Capítulo 1. 🌻

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"No sabía que estaba rodeada de mentirosos. "

No podía ocultar su odio, mantenía su fría mirada sobre el camarero del Poirot. Ella llevaba ahí unas horas, "Perdiendo el tiempo ", explicó a Amuro. Actuaba muy alejada a lo normal, pero es que estaba tan desconcertada por la traición de alguien tan cercano a su padre.

Si Shinichi no contestaba ninguna llamaba, ella misma respondería su propia incógnita.

¿Quién era ese hombre?

El joven moreno robó sus llaves en un caso anterior. Está bien que Ran era un poco distraída, pero no tan idiota para no descubrir la trampa. Ahora se mantenía vigilandolo, preguntarle directamente fue una opción pero los nervios le ganaron. Sabía que tenía razón, pero una persona con esa inteligencia podría echar abajo su argumento. Necesitaba descubrir el motivo de su comportamiento.

Cuando tuviera tiempo, le pediría ayuda a Sera. Sonoko también tenía inteligencia, pero Ran tenía su dudas sobre ello. Incluso Hattori estaba en la lista de opciones.

Su padre confiaba en Amuro, pero el comportamiento impulsivo de Kogoro arruinaría todo cuando le contará. Mientras divagaba en su mente, ella no se enteró que el rubio se acercó a ella.

—¿Ran-san?

—¡Ah, Amuro-san! —salió de su mente con sorpresa.

—¿Estás bien? Ya casi es hora de cerrar. —explicó señalando a una ventana, dónde se podía ver qué ya era de noche.

—¡Ah, sí! —señaló aparentando alegría. —Ya me voy. —indicó levantándose y saliendo por la puerta, Amuro la siguió. Azusa estaba metida en sus asuntos y no se dio cuenta de la situación.

Justo cuando Ran estaba por subir las escaleras a su departamento, se giró insegura.

Viendo para el suelo, se armó de valor, aún sabiendo que era la peor idea.

—Esto... ¿Amuro-san?

—¿Sí? —respondió sonriendo con inocencia, que incluso distrajo unos instantes a Ran.

Ella tragó saliva y observó al suelo.

—¿Tú... Tú, porque antes has tomado mis llaves? —lanzó a preguntar con seguridad pero un tanto temerosa.

Amuro borró su sonrisa de inmediato y sus ojos se tornaron inexplicablemente fríos. La joven nunca había visto esa mirada en él.

—Ah, eso. —respondió desinteresado.

Para sorpresa de Ran, se encaminó lentamente a ella. Se paró frente a ella y la miró fijamente con aquellos ojos tan gelidos que parecía que Ran estaba temblado. Algo que la impactó mucho más, fue cuando este tomó su rostro entre sus manos y de pronto, presionó sus labios contra su mejilla con suavidad.

—Solo olvidado... ¿Sí? —susurró en su oído, apartándose rápidamente para entrar al café de nuevo, dejando a Ran ahí, sola.

Pasmada, el rostro de la chica se pintó de rojo y enseguida salió volando a su habitación.

Estaba a punto de llamar a Sonoko, pero al final decidió llamar a Shinichi.

—¿Shi... nichi? —pronunció nerviosa cuando se escuchó un tintineo del otro lado, pero pronto respondió el contestador automático.

Finalmente desistió.

¿Cómo podría contarle tal situación a Shinichi?

"¿Hola, Shinichi? Ah, sí. Estaba investigando a Amuro-san porque robó mis llaves hace unos días y al final besó mi mejilla ¿Curioso, verdad? En fin, ¿Cómo estás? ".

Así que al final llamó a Sonoko.

—¡¿Qué él hizo qué?! —gritó Sonoko incrédula.

Ran lo sabe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora