eѕcrιтoѕ del corαzóɴ. | edwαrd o'ѕυllιvαɴ. ©

dιecιѕιeтe.

A veces, nos olvidamos de quiénes somos en realidad. Nos quedamos tildados, mirando a la nada misma. No sentimos absolutamente nada, estamos vacíos. ¿Hay alguna razón? No. De pronto, comienzas a pasarte por todos tus recuerdos. Siempre va a llegar el momento por donde pases por un recuerdo sumamente doloroso. Es ahí donde te echarás a llorar en el suelo, de rodillas mientras cubres tu rostro con tus manos. La vida es así de dura: mientras de más cosas tristes comprendes, desearías no comprenderlas. Sin creerlo, la tristeza nos vuelve inteligentes con esto. No podemos evitarla, para nada. Sólo... Hay que aguantarla allí, en nuestro interior. Lamentablemente hay que aguantarla, nos hace más fuertes si enfrentamos al dolor antes de huir. Es difícil combatir al dolor, obvio, pero aún así hay que intentarlo si quieres seguir adelante con tu vida. Cada vez que convives con el dolor, sientes que no tienes ganas de nada. Te quedas allí, mirando al techo mientras tu mente está en blanco. Tratas de pensar, desviarte un poco del camino. Aunque lo hagas, no puedes. En cualquier ocasión va a ver algo que te lleve de regreso al punto de inicio. Te sientes odiado, que todos te rechazan. Decides caminar solo por las calles, mirando al suelo y con las manos dentro de los bolsillos de tu pantalón. Te sientes avergonzado de haber estar en aquel lugar y no encuentras la razón de estar así. Cuando estás triste, observas al mundo de una forma más diferente: en una vista demasiado gris, blanca y negra. Lo ves como si no tuviera colores, como si todo se hubiese desvanecido por completo. Hay personas que sufren demasiado y no se nota, saben esconderlo perfectamente. Ese dolor y sufrimiento que llevan dentro no se compara al de los demás, porque es más intenso y pesa aún más detrás de tu espalda. Sientes que cargas con todos los problemas del planeta, que absolutamente todo es tu culpa sabiendo que, en realidad, no es así. Te hacen creer que eres un idiota y demás. Eso hace que no podamos superar tan fácil al dolor, y cuesta muchísimo superarlo con valentía.

Lamento si soy tan negativo, pero, en estos capítulos, quería mostrarles la visión de una persona que se siente así de mal como yo todos los días. Sientes que todo se va a derrumbar tan fácilmente, que todo es tan débil que ni siquiera puedes moverte de tu lugar. Suspiras y miras al cielo, pensando si habrá alguna que otra salida para todo lo que sucede. No lo sabes, aún. Esperas alguna salvación y no llega, piensas que llegará: pero tampoco lo sabes. No sabes nada, sólo... Esperas a que ocurra algo bueno dentro de tu vida, mientras dudas si va a pasar o no. Piensas si tienes que realizar algo, o no, para que estas cosas buenas pasen y se hagan notar. Aún así, sigues esperando a que pase algo bueno dentro de tu vida tan triste y dolorosa, llena de sufrimiento. Sientes que todo es una mierda, que has fallado completamente. Has perdido demasiadas cosas, puede ser que a alguien importante o al amor de tu vida. ¿Quién sabe? Siempre sueles sentirte mal por una pérdida, es la cosa que más duele en tu interior. Cuando perdí al amor de mi vida, se sintió como si me pegaran un puñetazo en el rostro y, luego, el tiempo se detuviera por completo y el ruido ambiental cesara. Al empezar a llorar como nunca antes, nunca pensé que me iba a sentir tan roto. Pero aún así, fui tan buena persona y sigo con él. Sigo con aquella persona porque es demasiado importante dentro de mi vida, y no quiero que se vaya. Si se fuera de mi vida, una parte de mi alma se iría con él y me sentiría más vacía que antes. Tanto sufrimiento comprimido puede llegar a matarte de muchas formas, si es que no logras liberarlo o no quieres hacerlo. Sinceramente, tienes que hacerlo. No importa de qué manera, pero te recomiendo liberarte. Después te sentirás mejor que antes, eso lo puedo asegurar.