Agradecida

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Mí habitación es un desastre, pero es mí lugar en el mundo. Cierro la puerta y nadie puede entrar y molestarme por nada.
Elijo un shorts de mí placar y una remera blanca a juego con mis tenis favoritos. Estaría escuchando música todo el día si no fuera que mi estómago ruge de hambre, unas buenas hamburguesas con papas no estarían mal.

— Hola tonta — Sami saluda mientras cambia de canal la TV. — papá va a hacer la comida hoy. Ni sueñes que comeré tus huevos quemados otra vez.

— Hola, estorbo desagradecido.
Sigo hasta la cocina y papá no para de dar vueltas abriendo una y otra puerta de la alacena. Luego la que no sabe nada de la casa soy yo.
Este sería un buen momento para preguntar por qué ha contratado a ese chico tan odioso. ¿ A caso no había otro más antipático?
Saco las hamburguesas del congelador y él me sonríe.

— Gran elección hija. Rápido y fácil.
Me siento y apoyo mí cabeza en el desayunador, no sé cómo empezar, no quiero que piense que me interesa saber de ese tal Dárien << ¿O si me interesa? No, obvio no>>

— Papá. Ese chico, el que dijiste que ocupará el lugar de Ben. Va a estar en casa el mismo horario que estaba Ben verdad,¿ por las mañanas?

— Sí, aunque también vendrá cuando necesite darle ciertas instrucciones. Ya sabes, por la tarde, cuando salga del trabajo.

— Aaa… claro. Y ¿vive lejos de aquí?

— No… está en la casa de Ben hasta que consiga un nuevo departamento.

— ¿Ben? ¿Entonces fue el quien lo recomendó?

— Así es. Parece un buen muchacho. ¿No crees?

— Un agrandado más bien —digo en voz baja aunque creo que no tanto.
— ¿Cómo dices? A mí me pareció muy bien educado.

— Jajajajaja — mí risa tonta que no se detiene — nada papá, sólo decía.
— Ya hija, ve a llamar a tu hermano para almorzar.

— Samiiii!!! Ven a comer estorbo!!!! — grito desde mí silla.

— ¡Selene! De esa forma lo hubiese llamado yo desde aquí. -—reprocha mí padre.

Mí papá es un dulce. Creo que es el único que me tiene paciencia en esta casa. Jamás demuestra preferencia por ninguno de nosotros, no como mí madre, que siempre defiende a Sami aunque vea que es él quien comienza todo.
***
La tarde está hermosa, cálida y fresca a la vez. Ideal para caminar y pensar en como sacarle más información a Ben. No me entra en la cabeza que un chico tan amable y tierno como él pueda tener de amigo a semejante antipático.

Sin dudas sigo mí camino hacia el local, solo espero que Ben no esté muy ocupado para que pueda charlar conmigo. Abro la puerta y me invaden esos olores tan dulzones pero ninguno se iguala a la sonrisa que me regala Ben al verme, tan cordial como siempre levanta su mano para saludarme y se inclina hacía delante del mostrador ofreciendo su tierna mirada que me deja pasmada.

— ¿Cómo estás Selene? ¿Disfrutando de la tarde?

— Si… así es — respondo de forma entre cortada, tengo que tratar de no mostrar tanto nervio al hablarle— No estás muy ocupado en este momento ¿verdad?.

— No… hasta hace un momento si, pero ya ves, que bueno tener estos ratos libres de tanto en tanto. ¿ Necesitas algo?

— No exactamente, bueno solo quería hacerte una pregunta.

Quiero ser tu HéroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora