- yo pago por ella

- no hace falta, la habitación ya está alquilada, camina. Se hace tarde- Tomó su bolso a la vez que Louis tomaba su gran mochila roja y ambos se encaminaron a la habitación número 28.

Una vez dentro, ambos se instalaron cada uno en una cama, gracias a dios habían dos camas, pensaron ambos. Harry decidió sacar un libro y Louis solo lo observaba impresionado la belleza del rizado

-¿no tienes nada que hacer?-preguntó enojado- la tormenta no se detendrá esta noche, diviértete en algo más que no sea observarme como acosador psicópata a punto de matarme.

-Louis rió por lo bajo- ¿no quieres conversar? Digo ni siquiera te conozco

-No me interesa hacerlo tampoco- dijo el rizado- Quiero terminar esta novela

-¿Qué lees?-preguntó acercándose a Harry con cautela

-Charles Dickens, Dudo que lo conozcas- respondió bajando el libro para observar donde se encontraba el ojiazul al no verlo en su cama.- ¡Demonios!- gritó al verlo cerca de él- ¿Qué es lo que estás haciendo?

-Pues no aburrirme- rió

-Harry bufó y paso los dedos por su larga melena, al parecer se estaba convirtiendo en una especie de tic- el lugar viene con toallas, ¿por qué no te das una ducha y pones a secar tus cosas?- dijo mirando la mochila roja empapada

-no hace falta, la mochila es impermeable, hay que prepararse para todo si eres mochilero- rió Louis

- Bien, pero tú no eres impermeable, puedes por favor darte un baño y ¡Dejar de mojar mi maldita cama!- Gritó Harry exasperado

-bien bien- dijo Louis levantando ambas manos- iré a darme un baño, cascarrabias- se levantó y se dirigió al baño.

-¿Qué hice mal para quedar atascado con él?-se preguntaba Harry mirando la gran mochila roja que se encontraba en la esquina de la habitación. El menor volvió a su libro, pero se detuvo cuando sintió la puerta del baño abrirse y no pudo esquivar la mirada del cuerpo del desconocido al verlo salir solo envuelto por la toalla; Estaba hipnotizado.

-Y yo era el acosador psicópata- rió Louis sentándose al borde de su cama, Harry no hizo ademán en despegar su mirada. Tomó sus boxers y los pasó por la toalla para ponérselos, de manera lenta al igual que sus pantalones, se deshizo de la toalla y tras ponerse la polera utilizó la toalla para secarse el pelo, todo esto sin que el menor despegara la mirada de él. No podía evitarlo. -Bien, ¿me dirás tu nombre de una vez por todas?- volvió a preguntar- digo, llevas mirandome como me visto desde que salí del baño..

-Harry enrojeció al notar que Louis había captado su mirada en él- no tengo por qué decirte mi nombre, somos desconocidos- se defendió

-Bien, te llamaré lector de Dickens- Rió Louis

-Tu serás el Chico de la mochila roja- rió Harry

-Me agrada- dijo Louis sonriendo, tiró la toalla al suelo y se acostó- Descansa Dickens

-Harry le copió el gesto- Descansa- Se giró en la cama, aún con los ojos abiertos pensando como aquel desconocido de la mochila le había robado el sueño por completo. ¿Que estaba pasando con él?

Louis se revolvió en la cama inquieto, intentando pensar como averiguaría el nombre del rizado. Era impenetrable. Pero sabía algo, le gustaba leer, tal vez si le compraba un libro o algo, él terminaría cediendo y al fin sabría su nombre.