-Y... ¿si jugamos un rato?.-

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Izuku tenía la piel chinita, temblaba de miedo; no por el simple hecho de ser un pro hero significaba que no debía de tener miedo, los héroes también le temen a las cosas y nuestro pequeño pecoso no era la excepción, volteó y se encontró con una figura frente a sus ojos, Midoriya del susto lanzó un grito ahogado en su garganta.

-Oh, perdona si te asusté, no era mi intención.- Decía la extraña figura que se escondía entre las sombras.

-T-Tu...- Midoriya entrecerró los ojos para poder divisar aquella misteriosa figura, dio un paso enfrente fijando su mirada en una pequeña pluma roja que descendía en el aire.

-¿Terminaste tu jornada de héroe?.- La figura dio un paso al frente dejándose ver, Midoriya abrió los ojos, no esperaba encontrarse con él por ahí.

-¿Hawks?.- El peliverde no podía entender por qué Hawks estaba parado enfrente de él con las manos en los bolsillos.

-Estaba patrullando y te vi pasar, entonces... vine.- Sonrió.

-Oh... Está bien.- Midoriya posó su mano en su nuca nervioso.

-¿Vas para tu casa?.- Preguntó el rubio.

-Si, así es.-

-¿Quieres que te acompañe?.- El de los ojos amarillos se ofreció a escoltar al pequeño pecoso a su casa, Midoriya solo asintió evitando la mirada de el contrario.

Los dos caminaban en un silencio un poco incómodo, sobre todo por parte del más pequeño de los dos, Midoriya tomaba fuertemente los cordones de su mochila intentando deshacerse de cualquier rastro de sonrojo en su rostro.

-Entonces... ¿Qué se siente ser el héroe número uno a una temprana edad?.- Hawks preguntó rompiendo el silencio que existía entre los dos.

-Y-Yo es... raro, no pensé llegar tan lejos.- Izuku caminaba con la mirada en el pavimento recordando como todos los días Todoroki y él caminaban para llegar a su acogedora casa tomados de la mano, deseaba que Todoroki estuviera presente en ese momento.

-Sé como te sientes, solo no te abrumes y no tengas miedo; si no, no avanzarás y te quedarás estancado, tómalo como un consejo del ex héroe número dos.- Hawks intentaba encontrar su mirada con la de el pecoso pero no lo lograba.

-Gracias.- Midoriya rió un poco sacando las llaves de su casa de su mochila, estaban a unas dos cuadras de llegar a su hogar, siguieron caminando intercambiando pocas palabras de momento. Cuando llegaron Deku se paró de golpe haciendo que Hawks se sobresaltara.

-¿Llegamos? Tienes una linda casa.- El rubio admiraba la construcción que se posaba enfrente de él.

-G-Gracias.- Deku no sabía cómo zafarse de la extraña situación.

-Mi trabajo aquí está hecho.- Hawks sonrió de forma cálida.

-Muchas gracias Hawks.- Deku se encontraba con un ligero tono carmesí en sus mejillas.

-No hay de qué, espero poder acompañarte más seguido, podría traerte volando.- El rubio sonrió de lado, se desconcertó un poco al ver que el peliverde estaba mirando al suelo mientras jugaba con sus dedos nervioso. Hawks tomó de la barbilla a Deku para que sus ojos se encontraran.

-¿Te gustaría que un día te enseñe cómo se ve la ciudad desde los aires?.- Deku no sabía qué responder ante tal propuesta, quería decir que si, era intrigante el poder sentir lo que es volar, en eso la puerta principal de la casa se abrió de golpe enseñando a un Todoroki con su mano en la manija observando la escena.

-Uh, tengo que irme.- Izuku daba las gracias de que Todoroki apareciera tan de repente, salió corriendo hacia los brazos de su amado entrando a la casa; Todoroki no dejaba de observar a Hawks con una mirada fulminante y viceversa, el rubio solo hizo un movimiento con su mano despidiéndose de él bicolor y este movió su cabeza con seriedad entrando a su casa cerrando la puerta tras de sí.

My Number One Heroe [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora