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Yoongi había regresado a su rutina normal de trabajo ya hace un poco más de dos semanas, y como era normal una vez más regreso tarde a casa, pero a diferencia de otras veces, Hoseok no corría hacia el para besarle como era usual, sino que se la pasaba pegado casi todo el día a Jungkook y Taehyung por lo que tenía entendido, porque si Jung había convencido a su hyung de que su amigo se quedara al menos por un tiempo.

El pelinegro no le decía nada, porque quería que Hoseok conviva con personas de su edad, pero aun así le molestaba que siempre este pegado a Jeon sin embargo nunca le mencionaba aquello al menor, Taehyung por otra parte ya no se le ocurría que hacer para que Kook le prestara atención a él y no a el castaño con quien siempre paraba, el chico seguía rechazándolo en varias ocasiones e incluso mantenía distancia con él, esto fuera de darle gracias le hacía sentirse mal o inseguro consigo mismo, claro que iba a dejar que alguien sepa esto, prefería guardárselo solo para él.

El pelinegro paso de largo por los tres chicos que estaban viendo una serie en la sala, su cabeza le dolía demasiado como para no querer tirarse a su cama y descansar toda la noche, el lado bueno era que iba a tener todo el fin de semana para hacerlo e intentar pasar tiempo con su pequeño.

- ¿Qué tiene? – pregunto mirando raro al mayor que ya iba subiendo las escaleras

– Siempre viene a por un beso de su bebé – bromeo Taehyung haciendo que el menor se sonroje.

-Iré a ver a Yoongi hyung – dijo el castaño levantándose de su lugar sintiendo quemar sus mejillas.

-Ni lo intentes Tae, te estoy viendo – hablo el chico de mechones rojizos mirando como Kim intentaba sentarse más cerca de él.

-Me estaba levantando, tonto...-susurro -...preparare algo de comer, tengo hambre.

-Tú no sabes cocinar – dijo riendo el menor de ambos.

- ¿Acaso tu sí? – le miro con una sonrisa, Kook rápidamente desvió la mirada- me lo imagine – soltó una carcajada y vio como el chico se acercaba a él.

- ¿Qué prepararas Tae? – se apoyó en el marco de la puerta viéndolo de arriba abajo, esto provocó que el azabache se sonrojase. Oh Dios sí que estaba loco por Jungkook, tristemente pensaba que este nunca le daría bola, o quizás si, quien sabe, nada estaba decidido aún.

-Se me antoja probar tus labios...- dijo acercándose coquetamente al menor, recibiendo un golpe en su brazo, obviamente no era la primera vez que Tae le molestaba de esa manera – Te vez tierno sonrojado – otro golpe le cayó, pero esta vez más suave en su hombro.

-N-no seas idiota – murmuro- Anda dime que harás sino no te ayudo en nada – frunció el ceño adorablemente.

- ¿Me ayudaras? – abrió por completo los ojos sorprendido – Y a que debo yo ese honor – ambos chicos rieron por aquel comentario – Te apetece papas fritas, así y no incendiamos la casa que Yoongi me mata.

-Nos mata – le corrigió el pelinegro.

-Primero pasara sobre mi antes de que te toque a ti un solo pelo – dijo pareciendo un héroe de esas típicas películas antiguas, Jungkook solo le miro con una sonrisa y movió su cabeza de un lado a otro.

-Yo cortare las papas, tu lávalas y pélalas – le indico al más alto, viendo como este asentía a todo lo que decía como si fuese un cachorro.

Kim acabada de pelar las papas cuando sintió unas patitas rasguñando su pantalón, rápidamente se dio cuenta de que Shelly- así la había nombrado Hoseok al gatito que resulto ser hembra- tenía hambre, Tae lavo sus manos cuando termino y fue a servirle comida a Shelly que le seguía a donde este fuera.

¡𝐇𝐲𝐮𝐧𝐠!㊝𝐘𝐨𝐨𝐧𝐒𝐞𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora