Cambios

Capítulo 3

Ambos había quedado juntos.

Pasaron y todos ahí eran unos completos desconocidos. Busco un asiento justo al centro del aula y Kanao hizo lo mismo.

- Tengo una pregunta desde que te vi, espero no incomodar. - la bella joven de ojos amatistas le hablo al pelirrojo. - ¿Tus ojos son rojos naturales o usas pupilentes?

- Si te soy sincero, pensé que me ibas a preguntar algo referente a mi cicatriz de la frente o sobre mis pendientes. - el joven río. - Mis ojos son naturales, al igual que mi cabello.

- Nunca había visto a una persona con ojos rojos. - ella sonríe, causando que le pelirrojo la quedase viendo más. - Perdona si hago estás preguntas, pero creo que eres interesante y pues me gustaría que fuéramos amigos, eres la primera persona que conozco en esta escuela y se que eres alguien bueno.

- Si, con gusto seré tu amigo Kanao. - el le regaló una sonrisa sincera. - A decir verdad, creo que te ves muy linda con ese detalles en tu cabello, ese acabado en rosa te queda muy bien.

El joven lo decía ya que la chica en la punta de su cabello era de color rosado.

Ella se sonroja un poco.

- Mi hermana mayor me lo hizo, ella tiene las puntas de color morado y pues yo tambien termine así. - comento mientras se tocaba sus mechones de cabello. - Tus padres tienen una panadería ¿Verdad?

- Si, usualmente en las vacaciones yo estoy ayudando ahí. Pero ahora la que está encargado de eso es mi mamá, cuando puedo me quedo ayudándole.

- Mis hermanas compran ahí el pan y otras reposterías, son muy deliciosas.

- Un día de estos te llevaré y quizás si me dejas te invitaré a una torta, son deliciosas las hace mi hermana menor.

- Iré con gusto.

El profesor asignado entra al salón.

- Buenos días jóvenes.

El profesor era muy llamativo, su principal característica era su cabello rubio con detalles rojos. Se mira muy enérgico y bastante amable.

- Yo seré su profesor de Historia, pueden llamarme maestro Kyojuro. - el profesor se dió la vuelta y comenzó a anotar en la pizarra. - Mi nombres es Rengoku Kyojuro, llevo impartiendo clases en esta academia aproximadamente diez años y pues espero que nos llevemos bien.

- Igualmente profesor. - una joven de cabellos morenos y ojos azules respondió, su semblante se miraba serio.

- Bien, a continuación les pasaré este cuaderno y quiero que se anoten todos y cada uno, con esto podré llevar un conteo de cuántos somos y quienes somos.

Así pasó, el cuaderno paso por todos y cada uno del alumnado hasta quedar nuevamente en las manos del profesor.

- Muy bien, ahora pasaré a leer todos y cada uno de sus nombres y conforme vaya pasando ustedes dirán dónde vienen y que aspiran hacer en esta academia. - el profesor comenzó a mencionar todo y cada uno de los nombres, algunos daban daban respuestas simples o muy comunes. - Kamado Tanjirō.

- Si, Vengo de las montañas pero mi familia tiene una panadería aquí en la ciudad, creo que por el momento no aspiro algo sumamente importante quizás a una ingeniería pero aún no sé cuál y pues solo quiero llevarme bien con todos.