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cιnco.

Hay veces en las que te encuentras encerrado en tu propia mente, observas para todos lados: no logras ver absolutamente nada. Y te preguntas qué vas a hacer ahora, ya que te encuentras atrapado y necesitas buscar alguna forma para salir. Sientes que vives una pesadilla, porque viajas a tu pasado y notas todos los errores que has cometido a lo largo del camino. Suspiras y miras a tu alrededor nuevamente, mientras te colocas una mano en tu frente. Estás atrapado, entonces comienzas a ver tus recuerdos para buscar la salida. Ves cosas buenas, no son demasiadas pero hay. Cuando vives una vida llena de dolor, y quieres viajar por tus recuerdos, te es muy difícil durar mucho dentro de tu mente. Notas todos los errores que has cometido, te arrepientes de ello y empiezas a llorar. El llanto hace que salgas de aquellos recuerdos y vuelvas a cometer los mismos errores que cometiste en tu pasado, y sabes muy bien que eso está mal: aún así, lo sigues haciendo porque, de algún otro modo, hace que puedas sentirte mejor y que también puedas tener una satisfacción dentro que nunca has tenido. Sentirse atrapado dentro tuyo te bloquea la posibilidad de poder pedir ayuda para salir de aquel dolor que vive junto a ti, es demasiado difícil salir. Te sientes vulnerable, como si fueras una presa para cualquier animal salvaje.

En algunas ocasiones, tratar de salir de ese dolor con la primera cosa que pasa por tu lado. Luego te das cuenta de que eso te hunde aún más en aquello que se ha creado en tu interior: el punto de inicio. Pero, ¿qué es lo que hace el "punto de inicio"? Este punto, anteriormente mencionado en varios de mis capítulos, lleva al límite de la depresión, melancolía, soledad, tristeza, estrés, entre otras cosas que un ser humano común y corriente no quiere sentir jamás en su vida. Sé que se preguntarán, ¿a qué límite te lleva ese lugar que has mencionado? Es simple, llano y un tema demasiado complejo de tratar si una persona que lo padece decide hacer terapia para no sentir más esto: el suicidio. Ir a tu cuarto o a donde sea, colocarte cualquier cosa que pueda matarte en el cuello y luego verte en el espejo para darte cuenta qué carajo estás haciendo. Todo eso es difícil de llevar en tu mente si te ha pasado, si has intentado suicidarte alguna vez pero al final no pudiste. Cuando no puedes suicidarte porque sabes que algo malo está pasando contigo desde hace tiempo, o porque recordaste o viste algo que ha dicho que hoy no tienes que hacerlo, sueles tirarte al piso y llorar con el alma (en mi caso). Te preguntas qué carajo estás haciendo, por qué lo haces y cosas como esas. Te arrepientes de haberlo hecho y quieres reconstruir tu vida, aunque tienes un problema... ¿Cómo vas a reconstruirla si ya no puedes subir por tu cuenta para alejarte al punto de inicio? No es fácil pedir ayuda, lo sé y lo digo por experiencia, pero hay que tratar de hacerlo. Si no lo haces, nunca podrás reconstruir tu vida y seguirás allí, parado sin hacer nada para hundirte aún más en aquel dolor que te consume a cada rato por dentro.

No es todo tan fácil en esta vida, hay cosas que te tratarán como si fueras una completa mierda y otras que te tratarán con demasiado amor. No siempre hay que estar hundidos en lo más profundo del dolor y el sufrimiento, porque hay un lado positivo de la vida. Obviamente hay personas que pueden salir solas de esto, pero otras no pueden y necesitan toda la ayuda disponible que halla. De todo se aprende, y, cuando puedas ya salir de este momento, te darás cuenta que no todo es sufrimiento y dolor. Alguna luz se encuentra allí fuera, esperándote con total alegría, sin importar lo que hallas hecho en el pasado o en el presente. Siempre habrá una oportunidad para todos y todas, sin importar sus actos. Aquella oportunidad cambiará su forma de ser y pensar, para luego darse cuenta de que la vida tiene otras caras: no solamente una, en la cual hay sufrimiento, dolor, tristeza y otras cosas que vivan en la oscuridad. Mientras más esperanza se tenga, más rápido podrás conocer las otras caras de la vida y podrás vivir experiencias que antes no has vivido.