Louis miraba asustado por la ventana del tren. No sabía donde se dirigía, no conocía la zona, definitivamente no había pasado por ahí en sus excursiones.
No podía creer que el lector de Dickens le estaba buscando. Estaba ilusionado en que le encontraría, era muy inteligente, o eso esperaba.
*
-tengo un tren- escribió liam
-salgo ahora- respondió Harry- Debo irme Zayn, Vendrán a cuidarte mientras no estoy ¿si? Recuerda el teléfono que te deje, podrás avisarme todo por ahi sin ser rastreado
-lo se... ten mucho cuidado- respondió el moreno con una sonrisa- avísame cuando lo tengas entre los brazos
-lo hare- sonrió el rizado antes de salir rápidamente hacia la estación de trenes donde se encontró con liam
-me estoy jugando el pelo con esto- masculló
- no lo harías si no fueras un maldito mentiroso Liam- respondió el ojiverde seco- ¿donde debo bajarme?
- donde se detenga el tren, no se detendrá hasta que llegues a él- dijo Liam- cuando llegues le dirás que encontraste las claves en mi casa husmeando, negarás mi participación
- hablamos sobre esto, ¿no es asi? - dijo mirándolo- ¿crees que te entregaría así de fácil?
- no se de que eres capaz Harry- siseo liam- no se quien eres
- y es mejor que no lo sepas- dijo antes de que la puerta del tren se cerrara detrás de el. Harry se acomodó junto a su equipaje y el tren salió, solo esperaba que no fuera demasiado tarde y que el chico aún no llegara a la estación terminal.
*
Louis abrió los ojos cuando el tren frenó repentinamente, se levantó y miro por la ventana solo para observar que no sabía donde estaba, otra vez la rutina, no saber donde estás parado era aterrador, pero tras un par de días viajando sin descanso ya no tenía miedo. Volvió a recostarse en el duro asiento del tren y cerró los ojos nuevamente, esperando que el tren al fin llegara a alguna parada final.*
Nadie se atrevía a acercarse al rizado, nadie sabía que es lo que pretendía retando a quien había secuestrado al chico de cabello color miel que viajaba con dos días de adelanto. Solo sabían que se arrepentiría cuando el tren llegara a la estación terminal y le viera.
Macy, la chica que servía en el tren intentaba acercarse a Harry de vez en cuando, quería con toda curiosidad saber que pretendía, pero este solo respondía con evasivas mientras le ordenaba que sirviera su café con un poco más de leche o que calentara más su bocadillo por la mañana. Aún así, la pequeña pelirroja no se rendía.
-Buenos días Harry, pensé que hoy, ya que hace menos frío podrías salir al balcón a desayunar, ¿que opinas?- ofreció
-Harry gruñó pero aceptó. Se levantó de su cómodo asiento y siguió a la pequeña chica, notando por primera vez que no conocía su nombre- Tal vez es una costumbre en mi- Pensó
-Bien, aquí estamos- dijo- si necesitas algo, no dudes en llamarme
-Harry la miró- Eh...- balbuceó
-Macy- corrigió- ¿desea algo Harry?
-Esto... me gustaría que me acompañaras hoy a desayunar, digo... llevo días sin hablar con alguien y una charla me haría bien
-Oh claro- dijo la chica entusiasmada y tomó asiento con Harry.
Luego de una amena charla de desayuno, su ánimo había cambiado en demasía, ya no se sentía tan cansado como antes, aunque la tristeza y la incertidumbre lo inundaban con fuerza. Su pequeño de la mochila roja se encontraba desaparecido aún y no sabía si sería capaz de encontrarlo. Por primera vez en mucho tiempo, podía admitir que tenía miedo de perder a alguien que no fuera su hermana o su mamá
-¿Macy?- preguntó una vez la chica se encontraba ordenando la habitación de Harry -¿crees que podré encontrarlo?
-Pues... si te han puesto en el tren correcto, claro que si Harry- dijo la chica con entusiasmo
-¿Y como se que este es el tren correcto?- preguntó
-No lo sabremos hasta que se detenga por completo- dijo doblando la ropa del mayor- aunque si no se ha detenido, es buena señal, debes estar tranquilo. Tu amigo no te defraudaría
-Pues... tal vez no lo sea- cuestionó- Después de todo es su culpa que el chico esté perdido
-¿No has pensado que tal vez él solo ha sido un muñeco de alguien más?- preguntó
-¿de que hablas?- preguntó Harry- ¿sabes... sabes algo más?
-yo...-suspiró. Macy se acercó a Harry con la intención de explicarle lo que ella sabía, pero en ese mismo instante el tren se detuvo en seco, haciendo que ella cayera fuertemente sobre el rizado.
*
Louis sintió un par de brazos levantarlo con brusquedad, los que lo pusieron de pie en el suelo. El chico, letárgico siguió las voces que le ordenaban una y otra vez que se apresure en levantarse y seguirlo. Ya no tenía miedo, al contrario, comenzaba a sentir curiosidad por donde se encontraba y quien lo había raptado.
Miró hacia ambos lados, preguntándose si era factible la idea de correr y escapar, pero solo vió bosque. Era imposible que no estuvieran en una maldita ciudad. De pronto vió con el rabillo del ojo su mochila roja, y en un descuido de los guardias, corrió a tomarla y corrió lo más lejos y rápido que pudo, intentando mentalmente olvidar su adolorido tobillo.
-¡Chico vuelve aquí!-Gritaron. Louis no les hizo caso y siguió corriendo internándose en el bosque lo que más pudo. Si había podido sobrevivir una vez, lo haría otra vez
*
Harry se bajó del tren tras escuchar los gritos incesantes de quienes le pedían a otra persona que se detuviera.
-Harry, espera- Dijo Macy de pronto y sacó un arma- Ten, la necesitarás, debes defenderte de ellos y están armados. No sé el nombre del chico que exige a quien buscas como premio, solo sé que lo quiere con fervor, tiene una obsesión y si no le ayudas a escapar será su rehén de por vida
Decidido el rizado cargó el arma y con manos temblorosas salió en la búsqueda del chico. Al parecer había escapado, ya que un montón de personas extrañas le buscaban, tenían cascos y un extraño uniforme. Se escondió tras un montón de rocas que encontró cerca y escuchó lo que ocurría
-¡Escapó!- dijo uno de ellos
-¡imbécil, dijiste que estaba herido!- dijo otro- si no llegamos con él nos matarán a todos, ¿lo sabes no?
-Se supone que no podía caminar- volvió a decir
-Bien, carga las armas, hay que encontrarlo de cualquier forma- ordenó- tenemos hasta el amanecer para llegar con él
-Mierda- susurró Harry, si lo quería con vida debía apresurarse. Observó a su alrededor y dió con el container de uniformes que cargaban los extraños soldados. Corrió hasta el lugar y se cambió. Se encontraba poniéndose la chaqueta cuando de pronto abrieron con brusquedad la puerta
-¿Que demonios crees que haces?- le gritaron
- yo ah...- balbuceó- busco pistas del rehén
-Bien, pero en ese lugar no hay nada, de seguro querías echarte una siesta-rió
-Si... me has atrapado- suspiró Harry- ya sabes cuidar de él no es fácil
- Lo se. Mocoso escurridizo- gruñó el soldado- toma el arma y alístate que debemos encontrarlo- ordenó
-Si señor- dijo Harry tomando un arma, y poniendo lo demás en su mochila, todo sería útil si el chico estaba herido, y ahora estaba a tan solo unos pasos de él.
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El chico de la mochila Roja (LS)
Fiksi PenggemarLouis Tomlinson es un apasionado mochilero, no necesita nada más que su carpa y su mochila roja para salir a recorrer el mundo. Harry Styles es un apasionado lector que ama recorrer el mundo. Cuando ambos se ven atrapados en un accidente, donde Harr...