𝐊𝐢𝐬𝐬 𝐀𝐧𝐝 𝐌𝐚𝐤𝐞 𝐔𝐩 ~ 𝐂𝐚𝐭𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚

You shouldn't kill me

ADORA

2008

Seguro los camareros están pensando "Pobre niña rica, nunca ha trabajado en su vida y tiene todo lo que quiere pero aun así tiene esta cara de una alma condenada", no me importa. No me importa esta vida elegante, no me importa esta lujosa recepción. No me importa que todos aquí estén celebrando una falsa presentación ante la sociedad. Mi vestido verde y pomposo se recorría el salón saludando a personas que en realidad me importaban muy poco. Lucia bella y agraciada como si nunca hubiese peleado hasta el cansancio en el fango junto Catra, como si esa niña con un diente de leche roto y una cola de cabello jamás existió.

Ellos creían que era una niña huérfana alemana que la gran Light Weaver adopto con mucho amor para volverse su hija. Bueno fue algo parecido pero no del todo, las demás niñas se veían igual o más odiosas que yo en este momento. Gente venía y me saludaba, hombres tratando de arrinconarme y amenazarme, muchas caras con doble intención; ya me lo había dicho Weaver que mucha de estas personas me querían muerta. Es asqueroso, es asqueroso, despreciable, repulsivo y sofocante.

Desaparecí un minuto antes de vomitar en frente de toda esta gente, incluso en el baño el olor sintético de naranja me producía nauseas. El cubículo eran tan pequeño para este vestido pomposo y de mal gusto; quien pensaría que al salir de ahí me encontraría con otro inconveniente pero este seria de por vida. Había un chica regordeta en un vestido muy parecido al mío pero en color violeta, su cabello era rosa, corto. Me impresiono lo llamativa de su apariencia, pero no lo suficiente para quedarme a verla con la boca abierta. Ella estaba frente al espejo de lavabo untando brillo en sus labios, yo solo trataba de lavarme las manos.

- ¿Qué se siente tener a Light Weaver como madre? - Pregunto sin dejar de ver su reflejo buscando alguna imperfección en su maquillaje.

-Disculpa, no te conozco. - Respondí tan amable como lo hice con todos los maniáticos en esta fiesta. Al ver su rostro en el espejo sus ojos oscuros y determinados me impresionaron. No me veía con desdén o curiosidad maliciosa si no con una compasión, tal vez verdadera modestia.

-Soy Glimmer Kim Gyeon, no nos han presentado. - Me estrecho la mano.

-Adora Weaver.

- ¿Entonces que se siente ser hija de la mayor perra de este medio? - Ahí se acabó mi pequeña sensación de tener una amiga verdadera, mis instintos saltaron a mi ataque y nunca más volví a confiar en Glimmer.

-Supongo que bien porque no tendré problemas en un futuro.

- ¿Pero será duro cuando no haya nadie que cuide tus espaldas cuando se retire?

- ¿No has oído que hierva mala nunca muere?