Solo pasa en Vanderbilt

Capítulo 22

Flashback

Tomate

Qué jodido día, primero, por la mañana encontré una maldita rata en mi habitación, me deshice de ella con una poderosa escoba, no pienso volver a pasar por eso, aunque no me agrade la idea, debería comenzar a limpiar de una buena vez antes de que mi sofá me trague o algo peor. 
Camino por el pasillo con las manos en los bolsillos de mi suéter mientras me percato del movimiento extraño que tienen los chicos a mi alrededor, miro a todos lados y algunos alumnos parecen avisar algo a los demás, debe ser algo importante, pues al enterarse salen corriendo apresurados como si su vida dependiera de ello, escucho los murmuros y antes de que salgan corriendo me acerco a unos chicos que acaban de enterarse sobre aquél asunto

—Oye, ¿Qué es lo que sucede?— pregunté con interés

El tipo se levantó y respondió ansioso

—Jayden y Kennedy están peleando en el pasillo norte, dicen que es una masacre— al terminar ni siquiera se detuvo un segundo para ver mi reacción, pues salió corriendo a ver la función.

Joder, esto tiene que ser una maldita broma.

Salí corriendo en dirección al pasillo y vi que las personas comenzaban a desplazarse como si ya no les interesara estar ahí. Me abrí paso entre los chicos hasta encontrarme con una escena que me quitó el aliento; era ella, tenía la cara con múltiples contusiones y cortadas, qué carajo había pasado, Jayden estaba de pie mirándola, es obvio que fue culpa suya, bastardo.

—¡¿Qué fue lo que hiciste?!— antes de que pudiera meditar ya estaba gritándole en la cara, quizá no apreciaba tanto mi vida como para haberlo hecho

—Ella se lo buscó— respondió con desinterés cruzándose de brazos

—¿Es que acaso no sientes nada? ¡¿NADA?!— dije inclinándome para revisar sus heridas

—Tú no eres nadie para reclamarme, así que lárgate— lo miré con ironía ante sus palabras

—¿Entonces quieres que la deje aquí y que Jones la vea? — reí por lo bajo — ¿Acaso quieres volver a la Correccional? — si me lo preguntan, no, no debí haber dicho eso, pero la incertidumbre me estaba matando, ver a aquella chica en mis brazos sin señales por recuperar el conocimiento era horrible, era demasiada la culpa sobre mis hombros, como si yo mismo hubiera ocasionado los golpes que la habían lastimado de esa manera tan cruel

—¿Qué fue lo que acabas de decir?—no lo miré, estaba revisando la respiración de una Kennedy inconsciente, sonreí para mi mismo, si estuviera despierta y me viera tan cerca de ella posiblemente rompería mi nariz, por tercera vez, un récord impresionante por si me lo preguntan.

—Cállate Jayden, no todo es sobre ti, ahora ayúdame si no quieres que el tarado de Jones nos joda a ambos por tener a una chica medio muerta en la mitad del pasillo—comencé a decir ya que todos se habían ido a clase, es obvio que notarán nuestra ausencia, lo lamento señorita Mendler, mi prueba de historia tendrá que esperar

—Bien, entonces dámela, la sacaré del instituto— sus palabras me hicieron soltar una risa irónica, eso lo hizo enfurecer y formar sus manos en puños, eso solo significa una cosa, y efectivamente, quiere golpearme.

—¿Crees que soy tan estúpido como para dejarla contigo?— no pude ver su reacción, pero apuesto a que fue una mueca seguida de una sonrisa sarcástica

—¡Ja! De hecho, sí creo que eres estúpido, pero no por las razones que expresas—Soltó una risotada como si lo que acababa de decir fuera lo más gracioso del mundo, solté un bufido que mostraba completa irritación y volvió a mirarme serio— déjame adivinar, te gusta la chica ruda ¿eh? — se mofó de sí mismo, observando cómo levantaba a la castaña del suelo, pesa más de lo que recordaba, pero la idea de tenerla así no me desagrada en absoluto