Nuevas amistades

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Imposible terminar bien la primera semana de clases si te dan un examen sorpresa, “ Para un diagnóstico inicial” dijo nuestro profesor de matemáticas, claro, como no nos conoce quiere ver en qué nivel estamos, pues yo en el subsuelo.

— ¿No nos podía entregar las notas hasta la semana próxima? Pregunto lloriqueando mientras miro mí examen.

— Sele, no te preocupes, esto no va a la libreta. — Kevin me anima pero de nada sirve.

— No estaba tan difícil Selene, puros temas vistos en los años anteriores. —Emy siempre minimizando la complejidad de los exámenes, claro como ella es tan inteligente y se la pasa estudiando.
No le veo la gracia a estar estudiando todo el día como Emy y Kevin. No es en absoluto divertido.

—Sele, hoy tu hermano tiene horario extendido ¿ verdad?. Podríamos dar unas vueltas por la avenida y ver un par de tiendas, de paso piensas en como decirle a tu madre lo de esta nota. — Con su sonrisa tan divina Emy le encuentra solución a todo.

—Yo no puedo acompañarlas, tengo que llegar temprano a casa hoy.— nos dijo Kevin estirando su cuello para estar cerca de nosotras.

— Pues tampoco te invitamos. — remató Emy.

Kevin le saca el dedo de en medio y comienza a guardar sus cosas y nosotras hacemos lo mismo con las nuestras.

Al salir del colegio nos despedimos de Kevin, el sigue su camino hacia la parada del autobús y nosotras hacia la avenida, no quiero sonar paranoica por eso es que me guardo para mí el echo de que me pareció ver una moto negra rondar por la escuela una y otra vez en el horario de descanso y ahora a la salida también, de alguna manera me resulta algo raro pero no digo nada.

— Sería bueno que buscáramos un lindo vestido casual para la tarde del domingo, podríamos ir al parque. ¿No te gustaría?— Emy pensando en salir el fin de semana y yo pensando en si tan siquiera me dejaran ver la TV debido al resultado de mí examen.— vamos a esa tienda nueva que tiene unos accesorios muy bonitos, date prisa.

— De acuerdo.— Ya veré como le hago, ahora solo voy a distraerme comprando me algo.

Luego de tantas vueltas termine eligiendo un lindo cinturón trenzado que de seguro se verá perfecto con uno de mis vestidos; Emy se eligió un par de vinchas y unas hermosas pulseras. Satisfechas salimos de la tienda y nos despedimos.

Ahora sola vuelvo a pensar en el bendito examen. No quiero perder la oportunidad de estrenar este domingo lo que me acabo de comprar . Lo tomo en mí mano y lo examinó por última vez, si me deshago en este momento de esto, no corro ningún riesgo de ser descubierta por mí madre al fin de cuentas ni siquiera es una nota definitiva.

— ¿Un 2? — yo conozco esa voz tan odiosa. Dárien.
Casi me infarto al darme la vuelta y verlo ahí, metiendo sus narices dónde no lo llaman.

— Que vergüenza cabeza hueca. Deberías estudiar más, ¿No crees? — me mira con esos ojos oscuros y semblante ceñido.

Es tan alto, Creo que si hago punta de pie puedo llegar con mí cabeza a su mentón porque así parada como estoy no llego ni a sus hombros. Me quedo mirándolo por unos segundos y puedo notar que trae puesto un mameluco de los que usa mí padre cuando se pone a trabajar y aún así el condenado se ve bien, ¿cómo hace para verse guapo con esa cosa?. Definitivamente si no fuese tan antipático y grosero sería el chico perfecto.

— ¿Y a ti que te importa? Métete en tus cosas! ¿Qué no deberías estar en casa trabajando? O mejor dicho, ya en tu casa así no te cruzo como lo haz hecho en estos días. — le respondo con mucha molestia.

Quiero ser tu HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora