You shouldn't ask

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*Leer con tiempo, lo siento si esta muy largo son 16 hojas.

Cuando cumplimos 16 años el sexo era algo sumamente nuevo para nosotras, no había nadie que nos enseñara a hacerlo pero podíamos sentir ese deseo dentro de nuestros cuerpos.

- ¡Catra Weaver! - Me llamo la atención la maestra. - Tu falda muy corta, sabes que deben ser 3 centímetros debajo de la rodilla.

- ¿Y usted sabe que me molesta oír su voz a primera hora en la mañana? - La monja se tragó su propio aire claramente ofendida. - Supongo que estaré en detención toda la tarde, ¿Verdad hermana? - La desafié.

-No Catra, tu castigo será tocar el órgano el en la misa de los domingos todo el mes. - Claramente me gano.

-Maldita sea.

- ¡No maldigas en la casa del Señor! Deberías ser más como tu hermana, Adora es una chica recta, bendecida congracia y educación. No sé cómo puedes ser su familia y no tener los mismos valores correctos y pulcros...

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- ¡Adora! - Gemí cuando puso sus manos dentro de mi falda. Estaba sentada en los lavabos del baño de la escuela, todos ya se fueron a casa y ninguna maestra nos veía.

- ¿Un poco de brusquedad te vuelve una gatita mansa? Catra hueles muy bien. - Dijo mordiendo mis mejillas.

-No puedo creer que la mejor estudiante de la escuela este follando a la peor estudiante. -Sonreí para ella y la bese en los labios.

No me importaba que Adora sea la favorita, no mientras yo sea la favorita para Adora.

-Mírate, enserio todo el mundo cree que eres una santa. - Seguía demandándome llevar por su toque. - Yo sé quién eres, o no.

-Recuerda que no eres la única que sabe cosas. - Mi labio era mordido sin piedad, mi entre pierna sentí un leve cosquilleo que me hacía mojar. - Haz sido muy mala, robando a la Sra. Weaver y escapándote a escondidas. Ya que soy responsable de ti debería castigarte.

-Tal vez, de todas formas me gusta que me hagas esto.

Éramos unas pequeñas malcriadas, muy jóvenes para sobrepasar el límite de los besos sucios y el toque descarado a algo mucho más explícito; aun teníamos algo de auto control para después volvernos animales, era la única manera de ahogar nuestras penas o escapar de la realidad. Por eso me preguntaba constantemente ¿podíamos hacer más que eso? Más allá del sexo o la música, podríamos escapar de ese pueblo y comenzar una vida alejada de toda esta locura. Los ataques de Weaver se estaban volviendo erráticos y violentos, antes del baile todo era un arranque aleatorio de ira y optaba por una tortura lenta haciendo nuestra vida miserable, muy pasiva. Ahora no hay día que no me mire con odio, suelta palabras hirientes y moretones. Deje de llorar cuando me di cuenta que entre más lo hacía peor serían las cosas, de cierta manera me odiaba a mí misma por no hacer que pare, pero era una cobarde. Me sentía tan sola, incluso con Adora, seguía esperando algo de ella. Yo no era una adulta, no sabía que era lo que esperaban de mí; soy un ser despreciable buena para nada. Adora podía verme enamorada de ella, la única luz que me amaba. Hasta que yo encuentre una razón para vivir, vivir por ella era suficiente para mí.

- Te amo, te amo muchísimo. - Dije mientras me miraba con sus preciosos ojos azules, en mi pecho una sensación cosquillarte aparecía. - Te amo, Adora. Me vuelves loca.

Todo se volvía mejor cuando se lo decía en la cara, cada vez más fuerte y firme. Es un ser maravilloso, es como mi ángel que está jugando conmigo, me hace feliz. Lloraría si se detuviera por un momento, es que en ese instante Adora significaba el mundo para mí, no importaba nada más.

𝐊𝐢𝐬𝐬 𝐀𝐧𝐝 𝐌𝐚𝐤𝐞 𝐔𝐩 ~ 𝐂𝐚𝐭𝐫𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora