IX

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Karma apretó la mandíbula y contuvo el gruñido que quería salir de su garganta.

—Tú sabrás de que lado te conviene más estar.

El hombre la miró burlón y desapareció seguido de los demás alfas y betas que la habían acorralado en el callejón.

Escupió la sangre que le sacó el golpe que le había dado aquel hombre aprovechándose de su sorpresa y formó dos puños con sus manos.

Solo rememorar lo sucedido la hacía rabiar y querer golpear algo. Frotó su rostro frustrada y gimió molesta.

...

—¿Estás jodiendo?

—No puedo hacer nada, estoy atada de manos. —Karma se enfrentó a los ojos furiosos de aquel alfa que había sido su amigo.

—Escuchame bien Revenge, si no asistes a la puta pelea mañana, quedas fuera, no vamos a aceptarte aquí nunca más.

—Pues bien. —aceptó la pelirroja encogiendose de hombros, lo que enfureció más al otro alfa.

—¡Es un maldito omega, Karma! Cuando formamos esta mierda prometimos que nada se interpondría. Y tú te estás echando para atrás como una cobarde por un puto omega de mierda.

—¡Es mi omega! —explotó. —Carajo Josh, es mi omega. —gruñó tomando su mochila del suelo y ajustandola en su hombro. —Me importa una mierda lo que digas, pero si tengo que abandonar toda esta porquería para mantenerlo a salvo, entonces lo haré.

Karma sostuvo el enojo de todos los pares de ojos que la miraban como si los estuviera traicionando y se giró para marcharse de ese lugar.

—Si cruzas esa jodida puerta no te atrevas a regresar.

Karma se detuvo a unos pasos de ella, recordando la foto de Samír en el teléfono del bastardo que la había amenazado anteriormente.

“Que así sea”, pensó suspirando, salió cerrando la puerta, dejando así, fuera de su vida las guerrillas que tanto le gustaban, los únicos amigos que conocía y las facilidades que le habían otorgado.

...

Karma
“No vayas a salir mañana de tu casa”

Samír miró confundido el mensaje que le había llegado, titubeó un poco antes de contestar.

“¿Por qué? Tengo clase”

Karma
“Por favor no vayas”
“Puedes faltar solo ésta vez?”

El omega frunció el ceño.

“No puedo, por qué quieres que falte?”

Karma no contestó después de ese mensaje, Samír se encogió de hombros y bajó a la cocina en busca de algo para comer.

Su teléfono vibró llamando su atención, lo desbloqueó viendo el nuevo mensaje de la alfa.

Karma
“Mañana te recogeré en la salida”

Estaba por responder que de todas formas siempre lo hacía cuando recibió otro mensaje.

Karma
“Esperame dentro, no salgas hasta que yo llegue”

“Por qué?”

Karma
“Por favor”

“Está bien”

Después de eso no hubo más respuesta, y Samír solo pudo estar más confundido. Sin embargo, decidió no tomarle importancia a las locuras de la alfa y centrarse en la película que estaba por comenzar en la televisión.

Di que me aceptasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora