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Pasaron los días convirtiéndose en semanas, y las semanas en meses hasta que llego el tan añorado momento, el nacimiento de Jimin.

Fue exactamente un 13 de Octubre, durante una mañana serena, la lluvia caía suavemente inundando todo Seúl, Jungkook se encontraba caminando de un lado a otro en el pasillo del hospital, tanto su padre como los de Sunhe, lo veían y trataron de tranquilizarlo.

- Jungkook, tranquilo. - Le habló su ahora suegra. - Todo saldrá bien. - Finalizando con una sonrisa parecida a la que Sunhe hacía.

Jungkook asintio educadamente y dedujo que sus nervios eran notorios, así que caminó hasta la gran ventana de cristal que daba la vista de la ciudad siendo salpicada por las gotas de la llovizna.

Parecía un dia triste, y eso solo aumentaba la inquietud del pelinegro.

Suspiró.

Vió hacia el cielo, justo donde estaban las nubes grisáceas, y sonrió.

- Quiza no lo paresca pero, hoy es un día perfecto.

Siguió sonriendo hacía el cielo nublado, y de pronto vio como los rayos de sol iluminaban con fuerza, logrando así trasminar las gruesas nuves, y debido a la lluvia constante empezó a aparecer algo más allá arriba.

Mientras Jungkook seguía ocupando sus ojos para ver impresionado como el show de colores hermosos hacía su aparición, tenía sus demás sentidos agudizados, así que notó como al mismo tiempo que aparecía ese magestuoso arcoíris en el cielo, el doctor llegaba hasta sus familiares dando la noticia de que el pequeño Jimin había nacido.

- Eres un ángel sin duda... mi ángel.

Dijo el pelinegro soltando una lágrima por el rabillo de su ojo izquierdo.

Se dirigió hasta la habitación curiosamente número 13, donde su esposa se hallaba junto con su primogénito.

Tocó antes de entrar y cuidadosamente abrió la puerta asomando su cabello alborotado.

- Hola. - Le dijo la rubia con un bebe entre las manos envuelto en mantas.

Jungkook no dijo nada, camino despacio hasta acercarse por fin a la camilla. Sus manos temblaban.

La chica al notar su nerviosismo le volvió a hablar. - ¿Quieres cargarlo?

Los ojos del pelinegro brillaron en respuesta. La chica se acomodó mejor, y con mucho cuidado entregó el bebé a su padre.

Jungkook tenia miedo de lastimar al bebé; sentia que se iba a desmayar de la emoción y no quería dañar a su angelito sin alas.

Aun no lograba ver el rostro de su Jimin por las frazadas que éste traía consigo. Así que una vez, se sintió seguro con el niño entre sus brazos, despacio con una mano comenzó a despejar la carita del bebé.

Al conocerlo por primera vez, Jungkook sonrió enormemente tanto con sus labios como con sus ojos que sonreian formando bellas arrugas en ellos, comenzando a brillar de sobremanera al ver a Jimin.

- Jimin... Eres un hermoso ángel. Te amaré siempre, lo juro.

Jungkook, juntando sus labios, depositó un delicado beso en la frente del bebé que perduró unos segundos y cerró sus ojos durante el mismo, comenzando así a soltar lágrimas.

Sunhe llamó su atención con las palabras que le dijo después.

- Felicidades, ahora eres su papá. - Le dijo haciendole compañía con su llanto.

Jungkook le sonrió en respuesta. - Gracias Sunhe. - Volvió a centrarse en Jimin.

"No Jungkook, gracias a ti", pensó Sunhe.

Click +18 - Kookmin [jjk+pjm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora