You should love her

1.7K 181 96
                                    

ADORA

Las mujeres en el orfanato siempre me dijeron el momento en el que conocí a Catra, fue en el instante que ella llegó. No estaba quieta, lloraba siempre y en un descuido me la dejaron en mi cuna. Yo la calme, bese sus mejillas, lamí sus lágrimas, ella río por primera vez. Desde entonces dormíamos juntas y permanecimos juntas, no puedo recordar un momento de mi niñez en el que no esté Catra. Ella llenaba cualquier vacío de abandono, a cualquier madre o padre; no quería a nadie más. Las demás niñas eran interesantes pero eran malas con Catra, entonces yo no quería a nadie más. Solía sentir pánico cuando un adulto se interesaba en ella, pero nunca pasó nada; seguramente porque siempre decían que el comportamiento de Catra era errático. Para mí sólo era un enojo, aún si ella llegaba a golpearme. No sé si era lo suficiente para llenar su vacío, no sabía si ella deseaba una familia. Cuando llegó la hora de la verdad yo conseguí una familia para ella y para mí, un error que guardo con amargura.

Light Weaver me lo hizo saber el día que Catra bajo su rendimiento. Yo era su marioneta, servía como un clon de esa mujer y Catra debía ser mi marioneta, si es que la quería a mi lado. Accedí, apele a mi seguridad, traicione su amor para controlarla. Debía ser perfecta para Weaver y debía hacer que Catra sea perfecta.

No funcionó, una cocina arruinada y una olla de espagueti me hizo reaccionar de lo egoísta que era. Yo debí vivir ese infierno sola, pero solo arrastre a Catra conmigo. Ella sin embargo, aun hacia esfuerzos por agradarle a esa mujer, dando como resultado palabras frías y devastadoras para ella. Lo único que podía era curar sus heridas, cocinar para ella y hacer su tarea, ¿era suficiente? No lo sé. ¿Pude hacer las cosas diferentes? No lo sé. Evitar que Catra se meta en problemas por su propio bien y ser una niña prefecta era lo que tenía que hacer.

La rutina de ignorar que esa mujer existía era lo mejor, jamás se preocupó como una madre para nosotras, si no hacíamos ruido todo estaba bien. Ella nos daba dinero para las compras de cada mes, Razz nos había enseñado como ahorrar dinero y como cocinar así que teníamos un poco de dinero para nosotras, Eso fue una mentira.

Cumplí trece años y prácticamente me sentía como una princesa, tenía el día lleno de tutorías y clases de etiqueta; además de lecciones de economía con la Sra. Weaver. Ya sabía cómo utilizar a la gente a mi favor, conocía los secretos de mis maestros, el de las monjas y también los de Light Weaver, me dieron el poder de utilizar todo lo que tengo a mi favor.

Entonces cuando cumplí 14 años mi vida cambio, generalmente en nuestros cumpleaños Catra y yo hacíamos o comprábamos un pastel que guardábamos a escondidas del dinero para las compras del supermercado. Ese año Catra de algún modo supo la fecha de cumpleaños de Weaver y sin que yo lo supiera hizo un pastel para ella. Esa noche por alguna razón estaba más irritada de costumbre, y cuando llegamos a casa Catra tenía una pequeña fiesta preparada. Tenía miedo que la Sra. Weaver se enojara, pero simplemente miro a Catra de una forma extraña; casi podía ser que tenía nostalgia o tristeza. La mujer paso de largo a mi amiga con su pastel, Catra se sintió de un modo vacía o rechazada de nuevo y lloro una lagrimas silenciosas. A la mañana siguiente un pedazo de pastel fue comido.

Catra siempre fue rebelde, necia y malcriada, eso no le quitaba su encanto. Cada día me gustaba un poco más. Debía protegerla porque era lo último que me quedaba, era lo único que me hacía feliz. Sin embargo un día empezó el plan que tenía nuestra madre para ella, y por ende una carta en mi contra. Un piano de cola negro apareció un día en la mitad de la sala, era enorme y sorprendente incomprensible. La Sra. Weaver estaba parada enfrente de nosotros con una copa de vino en sus manos. Sabíamos que era una ebria en la mayoría de ocasiones pero nunca pensamos que comprara algo tan extravagante como esto. En un momento pensé que era un instrumento el cual yo debía tocar para seguir siendo una niña elite y extraordinaria, pero no era para mí.

𝐊𝐢𝐬𝐬 𝐀𝐧𝐝 𝐌𝐚𝐤𝐞 𝐔𝐩 ~ 𝐂𝐚𝐭𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora