IX

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Joder, yo también te quería.

Yo también quería cogerte la mano,

e ir a nuestro parque,

o que me llevaras al cine,

o quedarnos en casa un día de lluvia.

Joder, me moría por ti.

Me moría de ganas,

me moría por ti,

y me hubiera encantado morir contigo.

Que yo no quería esto,

te quería a ti,

a tus mierdas y tus dones,

te quería aquí

así

sin fin.

Que me daras las mejores buenas noches, y los mejores buenos días,

y si no lo eran,

suavizarlos con abrazos y susurros que digan:

"tranquila nena, todo está bien, y estoy contigo."

Echarnos de menos,

joder,

pero nunca echarnos.

Que me vieras los domingos por la mañana,

el orco más feo de Mordor,

y juraras que soy la chica más guapa que había visto Madrid nunca,

y yo también quería darte un empujón cariñoso en forma de reproche.

Pasar las Navidades con tu familia,

y las Nochevieja con la mía,

y abrazarnos un día de invierno.

También te quería

para las excursiones al Fnac

esas que duran todo el día,

esas de quedarse leyendo comics hasta que cierren.

También te quería para los:

eres preciosa hasta cuando lloras,

te quería para sentir el frío de tus manos en mi espalda,

o la suavidad de tu camisa en mi cuerpo medio desnudo.

Te quería para los veranos locos, las risas tontas, las borracheras locas de sábados noche.

Te quería para discutir,

porque me encanta discutir contigo sobre películas, canciones, series o libros.

Porque éramos tan diferentemente iguales...

Te quería para saber que

el reflejo más bonito en mis ojos

es tu sonrisa

y también para pegarnos en la orilla del mar,

hacer lucha libre en tu cama,

o bailar solos Ed Sheeran.

Te quería para tantas cosas.

Te quería, joder.

Y aún te quiero.

1001 formas de quedarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora