One Shots - Trueplik, Wosani y derivados

Trueplik

Mateo se desenamora de Manuel.
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Desde que eran dos adolescentes supo que Manuel era el chico con el que quería estar. Era más grande por un año y eso hacía que le llamara la atención. Eso y que era muy lindo. Aunque tenían apenas 16 y 17 años, eran dos nenes. Nadie los podría considerar atractivos de ninguna manera, pero a él le parecía lindo Manuel y sus sonrisas amplias, esperaba que el mayor pensara algo similar sobre él.

Por suerte, en algún momento ambos cambiaron, físicamente hablando, y ahí es donde empezó todo. Le gustaba hace rato, como dos años pensando que su amigo era lindo, así que una noche lo encaró. Con nervios y todo, pero le dijo lo mucho que le gustaba.

Parecía alguna mierda de Disney porque fue correspondido de inmediato, ni siquiera hablaron mucho sobre eso en el momento. Aunque no había cambiado demasiado su relación, seguían siendo amigos, se divertían y compartían todo como antes, sólo que ahora se besaban.

Pero la verdad es que todo había cambiado, dentro suyo, no paraba de admirar al mayor. Sabía tanto de tantos temas, era inteligente o como decía Manuel, elocuente. Tenía un humor que se acoplaba al suyo y si no entendía, lo explicaba con gracia para no perder el chiste.

Sus amigos en común estaban hartos de ellos, pero no les podía importar menos. Ellos estaban en ese momento donde querían estar juntos todo el tiempo, y lo estaban.

Lo que más le gustaba de Manuel era que su curiosidad estaba intacta, desde el primer momento hasta ahora, unos años después, seguía igual. Leía sobre todo, investigaba y trataba de adentrarse a cualquier cosa que le llamara la atención. Y él escuchaba, estaba ahí, atento a todo lo que pudiera contarle el mayor.

Era lo que más le gustaba, o una de las cosas que más le gustaba. No podía parar de prestarle atención a todo lo que decía, siempre había algo nuevo que aprendía con él. Era mucho más que interesante y al parecer, a Manuel le gustaba que él escuche.

Una de las razones por las que le gustaba tanto Manuel, era porque entre tanto vago ignorante, incluyéndose él mismo, él sobresalía. Todo su grupo de amigos tenía pendientes la mitad de las materias de la secundaria y el que no, la había terminado sin haber aprendido nada.

Manuel no, había terminado con el mejor promedio de su curso y como si fuera poco, sabía cómo divertirse. Era un nerd que si lo tratabas más de una hora en una juntada en la plaza, pasaba a ser el más piola de los pibes. Y en serio, posta que le gustaba mucho. Era como si no perteneciera al grupo de amigos que tenían.

Pero en algún momento el mayor empezó a ser más intenso con aquellas cosas que aprendía, le parecía un poco extraño de la nada. Como si quisiera meterlo a él en su mundo extraño. Y no era que no le interesaba todo aquello, pero no era lo suyo.

No lo entendía entonces cuando empezó a molestarle toda esa información nueva que el mayor le tiraba de vez en cuando. Ya no era interesante, no era algo que quisiera escuchar, pero Manuel cada vez sabía sobre más temas.

Lentamente pasaron menos tiempo juntos, pero no estaban descuidando la relación, o eso creía, sólo no estaban 24/7 juntos. Era normal, ya habían pasado dos años de gustarse y uno de estar juntos oficialmente. Manuel casi tenía 20 años, faltaba poco, y él sentía que lo quería, sólo que la etapa de luna de miel adolescente había pasado.

Sabía que el mayor tenía un grupo de amigos nuevos, de la universidad o algo así. Un grupo de nerds como él, pero estaba bien. Al menos ya no lo molestaba a él con todas sus ideas y cuando estaban juntos no había ningún tipo de cambio por parte ajena. Seguía igual de cariñoso y gracioso que siempre, pero él mismo se sentía un poco raro.