Baby

7.

7: West y un paseo por el parque

—Renata, nos vamos.

Oí la voz lejana de mi amigo Thomas entre mis risas estruendosas. Tal vez había tomado algunos tragos de más, hasta que mi nuevo y muy bonito compañero de charla, me había dicho que ya no más (luego de pedirle otro vodka) y había plantado un vaso de agua lleno hasta al tope, frente a mí cara. Aún así, estaba borracha como la Reni adolescente solía estarlo.

—No quiero. —Alargué.

—He dicho que nos vamos, estás como una cuba, y estás aquí con la moto, mierda.

Intenté enfocar sus dos caras en una sola con mi mano. Oí la voz de Marco detrás de mí.

—Lo siento, hermano. No sabía que había venido en un vehículo.

Ví como Thomy lo fulminaba con la mirada y me tomaba por la cintura, para llevarme con él a quien sabe dónde. Grité un saludo a Marco. Él solo me sonrió, creo.

—¿Yyyyy.... a tí qué? —Sabia que estaba hablando como una idiota, pero sentía que mi cerebro se había desconectado de mi lengua.

Thomy estaba enojado por alguna razón que yo aún no comprendía.

—Desapareciste, Renata. De un momento al otro, no estabas más, no te encontramos por casi dos horas, maldita sea.

—Pero si yo estaba como a... —Suspiré y metí los labios hacia dentro—, un metro de ustedes.

Thomy gritó:

—¡No, no lo estabas! ¡La barra está en la otra maldita punta del Vip!

Arrugué toda la cara y saqué puchero.

—¡No me grites!

Bien, el alcohol me ponía sensible, Thomy media como 1,90 y tenía cara de enojado, era como ver a un oso furioso con las fauces abiertas frente a tu cara. Y me dieron ganas de llorar un poco.
Thomy en cuestión, respiró profundo. Aún me tenía tomada de la cintura, porque mi pie izquierdo y mi pie derecho no podían coordinar y se pisaban el uno con el otro.

—Lo siento, ¿bien? Lo siento. Pero me asustaste, mierda —Me apretó la cintura—. Hasta el chico Parnelt y sus amigos te buscaron por todos lados..., ¡y ellos también tenían una borrachera cósmica!

Balbuceé.

—¿Parrrrrnelt?

Thomy me miró a los ojos.

—Oye —Me dió una ligera bofetada—, estúpida, concéntrate. West Parnelt, el chico del High School, y sus amigos malditamente geniales.

Recalculé. Sí sabía quién era West, ¿por qué me lo estaba explicando?

—Cierra la boca, Baby, comenzará a caerte baba.

Dí vuelta la cabeza a la velocidad de la luz, o tal vez no..., Dios, tengo que dejar de ingerir bebidas alcohólicas. Bien, qué estaba diciendo... Ah, Jordan. Siempre tan oportuno.

—¿Puedes bajar las escaleras, ebria asquerosa?

Jordan estaba desacatado, absoluta y completamente. Tenía los ojos desorbitados y eso que yo veía como tres caras suyas.

—Cierra tu puta bocota, Jordan. Baja las escaleras y vé con Brandon.

Jordan hizo mimicas detrás de nuestro amigo, tambíen conocido como Thomy el policía. Una pregunta explotó en mi mente, mientras avanzabamos hacía las escaleras, las jodidas escaleras de vidrio, joder.