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Había pasado ya un mes desde que contrataron a Jieun y los resultado fueron satisfactorios para la pareja.

Sunhe y Jungkook no dieron muchos detalles a la joven empleada, pero ella era lista y observadora, no pasó mucho tiempo para que uniera los cabos sueltos y sacara sus conclusiones nada alejados de la realidad.

- Este matrimonio es una farsa. - Dedujo la morena.

Sin embargo la paga era excelente y el contrato muy estricto, asi que se reservaba sus comentarios y opiniones muy en su interior. Para ese entonces, Jungkook se encargaba de los gastos aún y cuando su esposa insistía en aportar el dinero de su pensión, el joven castaño ahora entendía mejor el negocio de su padre, sabia tomar decisiones que favorecían economicamente a la empresa y eso al señor Jeon lo complacía en demasía. Por otro lado, en la compañia de catalogos, había escalado otro eslabón gracias a su impecable trabajo, ahora era el fotógrafo principal y aunque estaban bajo el anonimato, sus tomas no pasaban desapercibidas ante los ojos del público y tambien de algunos otros dueños de revistas.

La rubia se dedicaba a Jimin, adoraba tener cerca al pequeño, era una buena madre para el así como para Jungkook una amiga.

- Ven Jimin, quiero enseñarte algo especial.

Sunhe entró con su hijo al salón, se sento en el banco frente a su piano blanco y comenzo una dulce balada, ella no era de cantar, pero se le escaparon algunas palabras como imitación de canto.

- Fall, everything. Fall, everything...

La suave melodia seguía en el aire entrando en su propio conducto auditivo así como en el de Jimin, aun con sus dedos sobre las teclas cerró sus ojos, esa canción se la sabía de memoria, fue la primera que aprendió a tocar, de sus hermosos ojos resbaló una lágrima que no se atrevió a limpiar, sentirla recorrer su piel significaba para ella desahogarse y eso era lo que necesitaba, Sunhe ya no cantó mas, hasta que un estrepitoso sonido la hizo abrir los ojos, buscando con ellos la causa, encontró a su hijo presionando una tecla repetidas veces, tratando de acompañarla con sus propias notas musicales.

- Tamen quelo, mami.

Dijo Jimin sonriendo calidamente hacia la rubia, eso la enterneció, y se olvidó de todo lo triste atrayendo a su hijo a ella para darle un beso en su cabecita.

- ¿Quieres aprender, corazón? - Jimin asintió. - Bien, te enseñaré a tocar esta canción. Es una promesa.

Sunhe sentó a Jimin en sus piernas y tomo sus manitos con las suyas haciendo tocar la tecla correspondiente al intro de la melodía.
Era una escena muy conmovedora, que Eun tuvo que romper, estaban dando la espalda a la puerta así que tocó para avisar que el señor de la casa había llegado al fin.

- ¡Papi!, ¡papi!, ¡papi! - Decia Jimin mientras salía a encontrarse con su padre en la sala.

- Hola bebé. - Lo cargó. - ¿Te has portado bien hoy?, ¿obedeciste a mami?.

- Sisisisi, ¿velda mami? - Preguntó a Sunhe.

- Si corazón. Fuiste un buen niño hoy. - Sonrio la rubia. - Hola Jungkook. - Lo saludó con un beso en la mejilla.

- Hola Sun. - Bajo a Jimin. - En ese caso, toma. Te lo ganaste. - Regalando una deliciosa paleta de caramelo.

- Eres de esos padres que concienten dasiado a sus bebes.

- No es verdad. - Sunhe nego riendo. - Sólo me gusta hacer feliz a Jiminssi. Además te traje algo también.

Jungkook otorgó a su esposa un estuche negro, ella al abrirlo encontró una hermosa gargantilla.

Click +18 - Kookmin [jjk+pjm]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora