Es humillante.
Que te regañen delante de todo el mundo es humillante, pero más lo es que se te queden viendo con esa expresión en la cara de —¿qué le paso?— sí, me golpeé y ya.Al llegar al instituto, ya todos estaban dentro del salón. La maestra salió al verme parada en la puerta y vino a darme su sermón. Qué suerte la mía es el tener en primera hora a la misma profesora de inglés de los dos años anteriores que tan bien me conoce.
— Qué raro verte por aquí tan temprano Selene. Acabamos de entrar.
¿Quería ser sarcástica? No se le noto. Con mí cabeza gacha y mis ojos de borrego a medio morir profiero un fino susurro pidiendo disculpas.
— Lo siento profesora. Tuve un accidente en el camino, nada grave, pero me ha retrasado.
— No acepto escusas. Menos estando ya en tercer año por amor a Dios. Es hora de madurar y convertirse en responsable. Te quedas aquí hasta el cambio de horario.
Dió media vuelta exagerando el movimiento de su cabeza solo para que se mueva su largo pelo, si no la conoceré.
Quiero llorar. Tanto esfuerzo para nada. Pero bueno, puedo aprovechar esta hora para desayunar, mí estómago ya me pide a gritos que ingiera algo. Abro mí mochila y al meter mí mano me siento desfallecer; mí desayuno no esta! Salí tan a prisa que se me olvidó prepararlo. Ahora sí. Definitivamente voy a llorar. Sola en el pasillo del colegio, desterrada de mí salón, golpeada y hambrienta. Y solo puedo gritar en silencio. ¿por qué eres tan tonta Selene? -Al menos soy guapa- mis subconsciente me reprocha y alienta al mismo tiempo.
Toca cambio de hora. Al fin! La profesora se dispone a salir y yo me preparo para entrar. Ahora toca el regaño de mis amigas y las preguntas de los chismosos sobre que coño me ha pasado en la cara.
—Al menos entraste— me dice Emy con una sonrisa tan sincera y hermosa que siempre la ha caracterizado.
—Ní lo digas amiga, lo intente, juro que lo intenté.
—Ahora cuéntame cual es la causa de la hinchazón en tu naríz.
Imagino se ve muy mal pero no sé si quiero saber que tan mal.
— Tropece por correr, duele bastante.
—No debiste correr si ya llegabas tarde de todos modos.
De reojo puedo notar a Kevin con su cabeza apoyada en su mano sobre su banco que se encuentra al lado del mío. Se levanta y se pone tan cerca de mí rostro que me incómoda.
— Te ves bonita incluso con tu naríz toda raspada. Siempre con tus entradas tan triunfantes. ¿Cómo pasó el verano mí novia adorada? Has pensado que quieres...
— kevin...¡ Que gusto verte!- le interrumpí.
— Vamos a tener otro año excelente juntos Sele, te lo aseguro. Mañana paso por ti para que lleguemos juntos y entonces...
— A ver "novio" furioso —le interrumpe Emy haciendo señas de comillas con sus dedos.—Primero, quien va a pasar mañana por Sele seré yo, y segundo y más importante, nos estamos poniendo al corriente sobre todo lo acontecido desde anoche hasta hoy, así que por amor a Dios, No nos interumpas!
Doy gracias a Emy por eso en mí interior y profiero un suspiro. Kevin es un excelente amigo aunque muy empalagoso a veces. Dice que soy su novia desde el primer año y no pierde la esperanza de que sea realidad algún día por lo que veo.
La siguiente clase comienza y siento que va a ser un largo año aún con más exigencias y yo que tanto odio estudiar. Que sería de mí sin mis amigos que son tan distintos a mí y me ayudan a no rendirme nunca.
Siento el timbre de salida, el día transcurrió muy rápido, las ansiedades del primer día de clases supongo.
Salimos con Emy y Kevin y un par de calles abajo Kevin nos recuerda que iría a la heladería.
Sugiero ir a la que está frente a la plaza aludiendo que sirven más grandes los helados aunque la realidad es que solo quiero ver a ese lindo chico llamado, Ben.Llegamos y sí, está atendiendo, automáticamente flotan corazones imaginarios a mí al rededor. Es demasiado, él me ve y sonríe levantando su mano para saludarme.
— Hola Selene— me dice mostrando sus lindos dientes.
Siento un codazo por mis costillas, y caígo a esta realidad.
—Sele, contesta —me dice Emy con la boca de costado y sonriéndole al chico al mismo tiempo.
—Ah.. Si, hola! —digo con una sonrisa idiota.
— ¿cómo estás ? ¿Cómo están tus padres y tu hermano?
—Bien, ya sabes, trabajando, y el tonto de mí hermano en la escuela.
Kevin nos observa con los ojos entrecerrados y no puedo evitar reír. Ben nos pregunta que vamos a querer y luego de servirnos nos sentamos en una mesa pegada a la ventana.
—¿De dónde conoces a ese chico tan lindo? — me pregunta Emi con curiosidad.
—Si, ¿de dónde ?— repite Kevin con tono de enojo.
No puedo evitar reír de nuevo con las expresiones de Kevin.—Trabajaba para mí padre pero luego su familia abrió este local en el verano y le perdieron se hiciera cargo de la atención.
Seguimos charlando mientras tomo mí helado cuando me ahogué con la cereza al ver quién paso por la vereda y entro a la heladería.
Es el chico de esta mañana. Dios mio, no puede ser.Se encamina directo a Ben y se saludan como si se conocieran de toda la vida.
No puedo evitar sentir curiosidad y trato de escuchar pero es imposible entre la música y las preguntas de mis amigos asombrados por mí comportamiento. Estoy casi metida debajo de la mesa, tratando de tapar la mitad de mí cara con mí blusa del colegio pero tratando de parar la oreja al mismo tiempo.— Ya dime qué pasa! ¿De qué te escondes?— cuestiona Emy.
—De quién, mejor dicho. Es que no te conté que al tropezar está mañana lastime sin querer a alguien con mí zapato y la cosa no termino muy bien. Y esa persona está hablando en este momento con Ben. ¿Será que se conocen?
— Parece que sí. ¿Por qué no les preguntas?— dice Emy tan sinceramente sin ver ningún problema en nada como siempre.
—Mejor ya nos vamos — Espeta Kevin levantándose de su asiento.
—Eso, mejor nos vamos. —Digo levantándome rápido y tratando de salir sin ser vista pero mí amiga tiene que ser tan cordial y se despide de Ben agradeciendo la atención y no me queda de otra que hacer lo mismo.
Al escucharme el chico de pelo negro y alborotado se da vuelta lentamente como si tuviese miedo de recibir otro golpe y posa sus ojos directamente sobre mí nariz.
Y yo hago exactamente lo mismo. Aunque su nariz no luce raspada ni colorada él se la tapa disimuladamente y vuelve a voltear.
Y escuché claramente cuando dijo—Niña torpe. Cabeza hueca.
La rabia me vuelve a invadir y salgo efusivamente dando grandes trompiscones .
—No lo soporto!! — Grito y sigo caminado.
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Quiero ser tu Héroe
Teen FictionSelene es una joven aniñada, torpe y llorona que solo piensa en enamorarse aunque nada sabe del amor. pero un día a causa de su torpeza, conoce a Darien, un chico mayor que ella, con un alma vieja y nada divertido. No es para nada el tipo de prín...